El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 8 de enero de 2013

LAS INTERPETRACIONES ANTOJADIZAS


Los reyes de la falsedad, se auto erigen los dueños de la verdad; los señores de la guerra y el terror, se presentan como mansos corderos heraldos de la paz ante el mundo; los golpistas, denuncian conspiraciones de golpes de estado en contra de ellos; los mentirosos más grandes del mundo, acusan de mentirosos a los que luchan en contra de ellos. ¿Y quiénes son esos personajes blancos por fuera y más negros que la noche por dentro? Los dictadores del mundo. Los Hitler, los Stalin, los Pinochet, los Somoza, los Castro y los Ortega. Nada tienen que ver entre sí, pero parece que estudiaron en la misma universidad de dictadores porque todos actúan con un común denominador: la ambición desmedida de poder.
Escuchando hablar al vicepresidente Maduro sobre su jefe, pareciera que está hablando sobre el propio libertador de América del Sur y dice las mentiras flagrantes más grandes del momento sin que se le turbe ni siquiera el color de sus mejillas. Miente al poner a su jefe como una paloma herida en el ejercicio de defender la democracia, cuando en realidad es todo lo contrario: herido por el destino inexorable de la vida por destructor de la democracia y propiciador de la corrupción, de la violencia y de la guerra entre hermanos.
Nunca han tomado en serio la Constitución y ahora que les toca cumplir con ella, apelan hasta a las comas mal colocadas para que el moribundo Presidente Chávez asuma el poder aunque sea a control remoto desde su cama en Cuba.
Farsantes irredentos los dictadores del mundo. Ofrecen progreso y recetan atraso y miseria; ofrecen paz y mantienen a sus pueblos al borde de la guerra fratricida; hablan de la verdad y cada palabra que sale por sus bocas son mentiras encapsuladas y endulzadas por las migajas de lo que en derecho le pertenece al pueblo.
No se puede andar con subterfugios con estos engendros del mal. Hay que denunciarlos ante el mundo como lo que son: lobos feroces vestidos de mansas ovejas para llevar a sus pueblos hacia el precipicio de la pobreza endémica sin posibilidades de recuperación.
Respeto. La palabra que quizás más usan en su verborrea demagógica con que engañan al pueblo. Ellos ni siquiera pueden deletrear esa palabra, porque jamás la aplican ni en el cumplimiento de la Constitución, ni en la correcta aplicación de la justicia, ni ante la propiedad ajena, de la cual se apropian según el gusto que le tomen a la propiedad con dueño.
Son traidores a sus seguidores y a sus ideologías. Por eso causa risa y repugnancia la súbita ola de piedad religiosa de los jerarcas cubanos y nicaragüenses y venezolanos, que no les importa burlarse de la fe sencilla del pueblo, para rezar por la salud de sus amos. Los comisarios comunistas de Cuba con velas encendidas en sus manos como señal de rogativa a Dios por la salud de su compinche. Los dirigentes ateos e irrespetuosos de la dictadura nicaragüense, ordenando misas en cadena para pedirle a Dios que no se muera Hugo, el benefactor, no de los pueblos, sino de los dictadores a quienes les alimenta el estómago y sus fortunas escamoteadas al pueblo por la fuerza del aparato militar del país.
Fidel y Raúl le rezan a quien nunca han respetado para que no se les detenga el chorro de petróleo que abusivamente Chávez les regala, ya que esperar que Cuba pague, es esperar que caiga nieve sobre la Habana.
Los clérigos comprados por el poder presidencial de Nicaragua, ofician misas para que la iniciativa del Alba le siga engordando la cuenta a quien los compró por un puñado de dólares manchados por los espasmos del hambre y la enfermedad.
Las Constituciones son bien claras, hasta que llegan los dictadores a implantar sus interpretaciones antojadizas, la más importante: EL DERECHO A ETERNIZARSE EN EL PODER.

Jorge J Cuadra V

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