LOS ESCRITOS SOBRE PIEDRA

Por: Jorge J Cuadra V

Desde que a un político hondureño se le antojo decir que los artículos de la Constitución de Honduras estaban escritos en piedra, a golpe de cincel y a prueba de violadores, se ha venido repitiendo en nuestro país pero en boca de nuestros dirigentes corruptos y descarados.

Moisés recibió de Dios las diez reglas fundamentales que el hombre debe respetar para que haya armonía en la vida, tallados en piedra como dando a entender la permanencia de ellas en la vida diaria de nosotros, simples mortales proclives al pecado.

¿Quien no recuerda la escena legendaria de Charlton Heston en el papel de Moisés, recibiendo el decálogo milenario con una voz profunda seguida de un rayo de fuego escribiendo sobre la roca dura lo que Su ley para siempre ordenaba? “Amarás a tu Dios por sobre todas las cosas; no tomarás el nombre de Dios en vano; santificarás el día del Señor; honrarás a tu padre y a tu madre; NO MATARAS; no cometerás actos impuros; NO ROBARAS; NO LEVANTARAS FALSOS TESTIMONIOS, NI MENTIRAS; no consentirás pensamientos ni deseos impuros; NO CODICIARAS LOS BIENES AJENOS.

Esas son las reglas universales que según la Biblia fueron escritas a fuego blanco sobre la roca del tiempo, pero en la actualidad se ha puesto de moda, entre golpistas, ladrones, mentirosos e inescrupulosos, decir que los actos corruptos, ilegales e ilegítimos, están escritos sobre piedra.

Hace dos días escuchábamos decir al Presidente del CSE, quien a pesar de haber crecido entre libros de iglesia, clases de catecismo y aromas de incienso, que la candidatura del Comandante Ortega está escrita sobre piedra. Eso es lo que dice el presidente del organismo que arregla los votos de los nicaragüenses conforme a las necesidades del Presidente de la República y nosotros, el pueblo, le contestamos que puede estar escrita sobre piedra, pero no con rayos de fuego, sino con vulgar tiza de sexto grado.

Han pasado más de cinco mil años desde el encuentro de Moisés con Dios y los mandamientos de la ley de Dios siguen vigentes, legales y auténticos, aunque hoy en día se escriba sobre piedra lo contrario de lo que se escribió en el Monte Sinaí: MATARAS, ROBARAS, MENTIRAS, HARAS APOLOGIA DE LA PROMISCUIDAD Y TE OLVIDARAS DE TU DIOS. Y quien no siga ese nuevo decálogo, será considerado tonto, será pobre, será perseguido, rechazado y encarcelado por los adoradores del becerro de oro y seguidores de Caín y de Herodes y de Judas y de Pilatos.

Desafortunadamente la candidatura del Presidente Ortega, pese a ir contra la Constitución, sigue salvando los obstáculos que se le oponen, porque quienes manejan la mecánica de esos obstáculos van cediendo y entregando sus trincheras de defensa. El último conquistado fue el Director Ejecutivo de Etica y Transparencia, Roberto Courtney Cerda, quien se sumó a los que se atienen al maquillaje jurídico que los servidores del orteguismo fabrican en el seno de la CSJ, para que se acepte lo inaceptable, olvidándose que todo lo que emane de esos fallos es ilegítimo e ilegal, porque la Constitución está por encima de todo y de todos, aunque los magistrados se hayan lucido ante el mundo al emitir un fallo que dice que: LA CONSTITUCION ES INCONSTITUCIONAL.

¿Si hoy Don Roberto Rivas Reyes proclamó que la candidatura inconstitucional del Presidente Ortega está firme e inamovible porque está escrita sobre piedra, qué se escribirá mañana sobre la misma superficie de concreto? Tal vez que no hay necesidad de elecciones porque ya las ganó el Presidente reeleccionista mediante los resultados de las encuestas en las cuales el Presidente Ortega aparece a la cabeza con la intención de voto más alta entre los electores. Piense usted en el acto inverosímil que quiera que se haga en Nicaragua y si le conviene al gobierno, por la tarde ya es decreto constitucional. Así están las cosas en Nicaragua, tan mal, que no es raro que el 6 de Noviembre, a la hora del conteo de los votos, la alianza de las paralelas históricas resulte ser la segunda fuerza política de Nicaragua, con otra resolución escrita sobre la superficie de granito de una de las rocas expulsadas por la erupción del volcán Mombacho.