EL MAGO DE OZ

Todos los que ya tenemos algunos años encima no podemos olvidar esa magnífica súper producción cinematográfica protagonizada por la joven estrella, Judy Garland, en el año 1939. Ella, en el papel de Dorothy, logró dotar de coraje al león, de cerebro al hombre de hojalata y de corazón al espanta pájaros, sus acompañantes en el viaje en busca del mago de Oz.

Todo lo anterior pertenece al mundo de la ficción, pero aquí tenemos a un mago de Oz que trata, con retórica demagógica y mal intencionada, de convertir a los villanos en héroes, a los vendidos en hombres de principios y lo peor, al estorbo nacional en necesidad esencial para conseguir la unidad y el triunfo de la democracia. Para este personaje, aventajado seguidor de Maquiavelo situado en la AN, todo lo malo que se hace en el seno del PLC, es con fines nobles y generosos. Hasta hoy yo creía que lo peor del PLC era su líder, traidor y corrupto, pero estaba equivocado. Lo comprendí al ver como una mente brillante es usada para confundir y mentir. El diputado Pallais Arana, con figura de noble tribuno, esconde una mente maquiavélica dedicada a manejar el mal de forma que parezca el bien. ¿Cómo es posible que a estas alturas del juego quiera meternos el chamarrazo de vendernos a un Arnoldo Alemán patriota y preocupado por su pueblo? Decir que Arnoldo tiene que correr como candidato único de oposición porque es el que encabeza las encuestas de popularidad, es ya de por si una mentira más grande que la Catedral de la ciudad en que vive, pero decir que solo corriendo como candidato presidencial se puede probar el fraude, es la máxima expresión del servilismo. Arnoldo es el más popular y el único que puede vencer a Ortega, continuó diciendo este diputado que hoy se escapó del closet para esparcir el veneno de la mentira y de la retórica maligna a favor de los que quieren permanecer en las estructuras del poder para seguir viviendo a costa de la pobreza nacional.

Los “inocentes” magistrados liberales, que abandonaron el plenario de la CSJ pero jamás dejaron de recibir sus sueldos, ahora son dignos y heroicos funcionarios, que lo que hicieron con sus renuncias fue poner en entredicho al gobierno del Presidente Ortega al obligar a los magistrados sandinistas a entrar al camino de la ilegalidad, dijo el diputado Pallais Arana. Más maligno y descarado no se puede ser. Y pensar que en las manos de esos crápulas está el destino de los nicaragüenses. Al diputado José Bernard Pallais Arana, se le terminó la dignidad que su augusta figura, adornada con una papada digna de un señor obispo, proyectaba. Quedó al desnudo su verdadero yo político, más sucio que el del propio Arnoldo Alemán, al expresar publicamente esas desafortunadas declaraciones cuyo único objetivo es engañar y confundir al noble pueblo nicaragüense. Ya se podía adivinar la flaqueza moral de este diputado con ínfulas de honesto legislador, cuando aceptó que nombraran a su esposa conjuez, formando una dupleta legislativa al servicio de fallos judiciales que prácticamente nos han dejado sin Constitución.

Ahora que el daño está hecho, regresan los “honorables” magistrados liberales al lugar de donde nunca se fueron, con los bolsillos medio llenos de dinero corrupto, al mismo tiempo que se retiraban los no menos “honorables” conjueces a gastar los sucios denarios que se ganaron por su “honrosa” participación en la conversión de lo malo en bueno y de lo ilegal en legal.

Que se gana con decir que los sandinistas son malos, si los liberales arnoldistas son peores, mucho peores. Y si vamos a tener orteguismo por muchos años, que quede claro que es gracias a la maldad de hombres como Pallais Arana, que van por el mundo proyectando rectitud y son más torcidos que rama de matapalo.

Debe pasar como cosa insólita, como ejemplo de record Guinnes, la astucia maligna de quienes quieren convertir a los diablos en ángeles. Y para hablar de hombres, a los corruptos en honestos, erigiéndose en ejemplos de patriotismo, cuando en realidad son más vende patrias que Máximo Jerez, leonés como el diputado Pallais, que nos quiere dar atol con su dedo manchado con la tinta del fraude electoral del 2008.

Así como hay un tiempo para recibir el premio por habernos portado de forma digna en el ejercicio de nuestras obligaciones, debe haber un tiempo para pagar por las maldades cometidas en nombre de la ambición y los intereses personales y ese tiempo le va a llegar a ese falso legislador, rey de la mentira y del descaro.

Fue milagrosa esa entrevista que el diputado Pallais Arana tuvo con Danilo Lacayo, porque fue gracias a ella que se descubrió la malignidad de ese diputado tan dañino para los intereses de la nación y del pueblo sufriente.

Jorge J Cuadra V