Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, advirtió ayer que ningún congreso del gobernante Frente Sandinista (FSLN) ni cualquier otro tipo de encuentro que proclame la candidatura de Daniel Ortega, para otro período presidencial, logrará dar legitimidad a la misma, porque ésta es a todas luces una acción inconstitucional.
“Debe quedar claro que esos congresos, por muy populares que sean, no legitiman una candidatura que es inconstitucional. Todos sabemos que vamos a estas elecciones con esa especie de mancha de origen que lastimosamente coloca al país en una situación muy difícil de cara a las elecciones, pero eso no legitima un acto que transgrede la Constitución Política del país”, afirmó.
Monseñor Báez dijo que los congresos departamentales que ha realizado en el último mes el partido de Gobierno “son un estilo nuevo que el Frente Sandinista está imponiendo este año y tiene todo el derecho como partido político de hacerlo”.
Sin embargo, aclaró que éstos no pueden legitimar las ilegalidades del presidente Ortega, quien pretende reelegirse en contra de las disposiciones que establece el artículo 147 de la Constitución Política del país.
MANIPULACIÓN CLARA
El prelado católico indicó que él no se atrevería a juzgar cuáles fueron las intenciones del Frente Sandinista para realizar su cuarto congreso departamental de Managua, el sábado reciente, justamente frente a la sede central del Consejo Supremo Electoral (CSE). Pero opinó que la intención de manipulación es clara.
Miembros de diferentes organizaciones de la sociedad civil realizaron ayer un plantón en la rotonda de Metrocentro y caminaron hasta la sede del CSE para protestar contra la reelección del presidente Daniel Ortega y exigir la observación electoral.
LA PRENSA/M. LORÍO“Desde afuera uno puede imaginar que la intención es clara, si enfrente del Consejo Supremo Electoral se planta el pueblo que apoya al partido de Gobierno para decir que ese (Ortega) es su candidato. Pero ahí no importa ni el número ni el lugar ni la dinámica del encuentro. Nada de eso legitima un acto que es inconstitucional. Es un hecho que no podemos olvidar”, resaltó Báez.
El Obispo ofreció estas declaraciones tras la eucaristía que ofició ayer en la Catedral de Managua, ubicada al costado noroeste de la rotonda de Metrocentro, donde unas horas antes decenas de miembros de varias organizaciones de la sociedad civil realizaron un plantón y luego caminaron hasta la cercana sede central del CSE, para protestar contra la reelección del presidente Ortega y exigir la observación electoral, que el CSE pretende limitar utilizando la figura de acompañamiento.
Durante el plantón, los manifestantes repartieron volantes a los conductores y pasajeros de los vehículos que circularon por la zona, mostraron mantas y pancartas y animaron a denunciar las arbitrariedades del mandatario del FSLN. Una vez enfrente del CSE, que estaba resguardado por decenas de policías, también realizaron pintas recordando la prohibición constitucional sobre la reelección.
RUEGA TOLERANCIA
El Obispo también exhortó, durante la homilía, a que los políticos, principalmente, y los nicaragüenses en general deben de ser tolerantes durante este proceso electoral y no verse unos a otros como enemigos sólo por una ideología.
“Que recuerden nuestros políticos que el verdadero enemigo lo lleva cada uno en el propio corazón”, reflexionó Báez.
El Obispo lamentó el retiro de la cooperación danesa, sin la que Nicaragua dejará de percibir 18 millones de dólares para programas relaciones con la seguridad ciudadana y la gobernabilidad.
“Es una pena que la ayuda de Dinamarca se haya perdido por no aceptar la observación electoral, lo cual sería lo más natural en un país democrático. Sobre todo porque el Consejo Supremo Electoral tiene la potestad de acreditar observadores electorales. Es una pena que, por negarse a eso, se le haya privado a gran parte de la población y a gran número de la sociedad civil de una ayuda de un país amigo”, lamentó el Obispo.
Báez añadió que otra pena más grande es el rechazo del Gobierno y las autoridades electorales a aceptar la observación electoral, porque considera que “más que nunca en Nicaragua se necesita legitimidad”.
Señaló que “indudablemente el hecho de la no observación electoral le quita mucha legitimidad a lo que puede ocurrir” en noviembre.
“Todos sabemos que vamos a estas elecciones con esa especie de mancha de origen que lastimosamente coloca al país en una situación muy difícil de cara a las elecciones”, reiteró el Obispo Auxiliar.
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