Combate la oferta de sexo con un megáfono
Una actividad con el título de clandestina
La oferta sexual en departamentos privados de la Capital despierta cada vez más quejas de los vecinos, preocupados por el crecimiento de una suerte de zona roja que ha copado, principalmente, el centro porteño.
El problema, sin embargo, se extiende a toda la ciudad, donde se estima que hay unas 2000 viviendas particulares donde se ejerce la prostitución de manera clandestina, según fuentes judiciales y de varias ONG.
Propietarios e inquilinos de centenares de edificios comparten a diario lugares comunes con prostitutas, proxenetas y un amplio abanico de clientes, algo que provoca una airada protesta por ruidos molestos y falta de higiene, y alimenta el temor por el riesgo de ser víctima de la inseguridad frente a la cotidiana presencia de personas ajenas y extrañas al edificio.
La zona del centro podría ser la capital argentina de la oferta sexual. Entre las calles Hipólito Yrigoyen, Rodríguez Peña, Marcelo T. de Alvear y la avenida Alem puede encontrarse más de 500 direcciones para tener relaciones sexuales a cambio de dinero. Las fotos de mujeres con sus respectivos teléfonos se despliegan en los postes indicadores de calles, teléfonos públicos, vidrieras y hasta en los marcos de las puertas de edificios.
Pero también existen otros barrios donde estos privados crecen vertiginosamente, como Flores, Caballito, Recoleta, Belgrano, Once, Constitución y San Telmo (ver infografía). Incluso está el llamado "corredor de lujo", como se denomina a un sector de la Avenida del Libertador, en Retiro, donde hay edificios con una buena cantidad de viviendas donde se ejerce la prostitución, según denuncian sus consorcistas.
La guía del tour sexual porteño bien puede encontrarse, además de ostensible oferta en la vía pública, en Internet o camuflada, ahora, en avisos clasificados. La tarifa por sexo parte de los 40 pesos (promoción, según reza en los folletos) por media hora de actividad, y llega hasta los 500 pesos por el mismo tiempo, según la categoría de la acompañante.
En el barrio de Balvanera, por ejemplo, los vecinos de un edificio situado en Montevideo al 500 denunciaron que allí, en un departamento de un piso alto, funciona un prostíbulo encubierto. Al menos cinco chicas, según cuentan, ofrecen sexo día y noche. "Es un gran problema. Hicimos la denuncia en la comisaría 3a y el nuevo comisario nos dijo que iban a investigar. Hace 10 días, se subieron seis personas al ascensor y rompieron el vidrio. Es un caos vivir con los clientes que pasan día y noche", dijo un vecino, que pidió que se resguardara su nombre.
La Nacion llamó al departamento en cuestión y, efectivamente, había mujeres que ofrecen sexo a cambio de dinero. Media hora, 200 pesos, y la hora, 350. "Este departamento es de una conocida abogada. No entiendo cómo la dueña deja que pase esto", comentó un vecino. Una de las mujeres que vive en el privado dice habitar el lugar junto con una prima y dos sobrinas. En la última reunión de consorcio, dos de estas mujeres quisieron participar, pero las echaron. Y los vecinos hicieron la denuncia para sacarlas del edificio.
Estos tipo departamentos abundan, principalmente, en la zona cercana a Tribunales. En Uruguay 680, los vecinos protestan porque en un edificio funciona un prostíbulo que se promociona con miles de volantes en la avenida Corrientes. Y la concurrencia es alta. Tanto es así que tiene un encargado de puerta propio, además del responsable oficial del edificio. "Acá hay desde ruidos molestos hasta presencia de personas que te dan miedo. Es increíble que nadie haga algo. Tampoco se puede conversar con esta gente, porque se pone brava", dice un vecino.
En Avenida del Libertador 774, en Recoleta, hay un edificio al que se conoce como "la pajarera". Tiene 352 departamentos y en más de una decena de unidades se ejerce la prostitución, según contaron vecinos del barrio y habitantes del propio edificio. "Yo bajo en el ascensor junto con mi hijo y nos cruzamos con travestis que vienen con amigos", dijo a La Nacion un hombre que vive allí, mientras gesticulaba con los dedos para entrecomillar la última palabra que menciona. Una elegante mujer se sumó a la charla. Y agregó, luego de pedir expresamente la reserva de su nombre: "En la última asamblea, nos quejamos porque las mujeres que trabajan en el edificio arrastraron la basura y dejaron un preservativo tirado". "La pajarera" es conocida por vecinos del barrio, ya que varias mujeres publican en Internet sus servicios y citan esa dirección.
Denuncias no escuchadas
"En estos departamentos, muy excepcionalmente, hay prostitución por cuenta propia y, en la mayoría, existe el regenteo directo y el proxenetismo. Porque cuando hay prostitutas solas que alquilan un departamento, lo arrasa la policía", dice Gustavo Vera, titular de la ONG La Alameda, que reveló la existencia de prostíbulos en varios departamentos alquilados por el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni. En 2009, esta asociación dice haber denunciado ante la Procuración General de la Nación, el Ministerio Público Fiscal y la Dirección de Fiscalización y Control de la ciudad la existencia 613 prostíbulos en la Capital. "Pero no pasó nada -dice Vera-. Y en 2008 denunciamos ante la Dirección de Fiscalización y Control de la ciudad la presencia de 25 prostíbulos alrededor del Departamento Central de Policía, y al día siguiente me mandaron una inspección de la ciudad."
Consultada la Policía Federal, fuentes de esa fuerza indicaron que hacen investigaciones sobre prostitución, pero que no siempre se puede actuar en departamentos privados..
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