El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 20 de diciembre de 2011

Me quema la palabra


DINASTÍAS
(Tercera y última parte)

Luis Rocha
Las similitudes saltan a la vista. Nicaragua y Corea del Norte tienen en común ser solidarias, cristianas y socialistas. El secretismo es norma de conducta política en ambas monarquías. Pareciéramos ser un solo país teniendo como abuelo al Gran Líder Kim Il Sung, como padre al Querido Líder Kim Jong Il y ahora como nieto al Adorado Líder Kim Jung-Un, recién ungido, de edad guardada como secreto de ALBANISA, y acabadito de promover a cargos públicos y militares, incluyendo el de repentino General a sus más o menos 27 años, con la obediente venia de todo el ejército, en un país “rodeado de secretismo, y cuyas aspiraciones de ser potencia nuclear han preocupado al mundo desde hace años” escribió Jeremy Laurence, quien además nos informa: “Luego de meses de especulaciones, el inexperto Jung-Un fue ungido segundo de su padre en la poderosa comisión militar central del gobernante Partido de los Trabajadores. El joven Kim, cuya existencia no había sido reconocida en Corea del Norte, también fue nombrado general de uno de los mayores ejércitos del mundo. También fue nombrado miembro del Comité Central en la mayor reunión política celebrada en el empobrecido Estado en 30 años. También fueron ascendidos la hermana de Kim Jong Il y su marido, creando un poderoso triunvirato preparado para hacerse cargo de la dinastía familiar que ha gobernado Corea del Norte desde su fundación después de la Segunda Guerra Mundial.”
En esta secuencia de tres artículos y para mayor verisimilitud de las similitudes entre ambas dinastías, recordemos que habíamos dejado a nuestros monarcas tranquilamente apoltronados en su lecho de plumas rosadas. Mientras la reina bebía incansablemente aguas perrier, parecía coneja pariendo decretos y haciéndolos firmar. Por su parte el rey, haciendo de Jesús gracias a la benevolencia del Cardenal Obando, les sacaba o les inoculaba demonios –según su conveniencia política- a aquellas piaras de cerdos que, como ya dijimos, medraban o hacían que protestaban a su alrededor. No creemos que la reina alguna vez pretendiera ser nuestra Xuche Malinche, pero era evidente que se reafirmaba como nuestra infalible “Juche Monárquica”, de hecho administrando Nicaragua con sobredosis de un brebaje preparado en base de pseudocristiandad y Juche, para así forjar la ideología nacional que ya profesaban los Consejos del Poder Ciudadano. Había desechado el confucianismo coreano, para imponer a su antojo el confusionismo murillano, indescifrable por siniestro.
La reina tomaba nota de todo lo que ocurría en Corea del Norte, para que el nuevo ascenso de su marido a la Presidencia de la República –aunque sin armas nucleares y un ejército que podía ser un pelotón del coreano- fuera tan apoteósico como indudablemente sería el de Kim Jung-Un. Al fin y al cabo dinastías son iguales a monarquías, casas reales y socialismos cristianos y solidarios como los de Corea del Norte y Nicaragua. Como por la víspera se conoce el día, se deleitaba leyendo: “Un gigantesco desfile militar en Corea del Norte, el más imponente en los últimos años, permitió el domingo 10 de octubre de 2010, presentar al pueblo y al mundo, a través de imágenes televisadas, al posible dirigente del país, Kim Jung-Un, quien apareció junto a su padre Kim Jong-Il (a su vez hijo de Kim Il Sung, el Gran Líder), y aplaudía o saludaba a los miles de soldados que desfilaron, seguidos de tanques, portamisiles y otras armas pesadas.” Mientras tanto, dice Macintyre, “se han hecho unas diez millones de fotografías del Joven General para colgarlas al lado de las del Gran Líder y del Querido Líder en todos los lugares públicos. Se han escrito poemas en su honor, además de un himno oficial con el portentoso título Pasos. Cuando llegue el momento, se distribuirán 24 millones de chapas para la solapa con la fotografía de Kim Jung-Un, para que todos los habitantes del país puedan demostrar su devoción obligatoria.”
En su lecho de plumas rosadas nuestros monarcas soñaban. Con seis millones de broches, uno para cada habitante del país incluyendo recién nacidos, sería suficiente como muestra de incondicionalidad  política a la hora del ascenso presidencial en el 2012. Desde ahora se podrían sustituir los innumerables rótulos viejos del monarca, por nuevos con la imagen del ya casi reelecto presidente, por lo que adelantarse a los acontecimientos poniendo su imagen con la banda presidencial rosada, tan solo sería una muestra de realismo socialista. Ningún pecado hay en ser pragmática pensaba la reina, mientras decidía que los broches debían, de momento, llevar el rostro del monarca en un primer plano y el de ella detrás, sobresaliendo por encima maternal y proteccionista. Un mensaje subliminal que a la vez que significaba que detrás de Pedro II, de momento, puede estar Catalina la Grande, definía claramente la línea de sucesión dinástica. Ella sería la encargada de imponerle la banda presidencial chicha, para reafirmar esta decisión política y su significado.
Las piaras estaban absortas participando de aquel sueño, y calculando puestos y prebendas. El Caudillo de la piara de “El Chile” se reía sardónicamente de su propia farsa opositora. La pesadilla estaba en lo fino y se anunciaban visitas recíprocas entre Kim Jung-Un y nuestros monarcas. La xenofobia de Corea del Norte no permitía soñar el cruzar descendientes de la dinastía Kim con descendientes de la dinastía Ortega-Murillo. Las dos casas reales no se pueden unir por consanguinidad, pero sí por espiritualidad. Unión todavía más sublime. Dinastías gemelas: Una con los ojos nucleares entrecerrados, al estilo de Daniel, y la nuestra con los dientes pelados, al estilo Kim. Ambas dinastías se preparan para enfrentar el futuro rezando al unísono la misma oración.
“Extremadura”, Masatepe, 28 de octubre de 2010.

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