Habría que leer una novela histórica llamada
MAKOR, escrita por James Michener, para comprender la actitud desafiante,
orgullosa y reivindicatoria del pueblo de Israel, o de los nuevos israelitas.
Después de siglos de persecuciones, humillaciones, exterminios y expulsiones,
hasta culminar con el holocausto nazi, nace el judío israelita en las arenas
reconquistadas del desierto, en donde fundaron el Estado de Israel el 14 de
Mayo de 1948. Los judíos que despertaron del letargo de siglos a causa del
horroroso crimen de lesa humanidad cometido por Hitler y sus fanáticos
seguidores, lucharon contra el colonialismo británico hasta alcanzar la
aprobación de la ONU para constituirse en estado libre e independiente.
De esas arenas robadas al desierto y
convertidas en tierras productivas, emerge el actual Israel con sus
incomparables fuerzas armadas, rodeado por cien millones de árabes que solo
piensan en su destrucción total.
Israel tiene que vivir en pie de guerra y es
por eso que los seis millones de habitantes que tiene el país, es un solo
ejército listo para la guerra. Por eso la victoria contra Nasser en 1950, por
eso la victoria en la guerra de los seis días en 1967 y por eso la victoria en
la guerra del Yom Kippur en 1973. A los judíos ya no los llevarán jamás como
corderitos al matadero y ay de aquel que se atreva a lastimar a Israel o a
secuestrar sus aviones de pasajeros. Recordemos la operación de Entebe, cuando
rescataron a los pasajeros de un avión de la El Al que estaba en la tierra del
feroz caníbal, Iddi Amin Dada.
Por eso también no es extraña la postura de
Israel con respecto al problema con Palestina. Israel no va a ceder jamás los
territorios tomados, por orgullo nacional y por tácticas de guerra, como los
altos del Golán, desde donde tienen a raya a Siria, el real enemigo del Estado
Judío.
El pueblo de Israel no será jamás expulsado,
ni humillado, ni perseguido, ni asesinado en masa, porque tienen quien los
defienda y salga a dar la vida por ellos. Los hábiles pilotos de los Kfir A y
actualmente de los F16, los valientes soldados llamados Leones del desierto,
los aguerridos conductores de los
letales Merkava, tienen fija en sus mentes la imagen de sus antepasados
caminando como corderos hacia la muerte, sin ninguna resistencia, totalmente
resignados a ser gaseados y después incinerados en los campos de concentración
que usaba el nazismo para exterminarlos, antes de abrir fuego contra el
enemigo.
Los israelitas se transformaron de
conquistados en conquistadores y así como fueron expulsados de numerosos
países, ahora se apropian de todo lo que signifique de utilidad para su sobrevivencia.
Israel no negocia, Israel pelea y gana.
Israel es la punta de lanza de los Estados Unidos en el medio oriente y lo es
porque a pesar de ser un poco más de doce millones de judíos viviendo en la
poderosa potencia, controlan la banca y muchas industrias y compañías de todo
tipo. Los judíos son una potencia económica de primer orden en Estados Unidos y
gran parte de ese dinero sirve para financiar el presupuesto de Israel.
Cualquier movimiento sospechoso de parte de los enemigos que Estados Unidos tiene
en el medio oriente, los primeros que le caen encima son las fuerzas armadas de
Israel y ese detalle lo cotiza muy en alto el gobierno de la Unión Americana.
No es púes que el Presidente Obama se haya rebajado ante el gobierno de
Netanyahu y que Estados Unidos haya perdido categoría de primera potencia, sino
la ejecución de lo establecido entre ambas naciones y así será mientras el
mundo occidental no sea derrotado por las hordas musulmanas. Y si eso llega a
suceder, será sobre las cenizas de Israel y los escombros de Nueva York.
Jorge J Cuadra V
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