La
Comisionada mayor y jefa de la Policía Nacional, Aminta Granera Sacasa, así lo
afirma en sus pomposas ruedas de prensa vistiendo su uniforme de gala cuajado
de condecoraciones, lo que la asemeja a un Almirante victorioso de los siete
mares. “El muro impenetrable que Nicaragua junto a las demás naciones del
continente latinoamericano, incluyendo República Dominicana, así lo demuestra.”
Las
palabras suenan como las campanas de la victoria, pero la realidad, en lo que
respecta a Nicaragua, es muy diferente y falsa.
La
mayor hazaña de las fuerzas armadas nicaragüenses, son los numerosos quiebres
que por mar y tierra le propinan al narco tráfico. Las persecuciones por mar
contra lanchas rápidas cargadas de cocaína, la que logran decomisar Caribe
adentro, junto con los cabezales caleteados que interceptan antes de que
abandonen el territorio nacional, son en verdad triunfos para el Ejército y la
Policía. ¿Pero cuanto significan esas cantidades
de cocaína, si las comparamos con las que logran pasar a través del espacio
marítimo y terrestre nicaragüenses? Es bueno mencionar los cálculos que los
expertos hacen. Ellos dicen que por cada kilo de cocaína que decomisan, logran
pasar 10. Y es que el narco tráfico internacional es tan poderoso, que compran aviones
comerciales de gran tamaño para usarlos una sola vez en el transporte de miles
de kilos, dejándolos abandonados en la pista clandestina. Recordemos el
entierro de una avioneta bimotor que aterrizó cargada de droga en las
inmediaciones de Montelimar y que por las condiciones de la pista no pudo
levantar, optando por enterrarla para no dejar señales acusatorias. Para
enterrar una avioneta de ese tamaño se tuvo que necesitar equipo pesado: grúas,
excavadoras, tractores Caterpillar y mucho apoyo logístico. La policía encontró
el entierro, pero acaso se supo algún día de donde salió tanto equipo pesado,
no que yo recuerde, y si lo hicieron, quedó en el secreto.
La
experiencia nos dice que en Nicaragua nunca se sabe acerca de los autores
intelectuales y que lo único que muestran son los paquetes de droga incautados
y después todo queda en el olvido.
Un
caso que vale la pena ser recordado, es el del barco con bandera chipriota que
fue detenido en el Puerto de Corinto, con dos mil kilos de cocaína. Lo que la
policía hizo fue mostrarla, mientras barco se alejaba del puerto con dos
pitazos como si hubiera descargado uvas y manzanas.
¿Es
eso estar derrotando al crimen organizado? Que sea Dña. Aminta la que conteste.
El
caso Fariñas, que solo explotó porque asesinaron a Farabundo Cabral, famoso
cantautor argentino e inocente protagonista de una sórdida pasada de cuentas
entre dos capos, permitió que se destapara una caja de Pandora, que al irse
abriendo más, va mostrando la verdadera
infiltración del crimen organizado en la sociedad nicaragüense, dejando al
descubierto los tentáculos de Henry
Fariñas.
La
última del caso Fariñas tiene que ver con el sistema bancario, ya que un ex funcionario
del departamento de anti lavado de dinero de un famoso banco, resultó ser socio
del señor Fariñas en un conocido restaurante de la ciudad de Managua. La voz de
la Súper Intendencia de Bancos del Gobierno del Comandante Ortega, ha optado
por callar y los encargados de la lucha en contra del crimen organizado, no
levantan ninguna investigación al respecto.
Decomisar
droga es una cosa, pero llevar las investigaciones hasta el fondo en busca de
los culpables, es otra muy distinta y esa no se hace.
Jorge
J Cuadra V
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