El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 15 de diciembre de 2012

LOS PEREZ Y LOS VARGAS


Las columnas centrales del PARTIDO CONSERVADOR

Fruto Chamorro Pérez: Padre de la República, es el fruto de la unión libre de Don Pedro Chamorro Arguello y de una tal Josefa Pérez, concebido durante su estancia en Guatemala por razones de estudio, entre 1803 a 1807. En efecto, José Fruto Pérez nació en Guatemala en 1805.
Don Pedro regresó al terruño a reincorporarse al mundo social, económico y político que fluía a lo largo de la calle más famosa, más poderosa y de más prosapia en la Nicaragua del siglo XIX: La Calle Atravesada.
Los vientos de la disolución anárquica desatada a raíz de la independencia,  cobró su primera víctima en la persona de Don Pedro, por lo cual le pidió a su esposa, doña Josefa Margarita Alfaro, que enviara a Guatemala por Fruto Pérez, para que se mudara a Granada a hacerse cargo de los negocios de la familia Chamorro-Alfaro. Estos acontecimientos se daban en 1824, poco antes de la muerte de Don Pedro. En 1827 arriba a Granada el joven vástago de la rama torcida de Don Pedro Chamorro Arguello y no solo se hace cargo de los negocios del plutócrata de la calle Atravesada, sino que se encarga de la educación de sus seis hermanos, entre ellos, Pedro Joaquín Chamorro Alfaro, uno de los destacados presidentes del  período de los 30 años, de 1875 a 1879.
Lo sorprendente del caso es que un hijo natural, como llamaban a los hijos fuera de matrimonio, hijo de una mujer sin clase social y de Guatemala, no solo haya sido aceptado en el seno de la más rancia oligarquía granadina, sino que haya llegado a ser el factótum de la plutocracia y patriarca indiscutible del partido Conservador.
¿A quien se debe tan inusual circunstancia en pleno siglo XIX, cuando solo los de pedigree inmaculado podían habitar en la Calle Atravesada, optar a cargos oficiales y por supuesto ocupar la presidencia de la República? ¿A la influencia poderosa de Don Pedro Chamorro Arguello, miembro natural de la aristocracia granadina, o a las cualidades sobresalientes, más la personalidad impactante del joven de apellido Pérez, que adoptó el Chamorro a ruego e insistencia de la viuda de Don Pedro? Misterios sin resolver que quedan para la historia como prueba de superación personal.
¿Y la abuela de la República, la mujer humilde de Guatemala de cuyo vientre emergió el fundador del partido con el lema de: DIOS, ORDEN Y  JUSTICIA y primer presidente de Nicaragua, que se hizo? ¿Acaso se la tragaron las tinieblas del olvido en las tierras del quetzal, o sus restos reposan en el cementerio cargado de lustre y de historia de la ciudad que conquistó el fruto de sus amores furtivos, al lado de FRUTO, el padre de la República?  Que sean los historiadores los que respondan esta pregunta.

Emiliano Chamorro Vargas: El último caudillo de América, nació en Acoyapa, Chontales de la unión extra marital de Don Salvador Chamorro, de Granada y de Dña. Gregoria Vargas Báez de Chontales. Era hijo ilegítimo, como se les llamaba a los hijos concebidos al amparo de la oscuridad, es decir, a escondidas. Sin embargo, a Emiliano le dieron el Chamorro desde que abrió los ojos y quedó para la historia como, Emiliano Chamorro Vargas, alias el cadejo.
Al igual que Don Fruto, el General Chamorro se codeó con la crema y nata de los de la Calle Atravesada, fue Presidente de Nicaragua dos veces, una de facto y fue el jefe absoluto del Partido Conservador por más de cincuenta años. Todo eso a pesar de no pertenecer a la oligarquía conservadora.
Pese a sus grandes errores, como el golpe de estado de 1925 al gobierno del Presidente conservador, Carlos José Solórzano y el Pacto de los Generales con Anastasio Somoza García en 1950, con el que se consolidó la dictadura somocista, jamás perdió su hegemonía como jefe único del partido de la bandera verde, ni nadie intentó arrebatarle ese liderazgo ganado en las revoluciones contra la dictadura de José Santos Zelaya.
Murió en Managua en 1966, a los 93 años de edad y pasó a la inmortalidad con el nombre de, El último caudillo de América.
Sin duda alguna, si hay un Partido Conservador legendario y poderoso, está sostenido por dos columnas centrales: PEREZ Y VARGAS

Jorge J Cuadra V

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