Como
para hacer el fraude electoral más doloroso, Fabio Gadea Mantilla hizo público
el día de ayer el Gabinete de Gobierno
que se iba a hacer cargo de la administración de Nicaragua, si el fraude
orteguista no lo hubiera impedido con sus trampas y suciedades que hicieron a
la luz del día.
Las
personas que Fabio Gadea hubiera nombrado en los diferentes ministerios,
poderes del Estado e instituciones gubernamentales, conformaban el mejor
gabinete presidencial de los últimos tiempos.
Son
los sandinistas primero y los orteguistas después los que se han encargado de
que la probidad no llegue al poder.
En
1979, cuando los 9 comandantes no habían sacado las garras de la ambición,
nombraron a un gabinete compuestos por personas idóneas, honestas y patriotas.
Recordemos al Coronel Bernardino Larios, disidente de la GN, como Ministro de
Defensa; al señor Maché Torres, Ministro de Agricultura; al Dr. Noel Rivas
Gasteazoro, en otro ministerio que no recuerdo y a otros nicaragüenses que el
tiempo me ha sacado de mi memoria. Nicaragua estaba contenta, sin la dictadura
somocista y con hombres de reconocida solvencia moral manejando el destino de
la nueva Nicaragua. Pero más tardaron los nuevos ministros en tomar posesión de
sus cargos, que en ser destituidos de los mismos por los nueve déspotas de la
desafortunada dirección nacional que se adueñó de Nicaragua por medio del
terror, la pobreza y el fanatismo partidario.
Le
toca de nuevo a las fuerzas leales al dictador Daniel Ortega y a su señora
esposa, los cuales constituyen la dictadura conyugal, impedir que la honestidad
y la eficiencia triunfen ante la corrupción y la incapacidad.
Por
mucho que digan que el país está bien, que el crecimiento económico fue del
4.5%, que cumplimos con las reglas del FMI, la verdad es que en Nicaragua reina
la pobreza, la ignorancia, la falta de salud, de viviendas dignas, se impone la
injusticia institucionalizada y la mega corrupción se extiende por todas las
instituciones gubernamentales sin que haya castigo para los que se roban el
dinero del pueblo para edificar sus sucias fortunas sin pasado y sin
justificación.
La
dictadura conyugal evitó que en Nicaragua reinara la honestidad y la justicia
al robarse las elecciones para conseguir el poder absoluto que a partir del 10
de Enero de 2012 van a tener.
Por
eso no van a tomar posesión de sus ministerios, Eduardo Montealegre como
Ministro de la Presidencia, Antonio Lacayo O, como Ministro de Relaciones
Exteriores, Julio Francisco Báez, como Director de la DGI, Humberto Belli, como
Ministro de Educación, Vivian Pellas, como Ministra de salud, Roger Arteaga,
como Ministro de Hacienda, José Luis Medal, como Ministro de Economía, Violeta
Granera, como Ministra de la familia, Roberto Bendaña, como Ministro de
Agricultura; Alejandro Serrano Caldera, como Asesor principal de la Presidencia
y otros igual de dignos y eficientes como los mencionados.
La
dictadura conyugal destruyó las esperanzas del pueblo y permitió que la
corrupción siga reinando para su beneficio y el de sus allegados. Escogieron al
diablo y le dieron las espaldas a Dios, con las bendiciones de Miguel de la
Purificación.
Jorge
J Cuadra V
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