El
17 de Septiembre de 1970 el principal titular de La Prensa decía: CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA SOMOCISTA. Eran los tiempos de Gonzalo Meneses Ocón, Alejandro
Barberena Pérez, Julio Miranda López, Sergio García Quintero.
Con
esa CSJ Anastasio Somoza Debayle, 10 años antes de su ajusticiamiento en
Asunción, Paraguay, controlaba la justicia como dictador de Nicaragua. El
famoso pacto libero-conservador llamado por el pueblo KUPIA KUMI, se aproximaba
a velocidad vertiginosa ante la frustración de un pueblo que había puesto sus
esperanzas en el líder conservador, Fernando Agüero Rocha, que con su oratoria
y su carisma atraía a las multitudes que clamaban por justicia y libertad,
teniendo a su lado al personaje con el que constituía el más formidable
“one-two político opositor de los últimos tiempos, Pedro Joaquín Chamorro
Cardenal. Por ese tiempo, Agüero Rocha estaba a punto de dar la puñalada de
1971 a todos los que lo apoyábamos y seguíamos fielmente.
Se
dio el pacto vergonzoso y el poder absoluto del último vástago de la estirpe
sangrienta, se engrandeció gracias a la traición del líder de la oposición.
En
esa debacle política quedó intacto el prestigio y la valentía del enemigo
inclaudicable de la dictadura y único
cruzado de la causa por la democracia, el director-mártir de La Prensa,
quien no solo permaneció fiel al pueblo democrático de Nicaragua, sino que
arreció su lucha contra el dictador Somoza y sus allegados. Cual látigo de
siete puyas, descarnaba el cuerpo de la dictadura con sus denuncias sobre la corrupción
y la barbarie del dictador Somoza. en sus editoriales de La Prensa y sus arengas
a Las cinco en punto, a través de Radio Mundial.
Hoy,
28 de Noviembre de 2012, bien puede ser el titular principal de La Prensa:
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ORTEGUISTA. Son los tiempos de Rafael Solís Cerda,
Alba Luz Ramos Vanegas, Armengol Cuadra, Francisco Rosales Arguello, Manuel
Martínez Sevilla, con los que el dictador Daniel Ortega Saavedra tiene controlada
la justicia en Nicaragua. Con el libre manejo judicial, logró lo inlograble:
ampararse contra la Constitución de la República porque esta le lesionaba su
derecho a ser reelecto presidente de Nicaragua., hecho que lo prohíbe el
artículo número 147.
La
Constitución es inconstitucional, dictaminaron a gritos los miembros del coro
de ángeles que conforman la Corte Suprema de Justicia Orteguista, caso insólito
digno de Ripley y que quedará para la posteridad como el acto más servil de la
historia judicial del país.
¿Qué
pasa en Nicaragua; que nos pasa a los nicaragüenses? ¿Es que acaso nos atrapó
la onda de una máquina del tiempo que no nos permite salirnos del círculo
vicioso en el cual giramos desde hace más de un siglo?
Nicaragua
vivía el sueño hecho realidad de una existencia republicana, cuando irrumpió la
marea roja de la revolución del 93, con José Santos Zelaya López a la cabeza y
fue en ese momento que Nicaragua quedó atrapada dentro de la máquina del tiempo, de la cual aun no ha
podido salir.
Llegó
Zelaya y siguió Somoza y siguió Ortega, resumiendo 120 años de inmovilidad
progresista y la máquina del tiempo no para de contar.
Jorge
J Cuadra V
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