Las
columnas centrales del PARTIDO CONSERVADOR
Fruto Chamorro Pérez: Padre de la República,
es el fruto de la unión libre de Don Pedro Chamorro Arguello y de una tal
Josefa Pérez, concebido durante su estancia en Guatemala por razones de
estudio, entre 1803 a 1807. En efecto, José Fruto Pérez nació en Guatemala en
1805.
Don
Pedro regresó al terruño a reincorporarse al mundo social, económico y político
que fluía a lo largo de la calle más famosa, más poderosa y de más prosapia en
la Nicaragua del siglo XIX: La Calle Atravesada.
Los
vientos de la disolución anárquica desatada a raíz de la independencia, cobró su primera víctima en la persona de Don
Pedro, por lo cual le pidió a su esposa, doña Josefa Margarita Alfaro, que
enviara a Guatemala por Fruto Pérez, para que se mudara a Granada a hacerse
cargo de los negocios de la familia Chamorro-Alfaro. Estos acontecimientos se
daban en 1824, poco antes de la muerte de Don Pedro. En 1827 arriba a Granada
el joven vástago de la rama torcida de Don Pedro Chamorro Arguello y no solo se
hace cargo de los negocios del plutócrata de la calle Atravesada, sino que se
encarga de la educación de sus seis hermanos, entre ellos, Pedro Joaquín
Chamorro Alfaro, uno de los destacados presidentes del período de los 30 años, de 1875 a 1879.
Lo
sorprendente del caso es que un hijo natural, como llamaban a los hijos fuera
de matrimonio, hijo de una mujer sin clase social y de Guatemala, no solo haya
sido aceptado en el seno de la más rancia oligarquía granadina, sino que haya
llegado a ser el factótum de la plutocracia y patriarca indiscutible del
partido Conservador.
¿A
quien se debe tan inusual circunstancia en pleno siglo XIX, cuando solo los de
pedigree inmaculado podían habitar en la Calle Atravesada, optar a cargos
oficiales y por supuesto ocupar la presidencia de la República? ¿A la
influencia poderosa de Don Pedro Chamorro Arguello, miembro natural de la aristocracia
granadina, o a las cualidades sobresalientes, más la personalidad impactante
del joven de apellido Pérez, que adoptó el Chamorro a ruego e insistencia de la
viuda de Don Pedro? Misterios sin resolver que quedan para la historia como
prueba de superación personal.
¿Y
la abuela de la República, la mujer humilde de Guatemala de cuyo vientre
emergió el fundador del partido con el lema de: DIOS, ORDEN Y JUSTICIA y primer presidente de Nicaragua,
que se hizo? ¿Acaso se la tragaron las tinieblas del olvido en las tierras del
quetzal, o sus restos reposan en el cementerio cargado de lustre y de historia
de la ciudad que conquistó el fruto de sus amores furtivos, al lado de FRUTO,
el padre de la República? Que sean los
historiadores los que respondan esta pregunta.
Emiliano Chamorro Vargas: El último caudillo de
América, nació en Acoyapa, Chontales de la unión
extra marital de Don Salvador Chamorro, de Granada y de Dña. Gregoria Vargas
Báez de Chontales. Era hijo ilegítimo, como se les llamaba a los hijos
concebidos al amparo de la oscuridad, es decir, a escondidas. Sin embargo, a
Emiliano le dieron el Chamorro desde que abrió los ojos y quedó para la
historia como, Emiliano Chamorro Vargas, alias el cadejo.
Al
igual que Don Fruto, el General Chamorro se codeó con la crema y nata de los de
la Calle Atravesada, fue Presidente de Nicaragua dos veces, una de facto y fue
el jefe absoluto del Partido Conservador por más de cincuenta años. Todo eso a
pesar de no pertenecer a la oligarquía conservadora.
Pese
a sus grandes errores, como el golpe de estado de 1925 al gobierno del
Presidente conservador, Carlos José Solórzano y el Pacto de los Generales con
Anastasio Somoza García en 1950, con el que se consolidó la dictadura
somocista, jamás perdió su hegemonía como jefe único del partido de la bandera
verde, ni nadie intentó arrebatarle ese liderazgo ganado en las revoluciones
contra la dictadura de José Santos Zelaya.
Murió
en Managua en 1966, a los 93 años de edad y pasó a la inmortalidad con el
nombre de, El último
caudillo de América.
Sin
duda alguna, si hay un Partido Conservador legendario y poderoso, está
sostenido por dos columnas centrales: PEREZ Y VARGAS
Jorge J Cuadra V
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