A LOS PUEBLOS DE
NICARAGUA
El MOVIMIENTO PATRIÓTICO POR LA REPÚBLICA (MPR), en su
última proclama del 18 de octubre del 2012, llama al pueblo a defender con
dignidad su derecho a decidir su futuro, y establece que dada las
circunstancias políticas y jurídicas con que se llevarían a cabo los comicios
municipales del 6 de noviembre de ese
año, no había para qué Votar.
Después de la última farsa electoral, en donde el
mecanismo del sufragio universal libre, directo, y trasparente fue violentado y
manipulado por el CSE a favor del orteguismo, la sociedad nicaragüense afianzó
el conocimiento de que la ilegalidad de todo el aparato del Estado, en sus
diferentes expresiones orgánicas, se ha profundizado; que el estado de derecho y la institucionalidad
han sido anulados por la inexistencia de autoridades legítimas en los distintos
poderes públicos.
Ante esta situación:
Urge cuestionarnos como ciudadanos libres, patriotas y
democráticos: ¿Es legítimo un presidente, un alcalde, una alcaldesa, los concejales
y las concejalas que se impusieron robando tu voto? ¿Por qué hemos de legitimar
sus fraudes? ¿Es ética la actitud de
“hacerse de la vista gorda” ante el robo de los derechos ciudadanos?
¿Se deben acatar las orientaciones administrativas y
políticas que vienen de gobernantes ilegítimos, precisamente porque han robado
tu voto?
Absolutamente no.
Pero tal ilegalidad es permitida, tolerada y
justificadas por sectores cupulares de poderosos empresarios aglutinados en el Cosep,
quienes, a través del engranaje gubernamental, mantienen un enlace de mutuo beneficio
con Daniel Ortega; unión que, cual nuevo
pacto oligárquico, forja nuevas relaciones de poder con la familia gobernante para enriquecerse, apropiase y saquear el esfuerzo
de los trabajadores del campo y la ciudad, de los medianos y pequeños
empresarios. Este pacto Ortega-Cosep salta por encima los derechos humanos de
la mayoría de los nicaragüenses. En este contubernio participan algunos partidos
políticos que sirven de estribos o escaleras a los gobernantes, y apañan el
fraude que violenta la voluntad popular.
El dictador Daniel Ortega, con el control total de los Poderes del
Estado, las violaciones a la Constitución Política y los abusos permanentes de
las leyes, ha desmantelado la institucionalidad democrática y el estado de
derecho, encaminándose aceleradamente hacia un poder absoluto familiar, o sea una dictadura de carácter dinástico.
La dictadura orteguista viola de manera sistemática los derechos humanos
de los nicaragüenses con los despidos masivos de trabajadores del Estado por
razones políticas; el cierre de espacios y la oportunidad de formación y
desarrollo de la conciencia cívica a las organizaciones sociales; las campañas
de intimidación y las agresiones contra los opositores al régimen; la restricción
al derecho de manifestación pública, mediante la intimidación policial y la
agresión de las fuerzas de choque orteguistas; la prisión, la tortura y el asesinato
de opositores, utilizando a la misma Policía Nacional.
Otros cuestionamientos:
Si las leyes no son respetadas por quienes nos
gobiernan, ¿cuáles son los senderos y herramientas para que la población
conserve sus derechos libremente conquistados?
Si la protesta ciudadana, que es constitucional, está
siendo criminalizada por los actuales gobernantes, ¿cuáles son las alternativas
que le quedan al pueblo para expresar su inconformidad?
La lucha cívica organizada, unida y combativa.
El MPR se solidariza con los trabajadores de las
instituciones estatales que son despedidos de sus labores por no responder positivamente
al llamado de afiliación forzada en el partido de gobierno. La militancia
politica es un derecho humano y se ejerce por libre voluntad. Cualquier
insinuación que viole tal derecho es abusiva y debe denunciarse. Y el trabajo
es un derecho que afianza la libertad e independencia de los trabajadores
y, a su vez, defiendan sus facultades
sociales de forjar una familia y contribuir a su sustento.
Los sindicatos oficialistas, para quienes los
gobernantes y los grandes empresarios son sus intocables patronos, no son
capaces ni dignos de encabezar las luchas reivindicadoras de los trabajadores.
El MPR se solidariza y llama a la ciudadanía a solidarizarse con el
sindicalismo independiente y a estimularle en el rescate de los trabajadores controlados
por el oficialismo. El MPR llama a toda la oposición a dejar el miedo que
la paraliza ante el orteguismo y sus
secuaces, y a vencer nuestros propios miedos, el miedo colectivo de nuestros
amigos y familiares.
El MPR, trabajará para que la sociedad se percate y
sea consciente de que los derechos humanos son esenciales en el mantenimiento
del orden y la paz social; que tales derechos deben de defenderse del abuso de
autoridad de los gobernantes de turno; que la Policía Nacional no puede ni debe
seguir ensuciando la autoridad que le da la ley al someter su autoridad al
designio del partido de gobierno, ni de nadie que opere al margen de la ley. La
conducta actual de la PN es sospechosa a los ojos de los ciudadanos, lo que es
grave para la armonía social.
Más cuestionamientos:
¿Vale la pena pagar los impuestos para que se
enriquezcan la clase gobernante y los pactistas del Cosep?
¿Es ético y moral tolerar la corrupción pública
mientras los trabajadores jubilados de la tercera edad luchan para que se les
reconozcan sus derechos?
¿Es correcto
acatar las órdenes, provenientes de autoridades ilegales e ilegitimas?
¿Es correcto ser pasivo ante la tolerancia política de
parte de la ciudadanía comprometida con el régimen neo oligárquico de Ortega, en tanto
Nicaragua se hunde en el atraso político, social e inconstitucional?
¿Vale la pena seguir dando créditos políticos a los
partidos zancudos rebasados por la historia, en tanto las fuerzas políticas y
sociales emergentes son marginadas, ilegalizadas y perseguidas por la dictadura?
¿Por qué las políticas económicas del BID, BM, FMI
hacen más ricos a los ricos y a los pobres más pobres, sin que hagamos nada?
¿Por qué los recursos patrimoniales del pueblo como las aguas, los bosques, las
minas, etcétera, terminan en los bolsillos de las corporaciones financieras,
los grandes bancos, los banqueros y los políticos criollos y foráneos, ante
nuestra pasividad?
No existe transparencia en la administración pública,
este régimen ha fomentado más la corrupción, el tráfico de influencias, el robo
al erario, el despilfarro de los recursos del país, la privatización de la
ayuda venezolana a favor de la familia gobernante, el uso de los recursos
patrimoniales del Estado como hacienda familiar para su propio disfrute y el de
sus allegados. ¿Qué hacer entonces?
¿Es justo admitir los bajos presupuestos nacionales
para la educación y la salud públicas? ¿Está quieta nuestra conciencia
ciudadana tolerando los miserables salarios de hambres de los maestros que
educan a nuestros hijos, responsables del desarrollo futuro de nuestro país?
Si no está en
los planes de Ortega restablecer la democracia y el estado de derecho (Ortega y
su partido son las principales herramientas para establecer y consolidar una
dictadura de partido con hegemonía familiar), ¿nos haremos ilusiones que todo eso
acabará por sí solo, con el tiempo?
Para toda esta situación, ha llegado el momento del
grito libertario con una firme respuesta… ¡BASTA YA!
Basta ya de tanta ilegalidad, de tanta ilegitimidad.
Hora es de enarbolar las banderas de la
patria, por la libertad, la paz, la Justicia
social, la democracia y la República. Es hora de combatir abiertamente
la corrupción y llamar a cada quien por su nombre. Es hora de desconocer al
gobierno dictatorial de Daniel Ortega por ilegal e ilegitimo. Es hora de luchar
para que la ley y el derecho ocupen el lugar que le corresponden en la República
Por lo tanto, afirmamos:
Que continuaremos la lucha politica en el Movimiento
Patriótico por la República en los diferentes lugares del territorio nacional,
disponiéndonos a armonizar esfuerzos que potencien la capacidad del pueblo para
defender su voluntad soberana seriamente golpeada por la voluntad del dictador
Ortega;
Que apoyaremos las protestas sociales y gremiales con
objetivos anunciados con transparencia y honestidad patriótica;
Que estaremos junto a la población en sus reclamos por
la institucionalidad democrática y republicana;
Que no quedara olvidado el latrocinio del actual
régimen, y haremos causa común con los patriotas nacionales que han hecho
objeto político la defensa de nuestros recursos naturales.
Que seguiremos denunciando la violación de los derechos
humanos que se cometa contra cualquiera
en cualquier parte.
EL Movimiento Patriótico por la Republica compromete
su lucha con los anhelos democráticos patrióticos y republicanos donde la
institucionalidad es garantía e igualdad de los derechos humanos.
El Movimiento Patriótico por la Republica reconoce en
la historia de lucha e hitos heroicos de
nuestros pueblos, y en esas experiencias
encuentra las lecciones de patriotismos,
los métodos y formas de organización
para luchar con éxito. El MPR, en la lucha del pueblo encuentra a su maestro y
guía. El MPR no espera mesías para luchar y alcanzar el éxito.
El Movimiento Patriótico por la Republica llama a
practicar la resistencia pacífica y activa a todos los designios abusivos del
dictador Ortega, a practicar la desobediencia civil como recurso legítimo que posee
el pueblo nicaragüense.
EL MOVIMIENTO PATRIOTICO POR LA REPUBLICA (MPR), invita
a todas las fuerzas patrióticas del país, a participar activamente en la
construcción de un movimiento político patriótico, democrático, y republicano,
de cobertura nacional, que aglutine a las distintas organizaciones políticas,
sociales, civiles y comunitarias, cuyo objetivo sea restablecer la
institucionalidad usurpada y abusada por Ortega.
UNIDOS EN LA LUCHA POR
LA LIBERTAD, LA PAZ,
LA JUSTICIA SOCIAL Y
LA DEMOCRACIA.
Managua, 08 de enero de 2013
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