El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 23 de diciembre de 2011

DOS ANGELES DE MISERICORDIA


Llega Diciembre, el clima se enfría y los espíritus se entibian. La felicidad se apodera de nuestro entorno y la virtud rompe el cascarón que la mantiene aprisionada durante los once meses anteriores.
La virtud no tiene nombre, no tiene apellido, no tiene raza, ni credo religioso. No pertenece a ninguna clase social, ni a ninguna situación económica. La virtud es un don que Dios le da a muy pocos en este mundo.
Hay varias virtudes, una de ellas es la generosidad, que es hija de la misericordia. Por eso el título de este escrito y por eso el testimonio sobre dos personas que son ricas en generosidad y cruzados de la misericordia.
La virtud no tiene nombre, ni condición social, ni situación económica. He aquí la prueba:
Doña Vivian Fernández de Pellas y Victor Rosales no pueden ser más distintos: Una mujer y un hombre; ella millonaria y él pobre, pero ambos generosos y misericordiosos.
Una mañana de Octubre de 1989 se le detuvo el tiempo a la joven señora, esposa de Carlos Pellas Chamorro, heredero de la fortuna más importante de Nicaragua, Vivian Fernández. Viajaba hacia Estados Unidos en compañía de su esposo a bordo de un avión de la línea aérea SAHSA. Jamás pensó doña Vivian que ese vuelo que abordó en el aeropuerto Sandino, se iba a estrellar pocos minutos más tarde. Doña Vivian fue una de los pocos sobrevivientes. Dios le permitió seguir viviendo, con la ayuda audaz de su esposo, que se introdujo al avión en llamas para rescatarla de una muerte segura.
Después de esa experiencia, ya nada fue igual. En un segundo comprendió lo temporal de nuestra existencia, lo insignificante que es el dinero y el valor real de la vida.
Doña Vivian ya no pensaba igual y los que salieron ganando con ese cambio fueron los pobres, especialmente los niños, porque su generosidad y su misericordia se volcaron sobre ellos.
Con toda seguridad fue debido a esa trágica experiencia que hoy existe APROQUEN y el cuido esmerado que reciben los que sufren el ardor de las llamas y no tienen recursos económicos para sanar sus quemaduras; que hoy existe la caravana de la alegría, que le lleva a los niños hospitalizados en cuarenticinco hospitales, amor, alegría, juguetes y felicidad; que hoy existe sobre todo esa devoción por curar el dolor ajeno y hacer felices a los niños quemados y también a los adultos. Al ver tanta bondad entre tanto egoísmo, solo podemos decir que doña Vivian Fernández de Pellas, es un ángel de  misericordia.
De don Victor Rosales, se poco. No sé si existe en su pasado un hecho impactante que lo sacó de la indiferencia. Sé que es un ser privilegiado tocado por el don de la virtud; sé que es un campeón de la generosidad y un capitán de la misericordia. Sacando medios de donde puede, hace feliz a miles de niños en Nicaragua, regalándoles un juguete en Navidad para que los sufrimientos de la pobreza se detengan por un día y los niños que la sufren rían y no lloren de hambre y de soledad.
Don Victor anda navegando sobre el río Coco en un trineo acuático repartiendo sonrisas, cariño y juguetes en donde solo hay abandono. Haciendo llover generosidad y sembrando ilusiones y por eso podemos decir que don Victor Rosales es un ángel de  misericordia.
Ojalá y existieran más ángeles de misericordia como doña Vivian y don Victor en Nicaragua. Así todo sería diferente.

Jorge J Cuadra V

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