Dora María Téllez
Un verdadero ataque de piratas sufrió la empresa previsional Médicos Unidos por quienes ambicionaban su cuota de afiliados del INSS. Primero fue objeto de una trampa tendida por una empresa de servicios financieros quien utilizó la información de su cliente para liquidarlo y favorecer sus propios intereses y los de sus socios. Luego sufrió la invasión de sus instalaciones por los nuevos dueños, empresarios de la previsional Cruz Azul, miembros de una argolla del orteguismo, que se quedó con la cuota de afiliados y por supuesto con el dinero que eso supone.
De estos hechos podemos hacernos varias preguntas: ¿Quién se atreverá a hacer negocios con esa empresa de servicios financieros que le jugó sucio a su propio cliente? ¿Qué va a hacer la Superintendencia de Bancos con ese manejo delictivo propio de la piratería financiera? En algún lugar del Código Penal hay una sanción que se le puede aplicar a ese asalto y le correspondería a la Superintendencia, al menos investigar.
Y aquí la otra pregunta: ¿Quien defiende los derechos de los asegurados y los trabajadores? Pues en el asalto a Médicos Unidos, los enviados de Cruz Azul sacaron a pacientes recién operados, sin miramiento alguno, despidieron al personal médico, de enfermería y otros sin más trámites, ocuparon los papeles de los pacientes sin ningún recato.
El INSS debería velar por el buen servicio y la protección de los asegurados, pero sus autoridades se han convertido en cómplices de los piratas de la salud del orteguismo. Y si alguien afirma que es que Médicos Unidos tenía problemas de calidad, entonces ¿por qué el INSS no actuó como corresponde para proteger a los asegurados?
El INSS está permitiendo y siendo cómplice de la conformación de un monopolio previsional que solamente afectará a asegurados y aseguradas, que irán perdiendo su derecho a escoger quien les atiende mejor. Ya se habla en los pasillos de Cruz Azul que la siguiente víctima es el Hospital Bautista y que después viene otra y otra previsional más, hasta que sólo queden los consagrados del orteguismo. Por su parte, el MITRAB, bien gracias, no se da por aludido con la múltiples y numerosas violaciones a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Médicos Unidos, como no se dio por aludido con la violación a los derechos laborales de todos los que el régimen de Ortega ha despedido.
Esta es la naturaleza del régimen. El orteguismo quería el poder total para usarlo para el enriquecimiento de una nueva oligarquía. Es una realidad que ya no pueden, ni quieren disimular.
De estos hechos podemos hacernos varias preguntas: ¿Quién se atreverá a hacer negocios con esa empresa de servicios financieros que le jugó sucio a su propio cliente? ¿Qué va a hacer la Superintendencia de Bancos con ese manejo delictivo propio de la piratería financiera? En algún lugar del Código Penal hay una sanción que se le puede aplicar a ese asalto y le correspondería a la Superintendencia, al menos investigar.
Y aquí la otra pregunta: ¿Quien defiende los derechos de los asegurados y los trabajadores? Pues en el asalto a Médicos Unidos, los enviados de Cruz Azul sacaron a pacientes recién operados, sin miramiento alguno, despidieron al personal médico, de enfermería y otros sin más trámites, ocuparon los papeles de los pacientes sin ningún recato.
El INSS debería velar por el buen servicio y la protección de los asegurados, pero sus autoridades se han convertido en cómplices de los piratas de la salud del orteguismo. Y si alguien afirma que es que Médicos Unidos tenía problemas de calidad, entonces ¿por qué el INSS no actuó como corresponde para proteger a los asegurados?
El INSS está permitiendo y siendo cómplice de la conformación de un monopolio previsional que solamente afectará a asegurados y aseguradas, que irán perdiendo su derecho a escoger quien les atiende mejor. Ya se habla en los pasillos de Cruz Azul que la siguiente víctima es el Hospital Bautista y que después viene otra y otra previsional más, hasta que sólo queden los consagrados del orteguismo. Por su parte, el MITRAB, bien gracias, no se da por aludido con la múltiples y numerosas violaciones a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Médicos Unidos, como no se dio por aludido con la violación a los derechos laborales de todos los que el régimen de Ortega ha despedido.
Esta es la naturaleza del régimen. El orteguismo quería el poder total para usarlo para el enriquecimiento de una nueva oligarquía. Es una realidad que ya no pueden, ni quieren disimular.
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