EFECTO DOMINÓ
En noviembre de 1989, cae el muro de Berlín y tres meses después Daniel Ortega pierde unas elecciones que tenía ganadas. El 11 de septiembre del 2001 caen las torres gemelas y Estados Unidos enseña los dientes con aquella infortunada frase de George W. Bush: “Quien no está con nosotros está contra nosotros”. Dos meses después Daniel Ortega pierde unas elecciones que también tenía aparentemente ganadas. En agosto del 2011, Daniel Ortega parece ganador seguro nuevamente y ¡plas! cae Gadafi en Libia ¿Podría perder otra vez? Digo, para no perder la costumbre.
BALA PERDIDA
Obviamente no hay comparación entre la caída del bloque socialista, la virulenta reacción de Estados Unidos cuando atacaron a sus ciudades y la caída de un dictador de Medio Oriente. Pero hay al menos dos razones que convierten a Gadafi en una bala perdida contra Ortega. Primero, es su amigo personal, y segundo, la caída de Gadafi puede ser apenas un hecho más de un proceso de cambios que nunca sabemos dónde terminarán ¿Acaso se vislumbraron las consecuencias que tendría la llegada de los primero alemanes a las cercanías del muro aquella noche de 9 de noviembre de 1989?
LA MESADA
Fue en noviembre de 1998, en una entrevista que le hice a Daniel Ortega para el desaparecido El Semanario, cuando el líder sandinista reveló que recibía una mesada del coronel libio Muamar el Gadafi. Yo le pregunté sobre sus fuentes de ingresos, porque no se le conocía negocio u oficio alguno, y la pensión de expresidente sería insuficiente para el gasto que implica la vida de su familia en el complejo habitacional donde residen. “El coronel Gadafi ha sido un soporte muy importante todos estos años”, me dijo. ¿Personal o del partido?, insistí. “En carácter personal”.
AMOR CON AMOR SE PAGA
No hay favores gratis. Y todo lo que haga Daniel Ortega, para bien o para mal, está ligado a la suerte de Nicaragua. Entonces, la gran pregunta es ¿cuánto nos costará la mesada que durante tantos años recibió Ortega de Gadafi? ¿Pagará los favores recibidos o se hará de la vista gorda ahora que el amigote está en desgracia?
PARADOJA
Hay que decirlo claramente: el CSE se ha convertido en el principal obstáculo del voto libre y transparente en Nicaragua. No solo ha dejado de promover el voto, como le corresponde por función, sino que hace todo lo posible, todos los días, para que los nicaragüenses sintamos que no tiene ningún sentido votar. ¿Habrá en el mundo otro tribunal electoral así como este?
OBSERVADORES A LA CARTA
¿Volverán los “observadores” del CEELA para estas elecciones? ¿Se acuerdan ellos? Fueron creados por el presidente Hugo Chávez, vinieron pocos días antes de las votaciones de noviembre 2008, el presidente Ortega los calificó de “observación idónea” y ellos avalaban todo lo que le ponían adelante. “Los nicaragüenses pueden ir a las urnas sabiendo que no se va a dar ningún problema”, afirmó su presidente Nicanor Moscoso un día antes de las votaciones. Era la observación soñada. Pero el fraude del 2008 fue tan descarado y descomunal que ni estos señores pudieron avalar sus resultados y el mismo Consejo Electoral que los trajo, nunca quiso hacer público el informe final que ellos hicieron. El descaro, de ellos al menos, no llegaba a tanto.
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