El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 30 de marzo de 2012

“NO HAY REGÍMENES PERFECTOS”


“NO HAY REGÍMENES PERFECTOS”
Benedicto XVI


Para mí esa fue la frase más impactante del papa en su visita a Cuba. Implica una clara apología a los regímenes imperfectos, sobre todo a la dictadura más antigua de Latinoamérica.   
Hablar y condenar al comunismo en tierras aztecas, resulta fuera de foco. En México tenía que haber criticado lo más fuerte posible a las matanzas indiscriminadas y a los que las hacen. Debería haber criticado al responsable de esa guerra: Estados Unidos de América.
Cuando ya estaban a bordo del avión camino a Santiago de Cuba, una periodista lo entrevistó y le pidió su opinión sobre el comunismo. El papa le dijo que era una doctrina destructora del hombre porque suprimía la libertad y se olvidaba de Dios. Le preguntó que si iba a hablar de comunismo en Cuba y ya no hubo respuesta.
¿Qué es lo que esperaba al papa en Cuba? Represión política: 150 detenidos en Santiago de Cuba y las damas de blanco reprimidas y algunas detenidas. A la vista estaba la falta de libertad y la violación de los derechos humanos de los cubanos.
El papa aterrizó en Santiago de Cuba y se cumplió con todo el protocolo conocido, pero fuera del aeropuerto estaban miles de cubanos ansiosos por escuchar el mensaje papal. Ellos esperaban esperanza, un rayo de luz en las tinieblas, una crítica al régimen dictatorial que por más de cincuenta años los ha mantenido prisioneros dentro de la isla, pobres y sin futuro.
Poco a poco se fue viendo la naturaleza real del viaje del papa a Cuba. No era político, no llevaba el mensaje de la esperanza, sino el de la resignación; no se escuchó la dura crítica al régimen de Fidel Castro, pero se observó una cordial comunicación con el tirano. Prefirió sentarse con Fidel, que con las damas de blanco para calmarles su angustia.
Se dijo que no era una visita política, fue diplomática, porque es más importante para el Vaticano fortalecer al clero de Cuba para que haya un mejor entendimiento con el régimen comunista, que tratar de acercarse a los que sufren en las cárceles castristas. Se preocupó por lograr que la Iglesia Católica de Cuba sea un interlocutor privilegiado del comunismo y olvidó abogar por los prisioneros de conciencia que se mueren lentamente en esas ergástulas del odio.
“Los llevo en mi corazón y oro por los cubanos de aquí y por los de allá. Oro por los niños, por los ancianos, por los jóvenes, por todos para que fortalezcan su fe.”
Ya el papa había visto la represión en la primera misa que ofició. Vio como sacaban con lujo de violencia a un cubano, solo porque gritó que en Cuba no había libertad. El papa vio como lo vapuleaba un miembro de la Cruz Roja cubana con la camilla que sirve para auxiliar a los enfermos, pero no protestó.
Los cubanos, dijo un periodista, esperarán el mensaje de esperanza y misericordia del papa hasta que este ponga un pie en el avión que se lo llevará de Cuba. El papa puso un pie en el avión y los cubanos dejaron de esperar.

Jorge J Cuadra V

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