Sentadas o volando.
Desnudas. Plurales.
Danzantes en la labor comunal.
Entre sueños. En el vientre del espanto.
Mujeres en la sombra.
Al trasluz de la linterna.
En el tren de pasajeros.
En la casa de los huérfanos.
La historia les pertenece.
La hicieron, la están pariendo.
Nosotros la editamos.
Pero ¿quién pudiera escribir
las crónicas ciertas de sus quehaceres?
Porque del tálamo a hervir la leche.
En la hora de la siembra y de la siega.
En el centro de la noche.
En el relámpago de la siesta.
En la caricia apetecida.
En la batalla cotidiana.
En la ribera amanecida.
En la frutosidad de la fiesta.
En la oscurana de la tragedia.
Ellas, siempre ellas.
Sin su faena no habría luna llena.
Sin su lucidez no tendríamos locura.
Son el territorio inédito del poema.
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