
Castigo
Quedé en mi silencio absorto
con la intención de ablandarte
y quise así castigarte
con ese mutismo corto
(No he sido más que un aborto
de una desdicha muy larga
es un tóxico aún ignoto
para el que no hay antídoto
en toda la tierra larga).
Sirena
Con un trágico letargo
yo vi hundirse la sirena;
¡tenía una voz tan buena
en aquel ambiente amargo
¡qué dulzura! y sin embargo
el impasible Argonauta
dejó el oro de su flauta
por edenes entrevistos
allá en sus sueños malquistos
de Romántico sin pauta.
¬
Parque
Con entusiasmo frenético
te besé bajo el simbólico
mármol de un monje hiperbólico,
sensual, adusto, y hermético.
Juzgué el acto, audaz; herético,
miré al monje y pedí al rudo
proceder, su perdón mudo;
mas sonrió con picardía
y unió tu testa y la mía
con su blanco pie desnudo.
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