Mi muy estimada y respetada siempre compañera Rosario:
¡Cómo se han desatado las lenguas criticando que un afiche suyo, sólo suyo, esté siendo colgado en todas las paredes de todas las instituciones! Pura envidia le digo yo a la Conchita, que se lamenta que el compañero comandante y presidente Daniel ya no aparezca tanto en los afiches y los carteles, en la radio y en la televisión. Y le digo yo, que ya se sabe que el comandante Daniel ya no está en su punto, que anda amurriñado desde hace rato, de viaje se le ve cada vez que aparece, y es justo que descanse, salga poquito y no hable de muchas cosas, por que, para qué, el hombre se ve ya algo bastante gastado. Y usted compañera Rosario, se ve enterita, bueno, unas veces como que más golpeadita pero es por el peso de las grandes decisiones que tiene que tomar, me imagino yo. No es chiche. La mujer de la casa y la mujer del país, no es trabajo así nomás.
Y también se desataron las lenguas con esa discusioncita que tuvieron usted y el comandante en El Repliegue, y otros dijeron que estuvieron distanciados el 19 en la plaza. Ah, como que no supieran que las parejas así son, se pican y se juntan, un día si y el otro también. Y eso que usted lo maneja controlado al hombre. Por eso yo estoy de acuerdo con que ya anuncie su candidatura presidencial próxima. ¿Quién más que usted para heredar al comandante?
Hay algunos que dicen que no anduvo en ningún combate contra la genocida, a pesar que tiene edad para haber andado. Yo les digo que usted andaba estudiando en Londres y viajando en Europa, conociendo el monstruo capitalista desde adentro. Y también que cuando vino al país, hacía poemas y pasaba a máquina editoriales, cuando trabajaba de secretaria de Pedro Joaquín Chamorro. Y después anduvo acompañando en Costa Rica al comandante. Pero no, esos que dicen que fueron rungueros, como que no la quieren. Pero, no haga caso, que a los jóvenes no les interesa eso de las rungas, solo les gusta ponerse el camufle y ya. Así que láncese de un solo viaje que yo estoy seguro que San Joaquín y Santa Ana, Santa Marta, hermana de Lázaro y de María Magdalena, que se celebran en este mes de julio, la protegerán con su manto y no la dejarán caer en las manos de quienes no la quieren.
Yo lo único es que se acuerde de mí, por que sigo en la rebusca violenta, sin trabajo fijo y sin ningún huesito que masticar, mientras unos que a saber adonde anduvieron, se les ve la boca llena.
Pero, ya no me quejo más, reciba pues mis felicitaciones en estos sus primeros días de candidata presidencial.
Atenta y respetuosamente
Pancho Cabuya
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