Entre lápices y cuadernos,
Tu
tiempo se asombra
Y la primavera
te nombra,
Plena de abrazos fraternos.
Eres
semilla a la vera del camino,
Sembrada para frutos dar,
Es lento y
largo tu caminar,
Pero sin tropiezos no hay destino.
Sueñas con poder ser mañana,
No es la
esencia, no es todo,
Lo esencial y lo pleno es decir: ¡puedo
Subir y
alcanzar la montaña.
En cada paso,
en cada mirada
Se teje la algarabía del estudiante,
Aunque la presión sea sofocante,
Siempre
será la meta alcanzada.
Estudiante, ¡oh estudiante!
Cuatro sílabas en tu nombre
Y no es para que asombre,
Pero eres norte, sur, este y oeste.
Así de grande eres, pero ¿lo sabes?
Emilio Pérez A.
Masatepe, julio 2012.
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