A diferencia de otros candidatos despojados de sus votos, Procopió, los candidatos
electos por el pueblo de Darío y Matiguás, dicen que su moral no les permite
rebajarse a concejal…
Tienen razón, Procopiá, pues es muy difícil pasar de cura a sacristán, y peor
si es por orden de falsos obispos… ¡y cacha-votos verdaderos!
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Y hablando de alcaldes y concejales, Procopió, para gastos de los seis mil que recibirán
sus cargos, el país tendrá que invertir millonadas de córdobas…
Recibirán
de todo, como en Purísima, Procopiá, y sus
dietas serán muy extrañas, pues con las dietas… ¡los flacos hasta gordos
se volverán!
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Y
los que ya son gordos, Procopió, con las dietas a cuenta de los contribuyentes
más gordo se harán…
No importa que los alcaldes y concejales
flacos se engorden ni que los gordos se engorden más, Procopiá: el problema… ¡es
la dieta de hambre de los pobres contribuyentes que además son contribuyentes
pobres!
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