Artículo sobre el Festival Internacional de Poesía de Granada

León de la Torre Krais

Ya de cabeza en los preparativos del IX Festival Internacional de Poesía de Granada (FIPG) me parece oportuno hacer un alto y reflexionar sobre lo que para Nicaragua supone esta extraordinaria iniciativa cultural.

Hace diez años un grupo de poetas e intelectuales de gran prestigio idearon un encuentro dedicado a la poesía, en un país que tantas glorias ha dado a las letras españolas. Aglutinados por Francisco de Asís Fernández Arellano, “Chichí”, emprendieron una aventura que, edición tras edición, se ha consolidado como un referente de la agenda cultural de Nicaragua, de Centroamérica y con vocación universal.

En la bella y colonial ciudad de Granada se dan cita en el mes de febrero poetas venidos de todos los confines del mundo para durante una semana, ofrecer sus versos, intercambiar experiencias y crear así un espacio y un momento dedicados plenamente a la cultura. Alrededor de esas fechas la ciudad bulle de visitantes y de actividades culturales complementarias y hoy el FIPG es reconocido como un motor de la vida, también económica, de Granada.

Bajo un lema y con cada edición dedicada a un poeta destacado de Nicaragua, la poesía se adueña de Granada y Nicaragua cuenta con un escaparate al mundo impagable para dar a conocer sus autores, su riqueza cultural y patrimonial y en general promover su visibilidad internacional.

En las ya ocho ediciones celebradas se han congregado unos 1,000 poetas de 100 países, de todas las culturas, de todas las ideologías, de tantos idiomas y formas de expresión, que el FIPG es ya indiscutiblemente: la cita poética del mundo.

También ha trascendido su lugar de celebración original, Granada, y se organizan ya numerosas sesiones y actividades en Managua, León y otras localidades, por lo que es acertado considerar al FIPG como el Festival Internacional de Poesía de Nicaragua. Durante todo el año el FIPG auspicia los “encuentros del autor y su obra” que se celebran en el INCH-Centro Cultural de España.

Es por ello motivo de satisfacción que en la estela del FIPG surjan otras iniciativas regionales que también quieran potenciar la poesía de Nicaragua, siguiendo el modelo y aprovechando la dinámica generada por la feliz iniciativa de nuestro querido “Chichí”, siempre con el objetivo de sumar y no de restar, ya que el esfuerzo que Nicaragua realiza con el FIPG no permite duplicidades.

Desde 2011 soy presidente de honor del FIPG en reconocimiento al decidido apoyo que España ha prestado desde sus inicios a esta actividad cultural y creo poder afirmar que las razones de su éxito radican fundamentalmente en tres razones:

—Una alianza público-privada que sustenta el FIPG, un ejemplo de cómo se combinan los apoyos, el  institucional básico del Estado a través de los fondos del Intur y de la Asamblea Nacional, del sector privado, de la generosa cobertura de los medios de comunicación y de la colaboración destacada de las Embajadas amigas y participantes. No sería posible un FIPG si faltara alguno de estos cuatro pilares que lo sustentan.

—La transparencia en la gestión del FIPG por parte de la junta directiva, tanto en la selección de invitados extranjeros, como en la administración de los recursos recibidos. Sin esa gestión responsable y revisable tampoco se podría sostener en el tiempo una iniciativa de este tipo.

—El carácter apolítico del FIPG, que edición tras edición ha sabido mantenerse alejado de las naturales diferencias políticas internas y tener una visión global del compromiso de los autores con los grandes retos que enfrenta la Humanidad. También en este punto creo que si el FIPG se utilizara como altavoz para el debate político o rencillas internas, sería el fin del mismo.

Emprendemos por tanto con satisfacción la organización de esta novena edición, año en que el FIPG volverá a ser candidato al premio Príncipe de Asturias de las Letras y de la Concordia y tenemos en el horizonte su décima convocatoria, que estará dedicada a Rubén Darío, una celebración que ya está en la agenda mundial de la cultura.

Animo a todos a que sigan apoyando al FIPG y por supuesto, que vengan y lo disfruten en febrero. 

El autor es Embajador de España en Nicaragua