El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

domingo, 17 de octubre de 2010

Hay que subir la parada a educación

* Medio millón de niños fuera del sistema escolar, de cada 100 que entran a primer grado sólo 45 llegan a quinto

Carlos Salinas Maldonado |
La educación en Nicaragua se ha convertido un círculo vicioso difícil de romper. Con la llegada del Frente Sandinista al poder en enero de 2007, quedó demostrado que los planes, plazos y proyectos definidos obedecen más a intereses políticos y hasta de partidos que a una estrategia a largo plazo que prioriza la educación como base para el desarrollo. De la autonomía escolar y la semiprivatización de la educación se ha pasado a un modelo de fuerte carácter ideológico.

“Aquí se quitó la autonomía educativa de un zarpazo por mala. Igual pasó cuando Humberto Belli llegó al Gobierno. Se acabó con la educación de la revolución porque era mala, hasta se quemaron libros. Lo que hizo Belli es lo mismo que hace el Gobierno sandinista: tirar a la basura todo porque antes era el sandinismo, ahora porque es el neoliberalismo. Así no funcionan las cosas. Vamos a la deriva”, dijo Josefina Vijil.

En Nicaragua hay 500 mil niños fuera del sistema escolar. De cada 100 niños que ingresan al primer grado, sólo 45 logran llegar hasta quinto. En Nicaragua hay un déficit de 12 mil aulas y, según informe del Minde de 2007, el 48% de las escuelas del país debe construirse de nuevo o hacerles importantes reparaciones. En Nicaragua, un maestro gana 180 dólares; en Centroamérica, el salario medio es de 540 dólares. En Nicaragua, el Gobierno apenas invierte el 3.6% del PIB en educación. En Nicaragua, el promedio de escolaridad es de 6.7 años, mientras que en la igualmente pobre Bolivia el promedio es de 9.9 años y en la vecina Honduras es de 7.5. Eso sin contar con las deficiencias técnicas de los maestros.

“El docente llega a dar clases después de haber salido de un sistema educativo de primaria y secundaria de muy mala calidad. Llegan los que no tienen oportunidad de ir a la universidad, los que no tienen opciones de carreras técnicas. Son producto de un sistema educativo de muy mala calidad: no aprendieron a leer bien, hay debilidades muy serias en la lectura comprensiva, en la expresión oral y escrita, en el cálculo matemático, en el método para investigar, es decir todos los conocimientos de base”, explicó Vijil.

“Estos muchachos llegan con esos problemas que arrastran del sistema educativo, entran a un sistema de formación docente de mala calidad, un currículum que no aborda lo que necesita saber un docente. La formación normal no resuelve los problemas con los que llegan, sino que los empeora. Salen de la escuela normal y asumen un aula de clases reproduciendo los problemas que ellos mismos tienen. Tenemos un círculo vicioso. Necesitamos reformar la educación normal, necesitamos subirle la parada, hacerla de un nivel técnico superior”, agregó la experta.

Para cambiar esta realidad se necesita voluntad política y fondos suficientes. Desde 2007, una colación de ONG lideradas por la organización Intermón Oxfam ha impulsado la campaña “7% es la nota”, que promueve la presión social para exigir al Gobierno que eleva la inversión en Educación hasta el 7% del Producto Interno Bruto (PIB). “Nicaragua sigue siendo el último país de América Latina en cuanto a acceso y calidad en educación, y uno de los que menos invierte en ella”, reza la campaña. Los organizadores ponen como ejemplo a Bolivia, país tan pobre como Nicaragua, que ha logrado invertir el 7% de su PIB en Educación.

Los impulsores de este proyecto han identificado tres fuentes de financiamiento que el Gobierno podría utilizar para aumentar paulatinamente la inversión en educación. Proponen una reforma fiscal que amplíe la base de los contribuyentes, es decir, que aquellos sectores del país que ingresan más dinero paguen más impuestos. Los recursos librados de esa reforma serían dedicados a Educación.

Otra fuente son los fondos generados por el alivio de la deuda. “Fue una algarabía nacional cuando Nicaragua pasó a hacer parte de la iniciativa HIPC. Se nos decía que las cosas iban a cambiar para los nicaragüenses porque 300 millones de dólares que se usaban para la deuda externa iban a ser liberados para la inversión social. Ocurrió que los recursos de la iniciativa pasaron a ser pagados como deuda interna. Creemos que es ético, justo, después de un compromiso de los gobernantes, que haya una reestructuración de la deuda interna, pensar que esos recursos deben ser apostados a la educación”, explicó una fuente de ONG que accedió a hablar en anonimato, dada la actual ‘caza de brujas’ del Gobierno a todo lo que huela a crítica.

Una tercera fuente de fondos sería el apoyo de los países ricos, que se comprometieron a destinar el 0.07% de su riqueza a apoyar a los países en desarrollo. Los organizadores, además, creen que se podría destinar eficientemente una parte de los recursos ALBA (400 millones de dólares generados en 2008) a Educación.

“Si la inversión en Educación no se duplica en el corto plazo, hacia 2020 las desigualdades serán más profundas”, advirtieron desde la campaña. “Hay los suficientes recursos que podrían, sin hay voluntad política, apostar sin ningún problema a alcanzar este objetivo del 7%”, agregó la fuente de ONG. Claro, si hubiera voluntad política

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