El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 9 de abril de 2011

Fallamos como especie

ÁLVARO MUTIS


MI FAMILIA toda se crió en haciendas. Y yo, aunque nací en Bogotá, tengo en la sangre esta condición de persona del campo muy consciente de la relación con la naturaleza, con toda ella: los animales, el cielo, el sistema solar, la vegetación, los minerales, los ríos, sobre todo los ríos. U no de mis antepasados fue José Celestina Mutis, un sabio, un científico amigo de Humboldt, que hizo la expedición
botánica en Nueva Granada. A esa memoria, a esa historia vivida atribuyo mi preocupación, mi vigilancia constante y mi necesidad de estar relacionado con la tierra caliente, a tal punto que aquí, en mi jardín, en mi hogar de la ciudad de México, tengo dos plantas de café, una de plátano, una de mora, las tengo allí porque necesito el contacto con ellas.

Todo lo que he escrito tanto en poesía (siete libros) como en prosa narrativa (siete novelas y un libro de relatos) ha buscado mantener esa relación con la tierra caliente, con aquellas fuerzas vitales que me despiertan la imaginación. Yo escribo sólo para mantener viva en mí esa presencia de la tierra caliente. Voy al campo e instantáneamente entro en un estado de ánimo muy particular, armado no de una alegría desbocada sino de serenidad y equilibrio, y siento que el cuerpo y el alma me están diciendo: "Estamos en
contacto con lo nuestro".

Sin embargo, los hombres hemos trabajado minuciosamente para destruir la tierra caliente, para transformar las ciudades en infiernos. Y no estoy diciendo nada nuevo: no vamos a morir por la bomba atómica, ni por una catástrofe cósmica, ni por el sida, sino de hambre. El otro día vi el mapa del hambre de la FAO en Roma. Descubrí que el país más rico del mundo (los Estados Unidos) tiene ya las manchas rojas del hambre. Un niño famélico padece daños genéricos que cuesta 100 años revertir. ¡Pensemos en los centenares de millones de niños en el mundo que ya tienen esa lesión!

Se trata, claramente, de un esquema de suicidio, nos estamos matando. Es una verdadera crisis civilizatoria. Fallamos como especie. ¿Se puede argumentar en contrario cuando en un mundo supuestamente tan progresivo y tan lleno de avances técnicos sucede un crimen como el de Yugoslavia? Porque no se trata de un crimen en nuestro pobre continente o en África, sino de una masacre planeada, que pertenece a lo diabólico y que ocurre en pleno centro de Europa, a 45 minutos en jet de Roma, a una hora de París.

Los costos de estos conflictos son inconmensurables. Va a requerirse más de un siglo para reparar los daños ambientales --- sobre todo la defoliación de los bosques --- que se perpetraron durante la guerra de Vietnam. Toda esa guerra se hizo para proteger a Vietnam de la influencia del comunismo chino , hoy China es el cliente más importante del país que mandó destruir Vietnam.

Esta falta de gica, esta irracionalidad, indican que estamos en un proceso de suicido. Y me parece muy conmovedor que organismos internacionales, gobiernos y entidades privadas traten de crear y establecer una conciencia en torno a este alejamiento, a este dar la espalda a la naturaleza que nos está llevando .a la muerte. Pero, aunque yo creo profundamente en la vida, no dejo de ser escéptico frente al estado de cosas en este fin de milenio.

Nota: "La América que queremos" es una nueva sección sabatina de EL CORREO. Los ensayos "en defensa de la vida" -de autores de primera línea- son tomados del libro con igual título, publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1998, en el contexto del Programa de las Naciones Unidad para el Medio Ambiente.

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