El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 5 de agosto de 2010

¿Cuál es el verdadero interés de Occidente en que Irán cancele su programa nuclear?

Por Maximiliano Sbarbi Osuna

Mientras que el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad acusaba a Estados Unidos de violar el Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares y de haber provisto a Sadam Husein de armas de destrucción masiva en contra de Irán durante la guerra (1980-1988), las negociaciones entre la Unión Europea y Teherán, con respecto a la utilización de energía nuclear por parte de Irán, están en un punto muerto.

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El presidente Iraní denunció a EE.UU. en la Asamblea de la ONU

¿Por qué Occidente está interesado en que Irán no fabrique energía nuclear?

Las razones que esgrimen tanto los diplomáticos norteamericanos como los europeos se relacionan con el apoyo que el régimen teocrático iraní le brinda a organizaciones islámicas catalogadas como terroristas.

Si bien es cierta la afinidad que hay entre Teherán y varios grupos armados antiisraelíes, los verdaderos motivos de la presión contra el programa nuclear iraní son económicos.

En primer lugar, Irán es una potencia regional, un país con grandes industrias que compiten con las israelíes, saudíes y occidentales. El desarrollo de energía nuclear potenciaría la capacidad comercial de la industria iraní, quitándole mercados a los competidores locales y foráneos.

En segundo lugar, la nueva guerra fría que se está llevando a cabo en la región del Mar Caspio y de Asia Central entre EE.UU., Europa y Arabia Saudita por un lado y Rusia, China e Irán por el otro, vuelca a Occidente a asumir una actitud hostil hacia los planes nucleares iraníes.

Las relaciones de Teherán con China y Rusia tienen que ver con la exportación y traslado de gas y petróleo a través del Mar Caspio y de Asia Central, y con la construcción de oleoductos. La geografía del traslado de hidrocarburos por esas zonas está disputada por empresas occidentales, por eso la lucha abarca desde cambios provocados en los regímenes de los países de la región hasta la condena de un programa nuclear supuestamente con fines pacíficos de Irán.

Aunque también existe una rivalidad rusa-iraní en cuanto a la extracción de petróleo del Mar Caspio, pero por ahora estos asuntos internos no perturban la alianza que hay entre Teherán y Moscú.

Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin coincidió con el presidente norteamericano George Bush, en la cumbre de las Naciones Unidas de la semana pasada, en que no va a permitir que Irán desarrolle armas nucleares.

Rechazo de la oferta europea

Un dato que demuestra el gran interés que tiene Occidente en controlar o ser partícipe del programa nuclear iraní es el gran ofrecimiento que Irán rechazó de la Unión Europea.

Los tres países que representan a la Unión Europea en las negociaciones con Irán (Francia, Gran Bretaña y Alemania) propusieron la participación de compañías occidentales en el programa nuclear, el continuo suministro de combustible para las plantas nucleares, garantías de seguridad internacional, el aumento de la cooperación económica y comercial con Occidente y hasta la posibilidad de que Irán se transforme gradualmente en el proveedor número uno de gas y petróleo de Europa.

¿Puede Irán fabricar una bomba nuclear?

De acuerdo con el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Gran Bretaña, van a pasar varios años (entre 8 y 10) hasta que Irán pueda construir su primera bomba nuclear, si es que se lo propone.

A pesar de mantener un programa nuclear secreto por más de veinte años, Irán siempre ha sostenido que la investigación y uso de la energía nuclear sería con fines pacíficos y no bélicos, además la AIEA (Asociación Internacional de la Energía Atómica) ha podido revisar las instalaciones nucleares sin ninguna limitación.

El peligro de que Irán construya armas nucleares son los misiles de largo alcance, que ya dispone, cuyo poder de impacto podría afectar a Israel y hasta el sur de Rusia.
¿Qué ocurriría si las negociaciones fracasaran?

Escenario pacífico (poco probable): Europa podría aceptar que China y Rusia participaran en el programa iraní, como garantía de que los fines nucleares son pacíficos. Tanto Rusia como China no tienen tantos reparos en que Irán crezca como potencia industrial en la región. Actualmente, hay muchas inversiones chinas en Irán y el combustible para la central nuclear de la ciudad de Busher lo proporciona Rusia. Este escenario es muy poco probable, ya que la Unión Europea jamás permitiría que sus competidores económicos participen de un proyecto tan grande y redituable.

Escenario de mediación: Si las actuales negociaciones no prosperan, puede haber un cocenso mutuo en una segunda instancia de negociación, con otros países mediadores o una parcial aceptación iraní de que haya inversiones occidentales en su programa nuclear.

Escenario de ruptura: La AIEA y la Unión Europea pueden elevar el caso al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sin embargo, esta posibilidad no es conveniente para Europa, ya que China es un país con poder de veto y seguramente usaría este derecho para impedir sanciones contra Irán.

Escenario bélico (poco probable): En caso de que China no vete la propuesta de sanciones contra Teherán, ya sea porque priorice las relaciones con Occidente a los negocios petroleros con Irán, o que los halcones de la Casa Blanca salteen nuevamente a las Naciones Unidas y preparen acciones militares contra Irán, estaríamos ante el peor de los escenaios.

Una invasión a Irán por parte de una coalición euro-estadounidense requeriría de una disminución de los efectivos militares en Afganistán e Irak y una enorme inversión de miles de millones de dólares y no menos de 35 mil soldados de tierra, de acuerdo con varios analistas.

Claro, que el resultado sería la obtención de las segundas reservas mundiales de petróleo, pero la operación puede ser más costosa ya que la venganza iraní puede poner al mundo al borde de un caos económico sin precedentes.

En cuanto Irán se vea amenazado ya sea por la ONU o por Estados Unidos, puede mermar el bombeo de crudo hacia occidente, elevando el precio del barril hasta precios inimaginables. Teherán mucho no pierde, ya que su cliente chino necesita cada año muchos más barriles de petróleo que el año anterior, por su industria en expansión.

Esta caótica posibilidad es poco probable, ya que tanto los gastos como los riesgos son muy altos para ambas partes.

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