El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

viernes, 3 de febrero de 2012

EL EJECUTIVO ORDENA, EL LEGISLATIVO APRUEBA….


Para que el poder Judicial prevarique. Esa es la cadena como se maneja el poder absoluto del señor Presidente inconstitucional, conseguido tal y como dijo Tomás Borge Martínez al inicio de la campaña de la reelección inconstitucional. “Haremos todo lo que se tenga que hacer, pero el FSLN orteguista no entrega el poder.” Y del dicho al hecho, hicieron todas las tropelías que se tenían que hacer y ahora está sentado en la silla del poder, el dictador del siglo XXI.
Pongamos en práctica la secuencia que tiene por título este escrito y nos encontramos con que el Presidente Ortega envió la orden a la Asamblea Nacional, para que se aprobara la ley que castiga la violencia y los abusos contra la mujer. La ley se aprobó por unanimidad y no habían empezado el procedimiento para darla a conocer, cuando ya se estaba violando esa ley con una mujer que anda en busca de justicia para que castiguen a su esposo por abusos contra su dignidad. El juez que se negó a recibir la acusación por abusos y violencia intrafamiliar en contra de uno de los “intocables”  que reptan a los pies del dictador, se rindió ante las amenazas proferidas por un “profesional” del micrófono, que dijo, “hay de aquel juez que se atreva a acusar al chocolatito González. Que se atreva, que se atreva.” Y no se atrevió, para vergüenza de la Ley y desencanto de la dama afectada, que quedó en total indefensión.
Tomás Borge Martínez por lo menos es una pieza vetusta del museo de nuestra historia, pero Enrique Armas es un perfecto desconocido que ni siquiera se destaca en su oficio de locutor deportivo, sin embargo, se da el lujo de amenazar a los jueces y para sorpresa de todos, estos obedecen las amenazas del liliputiense hablador.
El resultado de esa aberración jurídica es que la señora Raquel Doña se quedó sin justicia, mientras Román González goza de la protección del gobierno y se apresta a repetir sus “hazañas” fuera del cuadrilátero incentivado por el locutor que tiene la potestad de impedir que los jueces cumplan con su deber.
Esas son las cosas insólitas que ocurren en Nicaragua y que nos presentan como trogloditas ante el mundo. La ley solo sirve para ser violada a favor de los amigos íntimos del régimen orteguista y también para reprimir a todos aquellos que se le crucen en el camino al dictador para obstaculizarle su mala costumbre de violar la Carta Magna.
Al decir adiós la UE y el Congreso de los Estados Unidos poner en duda el otorgamiento del waiver, los nubarrones del racionamiento  empiezan a oscurecer el cielo nicaragüense y los clarines de las sanciones económicas contra nuestro país empiezan a tocar la balada de la escasez.
El Presidente Ortega debe comprender que su política nacional pone en serio peligro a su pueblo, por lo que debe escuchar las voces de los que claman desde la llanura arrasada por el desempleo y el hambre.

Jorge J Cuadra V 

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