El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 25 de diciembre de 2010

LA AMÉRICA QUE QUEREMOS

Durante la última década, América Latina y el Caribe han o intensos procesos de democratización. Paralelamente, registran una creciente tendencia hacia economías de libre mercado, un adelgazamiento del Estado, una mayor influencia del sector privado y una proliferación de organizaciones de la sociedad civil creadas voluntariamente en torno a causas comunes. En casi todos los países de la región, la sociedad civil organizada se ha convertido en contrapeso importante de las instituciones gubernamentales en asuntos como salud, medio ambiente y derechos humanos, que requieren la participación social organizada en el proyecto, aplicación y evaluación de las políticas blicas correspondientes.

América Latina fue escenario de movimientos sociales en favor de derechos humanos fundamentales en los años sesenta; en los setenta sonó la alarma ambiental como una

crisis de civilización, y en los ochenta irrumpieron las políticas de ajuste estructural y de recuperación económica. A los noventa pretende regidos la economía de mercado en
medio de una reordenación de la sociedad con profundos cambios de gobernabilidad nacional y mundial. La región transita por transformaciones sociales y políticas

sin precedente. Sin embargo, el desempleo, la pobreza y la marginación siguen siendo los graves problemas que América Latina debe resolver. La situación que vive actualmente la región no es tan sólo de transformación institucional o individual, sino de redefinicn de valores y de destino.

En la contradicción entre los valores proclamados y el comportamiento cotidiano se escinde la vida de los individuos y las instituciones. Esta incoherencia entre las
teorías pregonadas y la cotidianidad pone de manifiesto con meridiana claridad que la conciencia ciudadana y la educación en torno a temas como la democracia, la pobreza
y la gestión ambiental no han sido suficientemente formativas y transformadoras. Se ha olvidado que la esencia del acto educativo es el acontecer dinámico de las luchas cotidianas.

No son los conocimientos, la información ni las verdades transmitidas mediante discursos o consignas los que le dan sentido a la vida, sino que éste se entreteje de otra
manera: desde las relaciones inmediatas, desde cada ser, desde las sucesivas situaciones en que se vive. El sentido de trabajar por un medio ambiente sano se .construye en un hacer diario, en una relación personal y grupal; por ello, la toma de conciencia ambiental ciudadana sólo puede traducirse en acción efectiva cuando va acompañada de una población organizada y preparada para conocer, entender y reclamar sus derechos y aceptar sus responsabilidades.

La región requiere otro pacto social para lograr un desarrollo sostenible, pacífico y equitativo. Este pacto debe basarse en una renovada concepción de la moral internacional y en un enfoque de cooperación regional sustentado en principios claros de una nueva ética política. El juego de intereses actual no es suficiente para las tareas que tenemos por delante.

Ésta es la filosofía que los latinoamericanos hemos consignado en diversos foros y publicaciones, como el de "Nuestra propia agenda", donde recalcamos y reconocemos
e
sta responsabilidad, pero hacemos ver también que ello es insuficiente si no existe un entorno mundial favorable y solidario. El rechazo a la violencia y el mantenimiento de la
paz constituyen el primer deber internacional. El combate a la pobreza debe tener primacía en la agenda de desarrollo sostenible de nuestra América. La pobreza extrema, además de ser una herida abierta en nuestra conciencia moral, significa un riesgo para la estabilidad de las naciones y del mundo y es uno de los factores principales del deterioro
ambiental en todos los países, en especial los más débiles. Mientras no se supere la pobreza extrema en América Latina sedifícil moderar el excesivo crecimiento de la población en la mayoría de los países de las Américas.

Hablar de La América que queremos en esta circunstancia globalizadora ha convocado a múltiples personalidades a expresar su opinión sobre los grandes desafíos de este

continente frente al desarrollo sostenible. A las puertas del nueve milenio estos ensayos reflejan "el estado de ánimo" finisecular de los americanos, la intensidad de sus anhelos,
la variedad de sus propuestas, las formas que toman sus utopías.

Los diversos bordes de la cuestión ambiental en el ámbito del desarrollo sostenible que nos muestran Gro Harlem Brundtland y Enrique Iglesias; las complejas relaciones de
América Latina con sus vecinos del Norte analizadas por Al Gore y Maurice Strong; la encrucijada económica que nos plantean Herman Daly y Alberto Acosta; las demandas
indígenas sintetizadas por Rigoberta Menchú y Marcos Terena; las preocupaciones éticas expresadas por Pablo Arns y Eduardo Galeano; nuestro ser cultural a través de la
pluma de Belaúnde Terry; los clamores sociales en las reflexiones de Patricio Aylwin y Tania Libertad; la lucha permanente de las mujeres por la igualdad, abordada por
Marta Lamas y Joan Martínez Alier; las realidades de nuestras ciudades, expresadas por Carlos Monsiváis e Ignacy Sachs. y los desafíos de utilizar racionalmente los recursos
naturales, analizados por Arsenio Rodríguez, Alicia Bárcena y María Molina, son los temas centrales de este libro que intentan crear una conciencia crítica en nosotros,

ciudadanos de las Américas.

Esta obra constituye un esfuerzo conjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo de Cultura Económica. Se ha logrado compilar los mejores trabajos del suplemento Tierramérica que produce el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y que se ha convertido en el espacio regional de debate plural por excelencia dedicado a la opinión pública latinoamericana. Los trabajos que aquí se presentan han sido seleccionados de los suplementos producidos desde 1995 y que han abordado temas muy variados, desde la biodiversidad hasta la economía ecológica y el consumo sostenible.

MIGUEL DE LA MADRID H.

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