“¿Qué diferencia hay entre el rico que se traga lo poco que poseen los pobres, llevado por la voracidad insaciable de su avaricia, y el tiburón con el estómago lleno de peces pequeños? El rico ha de morir y de nada le servirán sus despojos; antes, por el contrario, sus rapiñas detestables le harán aún más infame. Se pesca el tiburón y es una presa inútil. ¿Cuántos peces se encuentran en sus entrañas que a su vez habrían devorado a otros? Del mismo modo tú, oh rico, junta a tus bienes el producto del robo de otros… cuida de no encontrar el mismo fin que el tiburón. Te crees potente y que nadie puede resistirte. También presumía el tiburón de que nadie le echaba el anzuelo ni le tendía las redes y si así sucedía los destrozaba. Sin embargo no pudo librarse del tridente y cayó en una trampa más resistente de la que no logró escapar. Sin duda, los que cometen grandes iniquidades no pueden estar seguros en la magnitud de su crimen y difícilmente podrán evitar que alguna vez paguen el precio de sus crímenes”.[1]
El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.
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