Las autoridades de El
Salvador asumieron la responsabilidad por la masacre de centenares de personas,
entre las que había niños, en la aldea de El Mozote en 1981. La cruel
operación de las tropas gubernamentales fue uno de los episodios más
sangrientos de la guerra civil de 1980-1992.
La declaración
del Ministerio de Exteriores de El Salvador es respuesta al veredicto
acusatorio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, publicado el 10 de
diciembre. Esta fecha no fue escogida casualmente: los trágicos acontecimientos
tuvieron lugar en fechas como estas pero hace más de treinta años. "En
coherencia con la posición mantenida por la actual administración en lo
concerniente al deber del Estado salvadoreño en el marco del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, del cual forma parte, reconoce dicha
Sentencia, así como la responsabilidad estatal en este caso", - se dice en
el sitio del
Ministerio de Exteriores de la república.
La brutal
represión, el número de cuyas víctimas, según diveros datos, varía entre
cuatrocientos y mil personas, salió a la luz pública internacional tan solo al
cabo de ocho años después de cometida. En 1990 el campesino Pedro Chicas
Romero, desesperado de encontrar justicia en su país, cuyas autoridades negaban
durante muchos años su complicidad en el crimen, envió una queja a la ONU. En
esta exigió investigar el asesinato de los miembros de su familia en El Mozote.
A las averiguaciones se incorporaron arqueólogos que, pasados dos años,
descubrieron entierros masivos tanto en la propia aldea como en sus
alrededores.
Los cuerpos,
entre ellos de mujeres y niños, presentaban huellas de una muerte
violenta. Al horrendo hallazgo se le añadieron los testimonios de la
habitante local Rufina Amaya, una de los pocos que sobrevivieron en aquellos
días de diciembre y que falleció en 2007, sin poder presenciar el proceso
contra los asesinos de su marido y de cuatros hijos suyos.
Por primera vez
las autoridades presentaron sus disculpas oficiales tan solo en este año. El 16
de enero el Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, se drigió a los
parientes de las víctimas y dio a conocer los nombres de militares de altos
grados culpables de la violencia en la aldea de El Mozote. Mencionó como
responsables de la matanza al teniente coronel Domingo Monterrosa Barrios, el
lugar teniente José Azmitia y el teniente coronel Natividad de Jesús
Cáceres.
Por lo visto el
caso se movió del punto muerte rumbo al juzgado. En la última declaración del
Ministerio de Exteriores las autoridades prometieron resarcir a los afectados y
a sus familias el daño "moral y económico". "Ya lo estamos
llevando adelante con algunas acciones en este caso, en la medida de nuestras
posibilidades y dentro de las competencias del Órgano Ejecutivo", reza el
texto del mensaje. Como compensación el Estado debe pagar cerca de
dieciocho millones de dólares.
Recordemos que
durante la guerra civil en El Salvador perecieron más de setenta y cinco mil
personas, cerca de un millón se convirtió en refugiados.
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