El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Reflexiones navideñas

Queridos amigos, recuerdo de niño sentarme en un rincón de la sala esperando, frente a un horroroso televisor cubano blanco y negro (Caribe), mi árbol de navidad. Esperaba no encontrar los juguetes de madera que cubrían las carencias ocasionadas por el bloqueo norteamericano. Rogaba hacia adentro, no más tanques, rifles, artillerías o patinetas rojinegras, bajo el zumbido de pájaros negros que alarmaban al vecindario. La cosa era tan sencilla cuando detenía el sol con mi frente por la mañana, deseoso de las pequeñas cosas tan necesarias.


Les reitero, no sólo anhelaba el árbol sino su significado: una llama que consagrara, unos ojos reunidos, una manzana compartida por su dulzura escasa, vendida por la novena escuadra en multitiendas y plazas revolucionarias. La paz insospechada con abrazos de esperanzas, en una tierra extraña de mi corta vida, de malditas avenidas adornadas con IFAS, Piricuacos, CDS, y un canal televisivo que ladraba rabia.


Espero no aburrir, porque no sólo esperaba, exigía, sino rogaba a mi madre por una navidad con sombra, pero ante lo caro y escaso en un ambiente claro oscuro; recurrió al improvisado ingenio maternal y yo a mi ingenua niñez. Encontramos nuestro tronco muerto y feo, lo acariciamos, reportándolo en nuestros inventarios navideños, vistiéndolo con caricias de algodón y papel celofán el sentido de nuestro reencuentro y despertó con luces intermitentes el veinticuatro de diciembre de mil novecientos ochenta y siete, resucitando el significado decembrino.


Un árbol improvisado que reúne los corazones heridos durante el año es toda una proeza, decirnos feliz navidad en tiempo y forma con concordia (corazón con corazón), ampara y vivifica el alma.


Los espero este veinticuatro de diciembre del año dos mil diez con mi casa en pampa, a renunciar al irresuelto presente, para que fundemos sobre la base de estos escombros y de esos corazones ciegos y rotos, una “Feliz Navidad” que nos devuelva el sueño místico del eterno retorno de una Nicaragua mejor, frente a una candela navideña que resuelva nuestras contiendas internas.

PD: No es la frase trillada sino su significado!


Irving Cordero Morales

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