No se que movimientos se están dando en la cúpula de los partidos políticos, pero sean los que sean, le movieron el piso al protegido del Cardenal y se molestó a tal punto que no solo acusó de encubridor en un caso de pederastia al Obispo Hombach, sino que se fue contra su benefactor al acusarlo de nombrar de dedo a los obispos. Pero el mal para su benefactor no quedó allí porque el Obispo Hombach respondió a la grave acusación negándola por completo cuando fue claro al decir que aunque hubiera querido ayudarlo no lo hubiera podido hacer ya que el sacerdote, de origen alemán, acusado de pederasta, no pertenecía a su diócesis sino a la del cardenal, dando a entender que si alguien le ayudó, fue el propio Cardenal.
A su larga lista de delitos e imperfecciones ahora le podemos agregar el de malagradecido al atacar a su padre espiritual y fuerte apañador de todas sus delincuencias.
¿Qué es lo que molestó tanto al famoso personaje, centro de la política sucia que nos rodea? Sin duda alguna las palabras del Obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez Ortega, quien entre los muchos señalamientos que hizo denunciando las violaciones continuas a la Constitución, le recordó al presidente del CSE su actuación bochornosa al robarse las elecciones municipales de 2008, razón por la cual la emprendió contra la Conferencia Episcopal.
¿Pero que está pasando en realidad en el interior del poder? Parece que su presidencia de facto en el CSE, hasta ahora intocable e impune, está en peligro. La mención del general retirado, Omar Hallesleven como posible candidato al cargo que hasta el momento ostenta con todo lujo de prepotencia e ilegalidad, como que lo pone nervioso e iracundo porque en el fondo sabe que esa candidatura no viene sola sino acompañada con todo el peso del apoyo del Ejército Nacional, el cual tiene métodos originales de mostrar su poder. Si no, veamos quien es el único funcionario de gobierno que trabaja con absoluta independencia. Se trata del Presidente del BCN, Antenor Rosales, ex miembro del Ejército Nacional, del que se retiró con el grado de Coronel, aunque cariñosamente le llamen el capi Rosales. Los militares, que se metieron a inversionistas, querían que sus inversiones estuvieran respaldadas por una política económica de acuerdo a los preceptos del FMI, BM y demás instituciones mundiales llamadas neoliberales, entonces propusieron a su colega como el vigilante de la buena marcha de la macro economía del país y lo ha hecho bien.
El Ejército Nacional viendo el rumbo peligroso que va tomando el país por los abusos del Poder Ejecutivo y por la legitimidad de las futuras elecciones, algo que no existiría con Roberto Rivas como presidente del CSE, propone como candidato para ese cargo al General en retiro Omar Hallesleven, candidatura a la que el Presidente Ortega es muy difícil que se oponga por razones obvias.
Sin importar de donde proviene el General Hallesleven, es claro que no existe punto de comparación entre ambos, por lo que su candidatura sería bien recibida por una gran mayoría de nicaragüenses, quienes veríamos en él una persona que por su disciplina castrense, cumpliría a cabalidad con su deber de juez imparcial de los comicios presidenciales de 2011, adjudicando los votos a quien le corresponde y dando a conocer a la ciudadanía el proceso electoral a medida que se vaya desarrollando, hasta llegar al veredicto final a la mayor brevedad de tiempo posible, para despejar cualquier duda de fraude y preservar la dignidad que el Ejército Nacional se ha ganado.
Por supuesto que todo esto es una mera especulación pero con ribetes de realidad y de alguna manera expresa los deseos de los nicaragüenses que ya no soportamos la presencia dañina y delincuencial de Roberto Rivas Reyes, quien se ha ganado un lugar bien alto en la galería ascendente de los funcionarios de gobierno mafiosos que han impedido el avance de la democracia y del desarrollo del pueblo nicaragüense.
No se sabe si el General retirado va a aceptar la propuesta. Ni siquiera se sabe si es cierta, pero con solo pensar que se está hablando sobre la posibilidad de reemplazar al actual presidente del CSE, una lluvia de esperanza cae sobre todos los que queremos unas elecciones transparentes y justas.
Si el General Hallesleven pudo actuar en defensa de la integridad de la nación como militar, lo podrá hacer como civil si asume la presidencia de la importante institución, clave indispensable para el triunfo de la democracia. No hay que olvidar que en unos comicios electorales justos y transparentes, puede ganar cualquiera de los contendientes y ese triunfo contará con la legitimidad que solo un CSE honesto le puede imprimir, algo que el actual jamás lo puede lograr.
Jorge J Cuadra V
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