Por Eddy Kuhl
En
estos tiempos vemos el árbol de Navidad por todas partes pero es bueno
saber como fue el primer árbol de Navidad que llegó a Managua.
En
Alemania el árbol de pino para Navidad era una costumbre antigua,
especialmente en el sur donde abundan los pinos, es decir en Bavaria y
Selva Negra
.
En
Granada, Masaya, León y Managua habían Alemanes viviendo desde los
años 1850´s como los Tefel, Jacoby, Salomon, Wolf, Tuckler, Seidel,
Schmidt, Nordhalm, Adam, Bautz, etc., pero en esos lugares no tenían
acceso a árboles de pino para usarlos en Navidad.
Por
otro lado, allá por el año 1888 vino a Matagalpa, atendiendo la
invitación para desarrollar el cultivo del café en Matagalpa que había
hecho en 1878 el gobierno del Presidente Pedro Joaquín Chamorro, un
joven alemán llamado Alberto Vogl Schedlbauer, era de una religión
llamada Católica Vieja de Bavaria, muy similar a la Católica Romana, que
se practicaba al Sur de Alemania, aquí en Matagalpa casó con la joven
Rosenda Baldizón, hija de la pareja de Matías Baldizón quien había sido
Prefecto del Departamento en varias ocasiones y de la “Bella- Meta”
Molina Zeledón.
La
Nicaragua del siglo XIX era muy conservadora, como se pueden imaginar,
entonces se celebraba las navidades solamente con el Nacimiento. Estos
inmigrantes y sus familias en Matagalpa, lo hacían además del nacimiento
con un árbol de pino adornado con motivos atractivos a los niños.
Don
Alberto y Rosenda así lo celebraban en su casa en Matagalpa o en su
finca La Bavaria en el cerro de Yucul, cuando vino su amigo Otto Kühl en
1891 fabricó de madera el Nacimiento compuesto por el Niño, San José,
La Virgen, y los adornos imitando angelitos, vaquitas, burritos,
estrellas, Reyes Magos y camellos, como acostumbraban en Alemania.
El
día 24, en víspera de la Natividad, el árbol estaba lleno de regalos
para todos los hijos y nietos, la puerta de la sala se abría
misteriosamente ante la curiosidad de los niños, que encontraban el
Nacimiento del Niño Jesús y el árbol de Navidad, rodead con decenas de
regalos, especialmente para los niños.
El
Santa Claus era la versión original alemana, es decir un obispo que
vestía de rojo con el gorro, o tiara de dos picos de los obispos, y un
bastón largo curvado en parte superior. Esa era la réplica del famoso
obispo de Anatolia en la edad media llamado San Nicolás, que en alemán
era Nicklaus, después abreviado a Santa Claus, según la tradición solía
hacer regalos a los niños con ocasión de Navidad.
Cuando
la segunda hija de Alberto y Rosenda de nombre Elsa Vogl casó con el
Dr. Alejandro Stadthagen, también de origen alemán, se mudaron a vivir a
Managua, pues Stadthagen representaba a Matagalpa como Senador, además
allí ejercía su profesión de Odontología que había estudiado en
Filadelfia, al acercarse la Navidad, don Alberto pensó que su hija
extrañaría las navidades de Matagalpa, no hallaba como enviarle un
árbol de pino del cerro de Yucul. Habiéndose enterado de ello Santos
Obregón, indio de Yucul que trabajaba con don Alberto, se ofreció a
llevarlo a pie hasta Managua, pues en carretas o a lomo de mula podría
dañarse, así lo hizo. Santos recorrió cuatro días a pie desde la finca
Bavaria hasta Managua, y le hizo llegar el árbol a Elsa, gracias ese
gesto maratónico de Santos Obregón se dio el primer Arbol de Navidad de
pino en Managua, ese fue el año 1923.
Para
información de los que creen que el árbol es algo pagano, y que se ideó
para suplantar el Nacimiento, sirva esta historia para que sepan que es
un complemento muy bonito a las Navidades Cristianas, así lo es también
el verdadero Santa Claus quien fue un obispo de la Iglesia de
principios de era cristiana.
Mientras
tanto en Estados Unidos otro inmigrante alemán de nombre Thomas Nast
(nació en 1840 Landau, trabajó para Harper´s Weekly, e Illustrated News,
en Nueva York. Nast murió en 1902 en Ecuador siendo embajador de EEUU).
Nast había transformado la figura del obispo Santa Nicklaus en una
figura comercial representado por un señor gordo, bonachón vestido de
rojo, que viajaba en un trineo halado por renos del Polo Norte. a
repartir regalos a los niños, mientras que en Nicaragua se conservó la
versión original del santo obispo Cristiano que en realidad existió.
Estas
familias matagalpinas, ya su quinta y sexta generación, continúan
celebrado las Navidades de la misma manera, tanto en Matagalpa,
Jinotega, Managua, o donde se encuentren.
Cuando
leyó este borrador Marlene Hayn, nieta también de Alberto Vogl, me
contó otra anécdota complementaria, dice que su abuelo también enviaba
árbol de pino a su mamá, Meta Vogl de Hayn, allá por 1923.
En
este caso Santos tenía que pasar con el árbol por el pueblo de San
Ramón, pero existía un problema, y era que allí los resguardos del
cuartel exigían un Permiso Oficial de carga a los paisanos que bajaban
de la montaña. Don Alberto había enviado de Matagalpa una nota escrita a
Santos en La Bavaria, pidiéndole que le llevara el árbol a Matagalpa,
pero que tuviera cuidado de no parar por San Ramón, pues allí la
guardia le podía quitar el árbol, le pedía en el papel que mejor se
viniera por el camino de Los Congos. Santos que no sabia leer pensó que
la nota era el permiso que requerían en San Ramón.
Muy
confiado venía Santos para Managua, al pasar por San Ramón un soldado
le hizo el alto, le llevó al puesto que era una choza de paja, allí su
jefe le dijo que si no sabia que necesitaba un permiso de la Alcaldía
para llevar ese árbol, Santos le dijo que él llevaba el permiso, sacó
debajo de su cotona el papelito de don Alberto, porque allí los soldados
eran unos necios, y que solo querían mordida. El guardia agarró el
papel, y poniéndolo primero al derecho y después al revés como si
estuviera leyendo para impresionar a Santos. Después de unos minutos,
con voz muy autoritaria y magnánima, le dice: “Toma pues mozo, tu
permiso está correcto, continuá tu camino hom…”.
FIN
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