El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

miércoles, 30 de enero de 2013

Mujica: “El dinero no es mi Dios”


Onofre Guevara López  

Generalizar es el medio más eficaz para equivocarse respecto a las particularidades, y si se hace con prejuicio, ya tenemos el error asegurado. En el proceso latinoamericano de emancipación se involucra la mayoría de los países, con gobiernos de estilos, conductas y capacidades desiguales. Pero, en conjunto, a esos países se les considera, a todos por igual, gobernados por presidentes de  izquierda.
Esa generalización hace recordar la anécdota del filósofo Bertrand Russell, cuando llegó a Nueva York después del triunfo electoral del Partido Laborista en la Inglaterra de post guerra. Un periodista le preguntó cómo estaba ese país “bajo el socialismo”. Su respuesta fue lacónica, más o menos, así: Ustedes son como sacristanes de parroquia… no ven más allá de su campanario.  
Dentro del conjunto de gobernantes latinoamericanos etiquetados por la prensa mundial como de izquierda, están José Mujica y Daniel Ortega. Se lo suponen, porque ambos fueron guerrilleros y estuvieron en la cárcel (Mujica 14 años, Daniel 7); son amigos del presidente Chávez; ambos estuvieron el 10 de enero en Venezuela, dando su respaldo al gobierno (en su tránsito hacia la ilegalidad).
Pero Mujica no tiene ningún roce con la institucionalidad de Uruguay, mientras Ortega no tiene ningún respeto por nuestra institucionalidad. En eso, no son parecidos, menos iguales. Para profundizar las diferencias  –que van más allá de la cuestión institucional—, veamos el sistema de vida de Mujica, que sorprende a la prensa mundial: vive en su humilde casa de siempre; dona la mayor parte de su salario para programas sociales; no anda detrás suyo una pandilla de escoltas armados; no tiene sirvientes; maneja su viejo carrito Volkswagen y viaja en los aviones en clase turista. Entre otras cosas.
¿Qué relación tiene Ortega con Mujica en cuanto a sistema de vida y de conducta política? Ninguna, absolutamente ninguna, ni en lo personal ni como gobernantes. Tienen éticas personales y políticas  incompatibles.
Es explicable que la conducta del presidente uruguayo no sea vista con simpatías entre muchos gobernantes, menos que traten de emularle. Unos, por el mal ejemplo que les da Mujica a los pueblos, pues podrían querer tener un gobernante así, sencillo y humano; otros, también por su mal ejemplo, pues les tira al piso la imagen del presidente “de lujo”, estado inalcanzable para quien no es de abolengo y, por ende, es un presidente sin “clase”, con imagen de “pobre” o “mendigo”.
No es casual que periódicos como ABC y el New York Times (END, lunes 21/1/2013), titularan la noticia sobre la vida sencilla de Mujica como “Presidente pobre” y “Presidente uruguayo vive como mendigo”. El diccionario aún dice que mendigo es la “persona que pide habitualmente limosna.”
¿Tiene alguna relación la vida sencilla de Mujica con la pobreza y la  mendicidad? Ni estirando como hule el significado de mendigo.  La vida de don Pepe tiene valores desconocidos por la mayoría de los gobernantes, de todas las ideologías; ellos piensan que los privilegios y lujos del poder se los merecen por sus “grandes sacrificios”.
Por eso, no muchos gobernantes podrían responder como don Pepe a los comentarios sobre su “pobreza”, como lo vemos en estos fragmentos que reproducimos:
Soy feliz porque siento amor por la humanidad. Siento amor porque vivo en amor a mi pueblo. Tengo de todo porque no necesito más de lo que requiero para ser feliz. Comparto lo que tengo porque nunca me sobra, pero alcanza para todos. Vivo con mi vieja y no necesitamos más de lo que nuestro esfuerzo nos depara. Soy feliz por el amor que siento. Y porque cada día el verde es más verde. El rojos es más intenso. El azul es más esplendoroso. Y el hombre, el ser, cada día despierta más mi ilusión para vivir. Amo y me amo. No soy pobre…el dinero no es mi Dios. Mi Dios es la emancipación…
¿Podría decir algo parecido don Daniel?

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