El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 25 de octubre de 2010

Hitler y Ahmadineyad: perros que ladran y muerden

El Irán de Ahmadineyad representa un serio peligro para toda la humanidad

Eric Scharf Taitelbaum

En su libro Mi lucha, Hitler propuso aniquilar al pueblo judío. Para esos efectos, inició una campaña de demonización en su contra y alcanzó parcialmente su objetivo, al matar a 6 millones de judíos. Setenta años después, bajo el lema del “Jihad” (“Lucha” o “Guerra Santa”), el presidente iraní Ahmadineyad ha manifestado expresamente su deseo de borrar del mapa el Estado de Israel, al cual ha insultado y demonizado públicamente y en el que actualmente viven 6 millones de judíos.

Entre sus mecanismos de acción, Hitler y su ejército realizaron asesinatos masivos indiscriminados y utilizaron cámaras de gas, hornos crematorios y campos de concentración. Por su parte, el Presidente iraní patrocina actos terroristas –incluyendo ayuda financiera y entrenamiento a militantes chiitas en Iraq, talibanes en Afganistán y organizaciones terroristas como Jihad islámico, Hamás y Hezbolá–.

Peor aún, está desarrollando un cuestionado programa nuclear de enriquecimiento de uranio y diseño de misiles, para convertirse en una potencia nuclear, lo cual pone en grave riesgo al mundo entero.

El régimen alemán aplicó políticas de aislamiento contra los judíos, prohibiéndoles participar en la economía y restringiéndolos territorialmente en los denominados guetos.

Similarmente, Ahmadineyad ha promovido campañas de boicot contra productos y servicios provenientes de Israel. Además, más que limitarlo territorialmente, quiere destruir por completo el Estado de Israel.

Estrategia terrorista. Hitler no se conformó con aplicar sus políticas e ideología en Alemania, sino que intentó extenderlas por el resto de Europa y, si le hubiera sido posible, por el resto del mundo. De la misma manera, Irán ha promovido su estrategia terrorista y ha exportado su ideología radical y discriminatoria a distintas partes del mundo, desarrollando operaciones primero en el Oriente Medio y, últimamente, en otras geografías como América Latina.

El plan de Hitler, genocida y claramente violatorio de los derechos humanos, contenía una política altamente discriminatoria, dirigida contra minorías como homosexuales, gitanos, judíos y negros.

En la misma línea, Irán es uno de los países más discriminatorios contra las minorías. Es gobernado por un régimen opresivo, que niega los derechos de sus ciudadanos, las libertades de expresión, culto y prensa, y suprime brutalmente los derechos de las mujeres, niños, homosexuales, minorías étnicas y religiosas y los grupos políticos opositores.

La preocupante similitud entre Ahmadineyad y Hitler, ambos psicópatas perversos y asesinos, explica por qué el primero es uno de los máximos negadores del Holocausto, no obstante este es uno de los hechos históricos más documentados y demostrados con todo tipo de evidencias.

El mundo no reaccionó a tiempo ante todas las señales del aborrecible plan de Hitler, permitiendo que se desarrollara una de las etapas más oscuras y vergonzosas de la historia humana. Murieron más de 55 millones de personas, un 50% de ellos civiles, de los cuales 12 millones fueron asesinados como resultado del programa nazi de exterminio sistemático. Además, desaparecieron ciudades enteras, vías férreas, carreteras, puentes, campos de cultivos, viviendas y edificios.

Finalmente, millones de personas fueron desplazadas o quedaron en la ruina económica, moral y psicológica.

Pareciera que aquella experiencia no fue suficiente. Salvo condenas aisladas y críticas cobardes e ineficientes, el mundo se ha mostrado indiferente y no ha reaccionado seriamente ante las claras amenazas que representa el régimen iraní. ¿Cuántas señales más necesitamos para evitar que se produzca otra barbarie humana como la de la Segunda Guerra Mundial? Irán representa un serio peligro para toda la humanidad y no solo para aquellos grupos contra quienes suele dirigirse. Por lo tanto, a todos nos conviene y somos responsables de actuar y contener cuanto antes sus abominables objetivos.

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