Los aficionados al cine difícilmente podemos olvidar la película cuyo título lleva este escrito. La atracción animal y a la postre fatal que la diva del cine de la década de los noventas del siglo pasado, Glenn Close, sentía por el súper astro hijo de tigre, Michael Douglas, hacen de ATRACCION FATAL, un clásico del cine del suspenso.
La atracción fatal que existe por Roberto Rivas de parte del Presidente de la República, quizás no gane el Oscar de la Academia Cinematográfica de Hollywood, pero sobre pasa el afecto que un presidente pueda sentir por un funcionario de su gobierno. Lo que vemos a diario referente a los abusos, escándalos, aberraciones en contra de la Constitución y derroches ofensivos para con el pueblo nicaragüense cometidos por el presidente de facto del CSE, con una total impunidad, merece otro nombre que aun no se ha definido con precisión.
Lo que sí está bien definido son las consecuencias de esa tolerancia sin nombre de parte de las autoridades del país para con el todo poderoso administrador de la voluntad electoral del pueblo. Una persona que está siendo cuestionada porque no quiere pagar lo que debe y no quiere entregar el objeto que compró, no es la mejor escogencia para encabezar el organismo encargado de adjudicar los votos de los nicaragüenses en la casilla correcta, sobre todo cuando ya existen evidencias de su mal comportamiento en elecciones pasadas, como es el ocho y medio por ciento aun no contabilizado y el flagrante fraude a favor del orteguismo en las elecciones municipales de 2008.
Por simple lógica, por natural instinto, los nicaragüenses pensamos que esa atracción del Presidente de la República por el Presidente de facto del CSE, tiene raíces profundas que son solo del conocimiento de los cófrades de Chontales y por supuesto del señor del burrito de Kentucky.
Pero las atracciones fatales que provoca Roberto Rivas Reyes, invaden otros terrenos, esta vez el de la CSJ, a cuya Presidenta no le tembló la voz ni se le alteró el pulso cuando llamó “francotiradores y emboscadores por encargo”, algo así como SICARIOS de una banda de criminales, a los periodistas de Nicaragua, solo porque estos, en el cumplimiento de sus labores informativas, le hacen preguntas que no pueden tener respuestas e incomodan a la señora presidenta del organismo encargado de repartir justicia. Los epítetos duros e inapropiados contra los periodistas, tuvieron su origen en la defensa ardorosa de la presidenta de la CSJ, de un sujeto que por lo cuestionado, bien se le puede calificar de inmoral.
Con una Presidenta de la CSJ como la Dra. Alba Luz Ramos Vanegas, es muy difícil esperar que la justicia sea administrada con absoluta transparencia e imparcialidad.
Todo eso contribuye a la pérdida de la institucionalidad en el país, porque las instituciones estatales están plagadas de personas que no responden al bien común por responder a los intereses personales de un Poder Ejecutivo dictatorial y absolutista, a cambio de prebendas de todo tipo.
Magistrados de la CSJ que no imparten justicia; magistrados del CSE que no administran los votos con transparencia; Legisladores que hacen de la AN un mercado de conciencias y votos; contralores que investigan solo lo que les ordenan de la Secretaría General del orteguismo, siempre a favor del poderoso señor del Ejecutivo y un Fiscal General de la República que tiene un pacto de silencio con el jefe máximo, por lo que nunca sabe nada de nada, son los responsables que Nicaragua se presente ante el mundo como una vasta porción de tierra dominada por un señor feudal con derecho de pernada, que avasalla a los ciudadanos y promueve la corrupción institucional.
Esa es la Nicaragua de hoy: SOMETIDA POR UN SISTEMA CORRUPTO Y CONTINUISTA. Pedro Joaquín, tu soñada República sigue sumida en las tinieblas de la dictadura. Inspíranos con tu ejemplo para poder encontrar la luz de la libertad.
Jorge J Cuadra V
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