Después de conversarla con el sector privado y los sindicatos, la administración de Daniel Ortega envió a la Asamblea Nacional un decreto “para proteger la canasta básica”, el que disminuye dos tipos de impuestos, tratando de incidir de esa manera en el precio final que paga el consumidor.
Se trata de un “ajuste para homogenizar el pago mínimo a cuenta del Impuesto sobre la Renta (IR) que pagan las empresas que transan en la Bolsa Agropecuaria, (BAGSA), excepto aquellas que están por debajo de los C$60 millones, para que no haya inequidades”, explicó Alberto Guevara, ministro de Hacienda.
La otra medida manda “eliminar el Impuesto Selectivo de Consumo, (ISC), a las bebidas no alcohólicas elaboradas a base de leche, las que tienen gran consumo entre los jóvenes de las escuelas y los barrios”, añadió.
Propuesta oficial se queda corta
La decisión es a todas luces insuficiente, de tal forma que hasta el mismo Guevara lo reconoce al decir que “estas modificaciones son puntuales, porque no sustituyen la reforma fiscal que debe ser más equitativa y más amplia, de tal forma que cada quien asuma sus responsabilidades, y pague lo que tiene que pagar”.
A su lado, el sindicalista y diputado oficialista, Gustavo Porras, también dijo que se trata de medidas “puntuales, para estimular la producción y tratar de mantener controlada la inflación de los precios al consumidor”, adelantando que “habrá que tomar otras medidas en el futuro”, tales como revisar la base imponible del IR que pagan los asalariados”, la que podría situarse en C$120,000.
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, (COSEP), dijo que la decisión de reducir del 9 al 0 por ciento el ISC de la leche de sabores “es bueno, porque forma parte de la canasta básica”, pero “insuficiente, porque la leche de sabores representa un porcentaje muy pequeño de las ventas del sector lácteo”.
Experto dice: “Es un parche”
Pero hay más razones para mirar con escepticismo la medida oficial.
El economista y experto fiscal René Vallecillo, opina que “creo que los efectos de la reformitano van a durar mucho, porque se trata más que todo de un parche, y no ataca el problema de fondo”.
Se refiere a la necesidad de “mejorar dos cosas fundamentales: la productividad y el acceso a caminos de todo tiempo que permitan sacar la producción, sobre todo la de leche, y como tarde o temprano esos problemas volverán a salir a flote, volverán a activarse las presiones inflacionarias”, vaticinó.
Eso podría ocurrir dentro de unos meses, pero “en este momento habrá compromiso de no subir el precio, pero cuando vean que siguen subiendo los precios, porque siguen elevándose los costos de producción, entonces regresará el problema”, añadió.
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