El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 17 de diciembre de 2010

PARA DON FABIAN MEDINA El Sir Galahad del periodismo

Don Fabián, quiero agradecerle el honor que me hizo al incluirme en su prestigiosa columna de todos los jueves, en el diario de los nicaragüenses. Es para mi un honor el que un periodista tan experimentado y preparado como lo es usted, haya perdido su tiempo y su espacio con alguien como yo que soy un simple amateur del arte de opinar. ¿Cómo podría definir lo que yo soy de una manera sencilla y meridiana, para que nadie incurra en el error de confundir las cosas. Yo soy un amante de la cultura, ávido lector, obsesionado por proyectar mi punto de vista, no ya con mi parker, ni con mi rémington, sino a través del increíble internet.
Después de expresarle mi agradecimiento por haber aparecido en LETRA PEQUEÑA, paso a explicarle ciertas cosas que usted no entendió.

Primero: Yo no soy periodista ni jamás he pretendido serlo. Si yo hubiera querido ser periodista, hubiera ido a una universidad de dentro o de fuera del país, pero nunca fue esa mi intención ni mi vocación. Lo mío no era eso, o sea que no se confunda. Yo escribo por afición, por placer y para decir lo que a mi me de la gana, siempre y cuando respete los límites de la educación y la decencia. Escribo dentro de una red de contactos en la que están incluidos mi familia, mis hermanas y hermanos, mis amigos, mis conocidos y muchos otros que coinciden con mis puntos de vista. Quiero que sepa que yo no envío mis artículos a la página de opinión de La Prensa, ni a ninguna otra. Escribo privadamente para los que gustan de mis artículos. Pregúntele a Don Luís Sánchez Sancho si yo miento. Con respecto al artículo que a usted no le gustó y que lo movió a defender a las damas en peligro o que han sido ofendidas, yo no pedí que La Prensa lo publicara. Si lo publicó fue porque los que mandan así lo quisieron y sin contar con mi consentimiento. El primer sorprendido de ver mi artículo publicado en tan prestigiosa página, fui yo, porque no acostumbro solicitar que me publiquen en la página más productiva y barata del periódico. Sin contar con el consentimiento de los que a continuación voy a nombrar, me atrevo a decir que la página de opinión se llena de prestigio al tener escritores de la talla de María José Zamora, de León Núñez, de Humberto Belli, de Mauricio Díaz y de tantos otros que se me escapan, que lo hacen por amor al arte y por cooperar en la construcción de una Nicaragua mejor. Ellos no devengan un centavo por entregar el extracto de sus intelectos, algo que no puedo decir de usted, ni de la periodista a quien usted defiende con tanto ardor. Ustedes trabajan en La Prensa, devengan un buen salario y están atados, por ética profesional, a la línea política o filosófica y moral que el periódico mantiene.

Segundo: Usted no entendió el fondo de mi artículo. Usted no entendió el hecho de que si yo tomé como pretexto la crónica ofensiva de Amalia Morales, fue para criticar al periódico que para mi representa los ideales de Pedro J Chamorro C, por haber permitido que se burlaran de un hombre mayor que se atrevió a aceptar un reto de hombre joven y valiente, como lo fue el director mártir. Usted dice que el deber de un periodista es informar y estoy de acuerdo con eso, pero cuando se pasan de la información al escarnio, ya no están cumpliendo con su deber, sino burlándose de alguien que no merece ser el blanco de la burla. Informar no es decir que “todos los oradores de la manifestación de La Trinidad andaban con sus pastillas Vick`s.” Informar no es decir que, “si no fuera por los Huracanes, la manifestación estuviera más silenciosa que iglesia vacía.” Eso es burlarse, eso es faltarle al respeto a un señor que se merece el respeto de todos los nicaragüenses.
Pero basta. Yo no quería contestarle, pero lo hice porque algunos amigos me dijeron que lo hiciera, a sabiendas que no estoy a su altura profesional. Pero algo si le digo: ni usted ni nadie me puede prohibir expresar lo que yo veo y siento, por la sencilla razón que no me debo a ningún medio de comunicación, ni tengo ataduras con ningún partido político. Si apoyo a determinado movimiento político, es porque me lo dicta mi conciencia y no porque alguien me obligue a hacerlo. Yo solo procuro estar lo más cerca posible de la razón, esperando siempre estar cerca de la verdad, sin engañarme ni engañar a otros.

No tengo nada en contra de Amalia Morales y no se trata de nada personal. Se trata de respetar a quien se lo merece y de criticar a los que, según mi opinión y de muchos más, le están haciendo daño a Nicaragua con su mal comportamiento político.
Y para terminar, le quiero recalcar don Fabián, que no soy periodista profesional como lo es usted, sino un fanático de la verdad y la justicia. Si fallo en mi empeño, es porque soy un simple mortal proclive al error.
Atentamente,

Jorge J Cuadra V

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