El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 30 de abril de 2011

FÁBULA DEL REINO DE REINITOS SONRIENTES Y DE SUS VASALLOS TRISTES O IRACUNDOS

Luis Rocha

No es éste propiamente el comienzo de ésta fábula la cual tendremos que iniciar diciendo que en aquellos tiempos de cristianismo, socialismo y solidaridad, se pusieron de moda las esfumaciones, las cuales llegaron a ser arte y mina para algunos, y uno de aquellos magos encontró en ello una fuente inagotable e intocable de recursos, para lo que, lógicamente inventó un método, conocido como el método Rivas, o mejor dicho, el Recurso y el método de Rivas. No pocos quisieron seguir sus pasos, algunos con buena y otros con regular fortuna, como ocurrió en el Reino de Porras, porque lo que sucedía es que entre más se sabía de los monarcas principales, menos riesgos de finalizar reinados se corrían. No olvidemos la solidaridad y el socialismo entre ellos, y el hecho de que todo transcurre, como es de suponer, en el Reino Socialista de Nicaragua en donde la reina, esposa del rey, “ejerce la potestad real por derecho propio”, y aunque en el ajedrez es la pieza más importante después del rey, aquí sucede lo contrario. Ahora bien, ambos, como sucede en las monarquías, ejercen cristianamente la jefatura del Estado, y tienen dominio y predominio sobre las demás personas, las cuales se denominan vasallos. Quiero hacer constar que ignoro por qué el diccionario de la RAE dice que reinar es “una costumbre, una enfermedad, un viento.”

Supuestamente los vasallos son diferentes a los siervos. Podríamos deducir que los vasallos son las masas y los siervos, por ser esclavos del monarca, la cúpula, o la nomenclatura. El siervo o esclavo es la lealtad incondicional, y si es necesario irracional, que todo monarca exige de sus más cercanos, por lo que precisamente en ese grupo de privilegiados, se encuentran los fundadores del reino. Los reyes a su vez, por reciprocidad cristiana y solidaria, son siervos de sus esclavos, en la medida proporcional en que estos compartan y resguarden sus ambiciones. Vasallos los hay de dos clases: los vasallos vasallos, quienes viven iracundos por tener que serlo y disimulan su rabia agrediendo siempre que se les ordena a los vasallos tristes, y éstos, que viven tristes aunque indignados, pero que no están dispuestos a ser serviles. Estos últimos sí están obligados a pagar feudo, feudatario. No reciben estipendio del rey y no lo aceptan como su dueño. En otras palabras, no se consideran vasallos sino avasallados.

Ahora sí, comienza ésta fábula: El Reino Socialista de Nicaragua consiste en un reino amo y señor de los reinitos sonrientes, o sean instituciones, feudos o ministerios diseñados escrupulosamente para ser limpiados por los seguidores de la monarquía. Son premios a la incondicionalidad y a la reciprocidad que se exige en momentos dados, como las llamadas elecciones. Está dividido y subdividido: El Reino Divino, son los monarcas o dioses en la tierra; El Reinito de los Culones Sonrientes Eternamente (CSE); el Reinito de la balanza quebrada –conocido también como Corte Celestial- o Corte Suprema de Jamones (CSJ); existió hasta hace muy poco un Reinito de las Porras Cantoras, o Dirección General de Ingresos personales (DGI); aunque de no ser por el de los dioses merecería el calificativo de reinote, sobrecoge el misterioso Reinito del Alba en Tinieblas; y así sucesivamente pequeños reinos que consolidan a su vez a un Reino Único y Divino. De aquí que el auge de la esfumaciones de dinero –como el que se mueve sigilosamente dentro del Reino del Alba en Tinieblas- son verdaderos milagros gracias a quienes rezan en las rotondas, y por tener los nicaragüenses el gran honor de vivir en un país cristiano, socialista y solidario. Estas esfumaciones están a cargo, como ya explicamos, de los reinitos subalternos al Divino, es decir de reyezuelos cuyo máximo exponente, siempre orondo e imprescindible por vivir en gracia cardenalicia, es el monarca del CSE quien ya lleva esfumados por lo menos 407 millones de córdobas.

Estos milagros por lo general son reconocidos y avalados por instituciones que viven de sus siglas, cuyo significado real nadie conoce o comprende, tales como “CGR”, “FGR” y otras de igual eficiencia. El hecho es que nuestra monarquía se sustenta en milagros incuestionables. ¿Quién, entonces, puede poner en duda su catolicismo? Tan católica es la pareja real, que sus ingresos y egresos, son como dogmas. ¿Alguien puede poner en duda su fe cristiana? Ahora, aclarado lo del Reino de los Reinitos Sonrientes, y sus métodos y recursos, ¿alguien puede criticar sus carcajadas? No olvidemos que somos vasallos, unos iracundos y otros tristes. Iracundos o tristes, en no pocas ocasiones dependemos de un igual condicionamiento para mantener nuestros trabajos en instituciones del Estado, y así no olvidar jamás que somos un Pueblo Presidente, y que si nos portamos bien permitiendo la perpetuidad de los monarcas, podremos llegar a hacer esfumaciones. Al fin y al cabo, uno viendo aprende. Pero hay un pequeño detalle: ¿Quién ha dicho que queremos seguir siendo vasallos?

luisrochaurtecho@yahoo.com

“Extremadura”, Masatepe, 28 de abril de 2011. (“Me quema la palabra”).

No hay comentarios:

Publicar un comentario