El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 5 de agosto de 2010

Me quema la palabra

EL PRESENTE, DICTADOR DEL PASADO

Luis Rocha

En EL CORREO tenemos una sección que dentro de su intencional brevedad contiene enseñanzas del pasado para el presente. Personajes reales que con su actitud personal o su magisterio moral a través de sus escritos siguen constituyendo un ejemplo a seguir: “El pasado maestro del presente” se titula.

No obstante, conversando uno de estos días en Masatepe con el Bachiller Lora, mientras me lustraba me ilustraba ese rústico pero sabio personaje y me hacía ver que las ironías, junto con el Güegüence, eran tenaces defensoras de la verdadera historia de Nicaragua y acérrimas enemigas de la historia inventada, acomodada o por contar por quienes deciden no faltar en ella, aunque para ello tengan que expulsar de ahí a quienes sí estuvieron

Su tesis, explicada con palabras más precisas que las mías, consiste en que vayamos aceptando la “historia oficial” como un derroche de humor negro. Pasando de las palabras a los hechos que no sucedieron, a manera de ejemplo me relató de cómo fue Mikey Money y no Mónica Baltodano quien se tomó Granada la madrugada del 17 de julio de 1979. Resulta que a la Mónica y a Iván García les dio por aquellas fechas un terrible catarro, y dándose cuenta de aquel peligroso percance Mikey Money, el más aguerrido loco de la Gran Sultana, asumió el mando –como lo hiciera Rafaela Herrera en El Castillo- de las abatidas huestes de Mónica, les levantó el ánimo hasta que hizo combustión el amor patrio y en cuestión de horas logró que el enemigo se rindiera o huyera despavorido. En castigo, según esa versión que además tiene la virtud de barajar los años, Mónica Baltodano fue condenada al Rescate del Sandinismo y por el contrario, en premio por su hazaña, Mikey Money fue nombrado Comandante Supremo de los Consejos Cachurecos del Poder Ciudadano de Granada, con cuartel permanente en el populoso e ilustre Barrio del Cerotal, también conocido como de Las Flores Negras.

Mi verdad, que en manera alguna pretende contradecir la del Bachiller Lora, es que una noche, años después de aquella odisea, Fernando Silva, Lizandro Chávez Alfaro, Julio Valle-Castillo (quien por increíble que parezca puede dar fe de cuanto afirmo) y yo andábamos por Granada, cuando repentinamente sin saber cómo fuimos a parar al barrio de “El Cerotal” donde nos topamos con un gentillo en parte sentado en sillas plegadizas de madera sobre la tierra húmeda, y en parte deambulando de un lado a otro, pero sobre todo alrededor de un paupérrimo ataúd que se incorporaba de forma natural a la alegría reinante. Se trataba de la vela –en olor de popularidad- de Mikey Money, sobre quien, recogiendo innumerables testimonios de los presentes, nos propusimos escribir los cuatro, cada uno un relato que efectivamente publicamos en “Nuevo Amanecer Cultural”, en fecha archivada en la memoria de Julio Valle. Su lema, nos dijeron, era: “¡Qué felicidad la de Trinidad, que se hace el loco para no trabajar!” El Bachiller Lora estuvo de acuerdo en que aquella frase era la mejor prueba de la cordura de quien la dijo.

Si tuviéramos la obligación de interpretar toda frase célebre con la que nos tropezamos en la vida, lícito sería especular que Mikey Money era el seudónimo de Daniel Ortega, y que éste efectivamente se tomó “La Pólvora” la madrugada del 17 de julio de 1979. Pero no puede ser, ya que el Caudillo junto con Tomás Borge, habían pasado toda ésta vida –y pasarán la otra- muy ocupados fundando el actual FSLN y planeando el repliegue hacia la reelección perpetua, y aunque el monarca tiene el don de la ubicuidad, hasta el momento no ha estado interesado en ser el único héroe de la toma de Granada. El Bachiller Lora aprovechó el momento de éstas elucubraciones, para contarme cómo fue la toma del Palacio Nacional el 22 de agosto de 1978.

Como Dora María Téllez, para no ir a la toma del Palacio comenzó a alegar estar veletudinaria y a exigir su jubilación del FSLN, el Comandante de Comandantes y Rey de Reyes se vio obligado a última hora a sustituirla en secreto por Rosario Murillo. Este secreto ha sido muy bien guardado hasta ahora, pues en aquel momento se temía que su revelación desatara una incontenible ola de demandas de jubilaciones –y conste que nadie pensaba en Tomás Borge- o por sueldos atrasados e incumplimientos laborales, todo lo cual podía hacer mucho daño a la organización de Daniel. De manera que fue por eso que se decidió, en una operación tan compartimentada como la del “Alba”, conociendo el desprendimiento, modestia, humildad y arrojo de la heroína Rosario Murillo, responsabilizarla de la toma del Palacio, aunque el pueblo hasta el día de hoy en que se conoce la verdad, creyera todo este tiempo que la de la hazaña había sido Dora María Téllez, quien la usufructuó sin pudor alguno. Ni Hugo Torres, “Uno”, se dio cuenta de aquel estratégico cambio, pues en el nerviosismo de la acción ni siquiera noto diferencias físicas, quizás porque la chaqueta militar le cubría las numerosas pulseras a la hoy primera dama

Además –concluía el Bachiller Lora- nadie se dio cuenta que la clave de todo estaba en que a Rosario le pusieron “Dos”, precisamente por ser la señora de “Dos”, prueba hoy irrefutable de que ella, y no la Dora, fue la Jefa de aquel comando, y que daba las órdenes a través de su edecán. -¿Y quién era su edecán?, alcancé a preguntar-. El Bachi, aliñando meticulosamente su caja de lustrar para irse, maliciosamente me respondió: Pues Edén Pastora, Bachi, no ve que por eso es “Cero”.

luisrochaurtecho@yahoo.com

“Extremadura”, Masatepe, 5 de agosto de 2010.

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