El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Por Carlos Perez...


Es normal que existan dudas en cuanto a si vale la pena acudir a votar en las próximas elecciones con tanto factor adverso presente. Miremos algunos de esos factores:

1.- El Consejo Supremo Electoral es ilegal, corrupto y carente de toda credibilidad.
2.- La oferta electoral es insuficiente y de muy mala calidad.
3.- Ninguno de los partidos políticos opositores está en capacidad real de defender el voto (a lo mejor ni les interesará hacerlo, como recientemente ha ocurrido en el 2006 y el 2008).
4.- El fraude en ambas elecciones pasadas (2006 y 2008) no ha podido ser revertido.
5.- Acudir a votar servirá para legitimar el fraude y la eventual reelección de Daniel Ortega.

Vistos estos argumentos pareciera que llamar a no votar, o votar nulo, es lo más lógico, lo que correspondería hacer, sin embargo, ello equivaldría a abandonar un frente de lucha democrático que los ciudadanos no podemos entregar sin dar la batalla.

Según las últimas encuestas Daniel ha mantenido y hasta elevado un poco la intención de voto a su favor. Al mismo tiempo existe un alto grado de conciencia, más del 90%, acerca del nivel de importancia que tienen las elecciones de este año para el futuro de nuestro país, esto significa que la propensión a votar es bastante alta y lo que se está evaluando son las opciones: la gente sí tiene pensado votar, lo que aún no decide es por quién.

El FSLN está tratando de polarizar, aún más, el proceso electoral con la finalidad de impedir que muchos de sus votantes tradicionales puedan apoyar con su voto a alguno de los grupos opositores para castigar el evidente alejamiento de los Principios del Partido, de la Ideología y los abusos que se siguen cometiendo desde el Poder, que está siendo mal administrado por Ortega. Uno de los principales promotores del antisandinismo es el mismo Daniel Ortega y no nos asustemos si llegamos a descubrir que algunas de las expresiones más visibles de la oposición informal (Asociaciones o Grupos Juveniles, personas particulares), que agitan y azuzan desde cualquier medio una campaña virulenta en contra del régimen, aparezcan volviendo al redil o suscribiendo alianzas con Ortega; eso ya lo han hecho antes y les ha producido resultados. De otro lado ese mismo esquema les sirve para desmotivar, desmoralizar e incluso atemorizar a los posibles votantes, propios y ajenos.

Analizando la posibilidad de un fraude vemos que se ha convertido en una necesidad inminente para el FSLN, porque si quiere brindar una imagen de legitimidad a su régimen se ve obligado a ganar con más del 50% de los votos... y si quiere garantizarse la posibilidad de tener control absoluto en la Asamblea Nacional, necesitaría más que un 60%.

En una nota anterior (https://www.facebook.com/note.php?note_id=459421993671) había externado mi opinión acerca de la estupidez que ha cometido la oposición formal al permitirle a Ortega presentarse ilegalmente a un proceso convocado ilegalmente; ese daño ya está hecho y no puede ser reparado a lo inmediato por la población, que se encuentra sin representación real dentro de las estructuras de Poder del Estado de Nicaragua.También expresaba, al finalizar la nota, mi decisión de no votar, en vista de que ni uno solo de los candidatos reúne las expectativas requeridas para ser mi Presidente, para gobernarme. Han pasado muchas cosas desde ese día en Nicaragua, a diario vemos nuevos "destapes" de casos donde se refleja el alto grado de corrupción del régimen y la ambición desmedida de los funcionarios del FSLN, hemos visto a la Policía Nacional mentir públicamente y luego provocar una caótica situación en perjuicio de ciudadanos nicaragüenses que pretendían ejercer su derecho a expresarse en las calles. He conocido y visto en acción a un grupo de jóvenes valientes que están dispuestos a arriesgarse en una lucha pacífica por sus libertades y ya existe la amenaza real de que el país sea militarizado nuevamente con la excusa de preservar el orden durante las elecciones.

Esa secuencia de hechos presenciados me ha hecho cambiar de opinión, el FSLN no puede seguir en el Poder y mi ausencia el día de las elecciones podría ser interpretada como un aval silencioso y cobarde. Ahora creo que tenemos que votar y llamar a votar, luego conversaremos acerca de las opciones, así como también organizarnos para defender el voto y contrarrestar el fraude desde ahora.

Aparte de mi motivación personal arriba expuesta también vale la pena mencionar otros factores:

1.- Una participación masiva de votantes en contra minimiza la posibilidad de manipulación de boletas, son 400 boletas las que se asignan a las JRV y ese es el número de votantes empadronados para cada una de ellas.
2.- Hasta los aliados del FSLN (ALN y PLC) comprenderían que les es más conveniente acatar la voluntad popular manifestada en las urnas y defenderla que plegarse a los intereses del oficialismo.
3.- Los miembros del FSLN honestos que pueda haber en algunas JRV pueden comprender que la propuesta del orteguismo no goza de respaldo popular y más de alguno podría oponerse a realizar o avalar un fraude.
4.- Daniel Ortega pasaría a entender que aunque manipule los resultados no cuenta con la legitimidad necesaria para gobernar en paz durante los próximos cinco años. Tendría que modificar algunos de sus planteamientos a partir de los resultados reales.
5.- El ejercicio de la votación y, sobre todo, el proceso previo y posterior de la defensa del voto, puede permitirnos una mejor articulación de núcleos ciudadanos en todo el territorio nacional. Cosa que jamás lograremos si cada quien decide no votar y seguir su rumbo a la buena de Dios.
6.- Si el 90% de mis hermanos nicas cree que puede dar la batalla en las urnas y que eso nos va a dar un empujón hacia adelante, estoy obligado a insertarme en las filas y tratar de ayudar a organizar las tropas de la mejor manera posible para que el resultado sea el esperado: correcto, justo y legal.

Así pues, el proceso electoral que se avecina nos brinda la oportunidad de organizarnos, no alrededor de una figura política (que no la hay que valga la pena a simple vista) o partido, sino como ciudadanos dispuestos a enderezar el rumbo de la nación por las vías pacíficas y cívicas que nuestra violentada Constitución nos impone. Pienso que es el reto que se nos plantea.

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