Monseñor Silvio Báez Ortega, obispo auxiliar de Managua
Por Fabián Medina
Alos 19 años, Silvio Báez dejó a su novia, la prometedora carrera de Ingeniería Eléctrica en la que ya había alcanzado el cuarto año, y enfrentó a su familia para entrar al seminario con vistas a ser un sacerdote carmelita. “Quería ser un curita de pueblo”, confiesa hoy de 54 años, con el título de monseñor y el cargo de obispo auxiliar de Managua. Nada mal para alguien que salió del movimiento carismático, que tanto se critica por su bulliciosa forma de celebrar a Cristo.“Lo que detonó mi vocación fue una experiencia de encuentro con Jesucristo en el Movimiento de Renovación Carismática. Que es denigrado por los aplausos y los gritos, y las cosas, pero yo no me avergüenzo de decir que ahí conocí a Cristo. Es uno de los movimientos de la Iglesia que se puede gloriar de haber dado un obispo”, dice.Actualmente, su voz es una de las más recias en la crítica y denuncia al Gobierno, a tal punto que ocasionalmente su nombre aparece en la lista de “presidenciables”.
::: Cuando anunció su decisión de ser sacerdote, ¿su familia cómo lo tomó?
Lo tomó muy mal. Sobre todo mi mamá. Mi papá nos abandonó a nosotros cuando yo tenía 15 años. Justo en el terremoto. Desapareció de la casa y mi mamá cargó con la educación nuestra. Y cuando manifesté mi deseo de ser sacerdote, mi mamá se opuso casi violentamente. Casi toda mi familia, a excepción de mis hermanos. Y con la oposición de todos fui adelante.
::: ¿Y la novia?
Fue una ruptura muy dolorosa. No olvido la frase que ella me dijo: “Tú te vas por una motivación religiosa, y yo con qué me quedo”. Era una muchacha de fe y lo comprendió.
Plano personal
Silvio José Báez Ortega nació en Masaya el 28 de abril de 1958.
Su padre, de Chontales, los abandonó a temprana edad, y su mamá, de Masaya, profesora, cargó con el hogar de cuatro hijos. Hizo cuatro años de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Centroamericana (UCA) antes de entrar al seminario con los padres carmelitas. Todos sus estudios de sacerdocio los hizo en Costa Rica.
“En el Carmelo encontré tres cosas fundamentales: un ambiente de fraternidad me ofrecía la posibilidad de vivir en una auténtica familia de hermanos; en segundo lugar, me encontré con la posibilidad de un profundo camino de vida interior, el Carmelo tiene en el centro de su vida la oración. Y en tercer lugar, vi que era una congregación que ofrecía una cantidad inmensa de apostolado”.
::: ¿Hubo algún momento de crisis de ese tiempo acá?
Te voy a ser sincero: en el camino de la fe y en el camino de la vocación sacerdotal no faltan dificultades, problemas, desánimos, desilusiones. Pero puedo decir con certeza que desde que tomé la decisión, hasta hoy, nunca he dudado de mi vocación. Nunca he vivido un momento de crisis vocacional que me haya hecho dudar de la decisión que un día tomé con la ingenuidad de la adolescencia. Si volviera a nacer, volvería ser sacerdote y sacerdote carmelita.
::: ¿No extraña tener familia? esposa, hijos...
La vocación sacerdotal me abrió un horizonte nuevo que me hizo ampliar el concepto de familia. Descubrí el concepto de paternidad espiritual que es lo que le da sentido a la paternidad biológica.
::: ¿El celibato lo considera imprescindible para el sacerdocio?
Hay que distinguir el celibato sacerdotal que se le pide al sacerdote diocesano y otra cosa es el voto de castidad que hace el religioso. En el caso mío, como religioso, fue una decisión personal. Los religiosos optamos por una vida de castidad semejante a la que llevó Jesús. Es posible vivir célibe y encauzar la sexualidad a través del amor, de tal manera que abarque más allá de lo que es la relación matrimonial con la intimidad sexual y la paternidad biológica en una familia.
::: ¿Es imprescindible para el ejercicio sacerdotal?
En este momento la normativa de la Iglesia es muy clara. No puede existir el sacerdocio sin el celibato. Pero la vida de la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo y no se sabe qué puede pasar en el futuro.
::: Según algunas encuestas, la población evangélica viene creciendo en Nicaragua y la católica disminuyendo.
Los obispos tenemos nuestras dudas acerca de esas estadísticas. No creemos que en este momento la Iglesia católica esté disminuyendo en número y que se esté dando un paso masivo a la Iglesia protestante. No creemos. Hay casos. Y a lo mejor en este momento es más fuerte que en otros tiempos, pero no creemos que este sea un problema grave. Creo que hay grupos de poder en Nicaragua interesados en hacer ver que la Iglesia es débil. Y basta ver cómo hay pastores protestantes que se han acercado a estos grupos de poder, y a partir de ese acercamiento, que curiosamente, los grupos de poder no lo han querido con la Iglesia católica, de ahí ha venido esta idea que no es del todo verdadera.
::: Pero también se ve un proceso de seducción desde el poder en la Iglesia católica, a tal punto que ya hay sacerdotes considerados “oficialistas”.
El fenómeno es real. En los últimos años la posición de la Conferencia Episcopal de Nicaragua ha sido coherente y muy clara. Hemos denunciado con claridad una situación social y política que no le está haciendo bien ni al presente ni al futuro de la nación. Nos damos cuenta que en algunas Diócesis hay sacerdotes que por diversos motivos y en distinta intensidad no siguen estas orientaciones o este tipo de visión que tiene la Conferencia Episcopal. Es un fenómeno que los obispos lo reflexionamos cuando nos juntamos, y es un problema que nos preocupa. Con algunos hemos hablado directamente. A algunos se les ha llamado la atención. Yo personalmente, a algunos, y algunos de los más famosos que aparecen en televisión y tal, yo les he llamado la atención fuertemente como hermano mayor, como pastor. Me han prometido cambiar, me han prometido bajar la intensidad, me han prometido ser más fieles a la Iglesia, pero una o dos semanas lo cumplen y luego vuelven a las mismas andanzas.
::: ¿Qué explicación le dan ustedes a esos cambios de pensar tan vertiginosos que muestran algunos sacerdotes?
A muchos casos no les encontramos explicación. En otros casos hemos pedido explicación. La explicación que ellos nos dan es: Sí, estamos con ustedes, pero nosotros vemos también otras cosas. El problema es muy complejo. Ahí se mueven intereses de todo tipo. Es un mundo oscuro que a los obispos nos preocupa. Pero nos preocupa hasta cierto punto, porque es mínimo el número de sacerdotes que actúa de esa manera.
::: Es que cuando no hay explicación se especula. Y se habla de compra de conciencias, chantajes
Yo he tenido, y lo puedo denunciar, información de algunos sacerdotes que el Gobierno les ha ofrecido dinero limpio para que lo usen, sin dar cuentas. Esa es una de las explicaciones. En algunos casos, a algunos párrocos les he dicho no pidan ayuda al Gobierno. Mejor no tener un campanario o no tener el salón arreglado, que hipotecar la libertad de la conciencia y el valor de hablar en nombre del evangelio. Eso vale más que cualquier cosa. Hay sacerdotes muy fieles que te llaman y te dicen: Mire, me están ofreciendo tanto para la parroquia. No, no lo acepte. Sea libre y manténgase usted con libertad para hablar en nombre de Jesucristo. Hay un caso, en una Diócesis, que el obispo les prohibió a los sacerdotes recibir cualquier tipo de prebenda, de ayuda gubernamental. Uno de ellos le llegó a decir: Pero fíjese que a mí ya me dieron. Vaya a devolverlo. Y lo fue a devolver. Hay de parte nuestra una cierta preocupación acompañada de una cierta comprensión también, y queremos pensar que hay buena intención en los sacerdotes, aunque no negamos que pueda haber intereses oscuros por detrás.
::: ¿Ha influido la figura del cardenal Obando en la seducción de estos sacerdotes?
Probablemente estar al lado del Gobierno ha estimulado y ha hecho menos escandaloso que estos sacerdotes se distancien de las posiciones de la Conferencia Episcopal, porque el cardenal también está apoyando las políticas del Gobierno sin hacer la menor crítica de ningún tipo. Sí, probablemente sí...
::: ¿Y han hablado con el cardenal Obando alguna vez sobre esto?
La Conferencia Episcopal como tal, te lo digo como secretario general, no tenemos relación con él, absolutamente.
::: Ustedes han criticado el uso de los símbolos religiosos cristianos en la propaganda gubernamental ¿Por qué?
Aquí no es la lucha por la fe, sino por los símbolos que expresan la fe. Y lo están usando no para expresar sino para ganarse adeptos o para hacerse simpáticos, o para hacerse ver como que no están persiguiendo a la Iglesia, que al contrario, que a veces son más iglesia que la Iglesia. Yo he oído unos discursos a mediodía en los canales oficialistas que parecen homilías parroquiales, y mencionan más a los Santos y lenguaje religioso que muchos sacerdotes. Lo que está de fondo es un problema bien profundo. Hay un concepto de divinidad equivocado. Cuando uno concibe la divinidad como el poder absoluto, Dios es omnipotente, lo puede todo, Dios es omnisciente, lo sabe todo, Dios es omnipresente, está en todos lados... Si yo tengo esa imagen de Dios y yo tengo el poder, y también quiero ser omnipotente, que lo puedo todo, omnipresente, estoy en todas las calles, y omnisciente, lo sé todo, y tengo solución para todo, indudablemente viene a producirse un fenómeno que es verdaderamente escandaloso. Y es hacer que de alguna manera se vea que la divinidad se ha encarnado en ese poder humano.
Fijate en una cosa: ¿Cuál es la frase que acompaña a las Purísimas del Gobierno? “Victoria, victoria, María triunfó! Una María que triunfa, victoriosa. De nuevo es la encarnación del poder divino o de la divinidad como misterio en esa estructura sociopolítica. Eso es lo grave. La famosa frase que están utilizando: “Bendecidos, prosperados y en victoria. Todas son frases triunfalistas, el Dios que está detrás es un Dios de triunfo, un Dios de victoria, un Dios que te hace prosperar. Vos creés en él y vas a tener más, y vas a hacer más y vas a poder más. ¿Cuál es el problema de esto? Que no es el Dios cristiano. Algo que le falta a esta manipulación religiosa del Gobierno, y ahí está su punto débil, nunca aparece Cristo crucificado. Para la fe cristiana, nuestro Dios, el Dios de la Biblia, se ha revelado como en ninguna otra ocasión en la muerte de Cristo. Ahí Dios se despoja de sí por amor, pierde poder, y en la cruz se muestra un Dios débil por amor. La gran victoria de Dios es el sacrificio de sí. Entregar su propia vida por el enemigo, por el pecador. ¿Por qué no hacen alusión al crucifijo? Es que el crucifijo pone en crisis el poder.
::: Si no es el Dios cristiano, ¿de qué dios estamos hablando?
De una divinidad genérica que tiene como característica la omnipotencia. Este dios claramente calza en una estructura de poder que quiere ser omnipotente.
::: ¿Usted está diciendo que hay un proceso de endiosamiento de Daniel Ortega?
Yo no sé si conscientemente, pero de modo inconsciente han encontrado en el dios omnipotente una figura religiosa para justificar sus intenciones de establecer un poder absoluto y total en Nicaragua, en todos los campos, en todos los sectores, en todos los poderes. Es muy fina la manipulación religiosa.
::: ¿Y en esa manipulación religiosa también perciben una mezcla de elementos religiosos cristianos con elementos religiosos extraños?
Indudablemente. Ese es otro problema. Se crea una especie convicción de que las fuerzas de la naturaleza ejercen un cierto influjo sobre los seres humanos, ese culto a la madre tierra, a la naturaleza, de energía cósmica, símbolo que algunos estudiosos del país los han descifrado... El árbol, por ejemplo, en muchas religiones, naturalistas, cósmicas, que no son religiones histórico proféticas como la cristiana, la judeocristiana, el árbol es un símbolo religioso. El árbol es un signo de la tierra que produce poder y eleva algo hacia arriba, y Managua está llena de árboles todo el año, y árboles llenos de luz. Hay un sincretismo religioso escandaloso.
::: ¿Y qué efectos tiene eso en la población?
Si la gente no abre los ojos vamos a ir cayendo en una especie de adormecimiento y sobre todo el creyente va a ir perdiendo lucidez para darse cuenta qué es lo verdaderamente cristiano. Para mí la clave, y lo más grave de este asunto, es la ausencia de la cruz. Y vos ves que cuando llega la Semana Santa lo que celebran son los aspectos culturales, las procesiones, pero el discurso del crucificado, que es el centro del cristianismo, está ausente en una manipulación que se hace de la religión para mostrar que se ha encarnado en este poder.
::: ¿Los obispos han hablado con el Gobierno de estos temas?
No. Absolutamente. El gobierno sandinista nunca ha querido dialogar con la Conferencia Episcopal. Los obispos, algunos, me incluyo, hemos recibido de parte del Gobierno, yo personalmente recibí de parte de doña Rosario (Murillo) una llamada telefónica hace año y medio, dos años, después que di unas declaraciones en Canal 4 reconociendo algunas cosas buenas que se han realizado en estos años, si tampoco cerramos los ojos o somos enemigos del gobierno sandinista.
Nosotros como obispos hemos decidido en la Conferencia Episcopal: o dialogan con todos o no nos prestamos ninguno a dialogar por separado. Además, porque los problemas que podemos dialogar son problemas nacionales. Y hemos puesto otra exigencia: con una agenda abierta en donde se traten todos los problemas, sobre todo el problema institucional que creemos que es el más grave en Nicaragua. Y una agenda pública. Que los medios estén presentes y oigan lo que dialogamos. Jamás hemos tenido respuesta.
::: Su voz es una de las más recias en la Conferencia. Y en ocasiones se le menciona en listas de “presidenciables”. ¿Usted alguna vez se ha visto participando de futuro en política?
No. Absolutamente. Es algo que te quiero dejar claro. Yo no soy un político. No estoy de parte de ninguna asociación de la sociedad civil ni tengo relación con ningún organismo de la sociedad civil ni estoy alineado con ninguna ideología. Se lo dije por teléfono a doña Rosario Murillo. De mí han dicho barbaridades los medios oficialistas. Calumnias escandalosas. Hasta absurdas, pero yo no tengo ningún interés en política y mi único interés es servir en nombre del evangelio y como hombre de fe y de Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario