El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 31 de enero de 2013

La Zapatera Prodigiosa: Naturaleza andaluza, alma nicaragüense


La zapatera prodigiosa es una obra de teatro que aparentemente presenta un conflicto light, el matrimonial: una hermosa y joven mujer se ha casado con un viejo zapatero, y es esa diferencia de edad la que origina el problema conyugal. Pero lo que origina realmente el conflicto, son los esquemas socio culturales protagonizados por “las vecinas”, los prejuicios de casta y las convenciones y los yugos sociales, el acoso a que es sometida La Zapatera por el alcalde, los mozos y Don Mirlo, es decir, la violencia de género que han sufrido por siempre las mujeres.

En La Zapatera Prodigiosa, no hay violencia entendida como crueldad, agresividad o brutalidad. El propio Lorca explicó que el lado “violento” o “agrio” de la zapatera procede de la lucha del personaje con la realidad que la rodea. El mismo Lorca expresaba: “La zapatera prodigiosa es una farsa simple, de puro tono clásico, donde se describe un espíritu de mujer... y se hace, al mismo tiempo y de manera tierna, un apólogo del alma humana... Yo quise expresar en mi Zapatera... la lucha de la realidad con la fantasía (entendiendo por fantasía todo lo que es irrealizable) que existe en toda criatura... No hay más personaje que ella y la masa del pueblo que la circunda con un cinturón de espinas y carcajadas...”

El teatro de Lorca es un teatro poético, lleno de símbolos, de canciones, de lirismo, en el que cada elemento que él pone sobre el escenario se llena, como pasaba con los elementos de su poesía, de significado, de resonancias, de sugerencias, que conjuga con elementos locales, especialmente andaluces y tomados de la tradición popular (con sus costumbres, sus tradiciones, su vida rural, su cultura popular gitana y flamenca) con lo universal (el destino trágico, el amor, la muerte, la imposibilidad de realización personal, etc.).

Lorca intercala, junto a diálogos y monólogos, elementos líricos y musicales, poemas y canciones, que tienen también mucha importancia para el significado de la obra. Federico fue siempre poeta, aunque cada vez se fue expresando más no solo con la palabra, sino con todos los elementos que entran en una representación: colores, luces, movimientos, decorados, música, etc.

A todos estos elementos, Xiomara Centeno logra darles coherencia con sabor nicaragüense, alcanza un audaz mestizaje de lo español y nicaragüense, respetando lo que el mismo autor señala: " Yo mismo pude poner este mito espiritual entre esquimales. La palabra y el ritmo pueden ser andaluces, pero no la sustancia". En ese sentido, Xiomara, logró fusionar lo español y lo nica con la incorporación de música nacional, cuya creación estuvo a cargo del maestro Pancho Cedeño, como La Mama Ramona, el Grito del Bolo y el cante Anda Jaleo que ayudan a crear una atmósfera de algarabía de las fiestas patronales de nuestros pueblos. No se queda atrás la picaresca nicaragüense con la sabia decisión de la directora de mezclar en los personajes de las vecinas, el carácter "jocoso y fisgón" de estos personajes de nuestros barrios populares y pueblos nicaragüenses.”

La escenografía alcanza un brillo especial de la mano de Donaldo Aguirre, quien realiza una recreación de la obra original del maestro Alfonso Jiménez, realzando el colorido de la obra de Jiménez con el particular mestizaje cultural propio de los pueblos españoles, que a su vez tomaron de los pueblos moriscos.

Finalmente el vestuario, diseñado y confeccionado por estudiantes de la carrera de modas de la Universidad del Valle, revive en parte, la naturaleza andaluza y la sencillez del traje folklórico nicaragüense.

Esta segunda producción de la Compañía Profesional de Teatro, fortalece nuestros propósitos de alcanzar un teatro más profesional, gracias a la Embajada de España en Nicaragua y la voluntad del gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, a través del Teatro Nacional Rubén Darío.

Salvador Espinoza Moncada

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