El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

jueves, 19 de julio de 2012

Del desastre de la utopía al mesianismo.

La única utopía deseable, posible y realizable es la utopía democrática.
Sofia Montenegro.



"Ha llegado el momento - dijo la Morsa-  de hablar de muchas cosas:  de zapatos y barcos y sellos.  De coles y reyes, y de por qué hierve el mar  y de si los cerdos tienen alas"
A través del espejo, Lewis Carroll 

El pasado 9 de julio Rosario Murillo, Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, ideóloga y ministra de propaganda del régimen que encabeza su marido, Daniel Ortega, dio el banderillazo de salida a las celebraciones del 33 aniversario de la revolución de 1979 que se conmemora este 19 de julio  con estas palabras:
“¡Qué fortaleza la que Dios ha dado a este Proceso Evolucionario que vivimos en Nicaragua!... ¡Cuánta fortaleza en esa Marcha, paso a paso, de Nicaragua Unida, que sigue triunfando(…)  inspirad@s en un Pasado Sublime, creando este Presente Sublime, e imaginando, y desde ahora promoviendo ese Futuro Sublime que merecemos l@s nicaragüenses, como Pueblo, como Patria, como Tierra, como Familia, Bendita y Libre!... Nicaragua, donde agradecemos a Dios las 33 veces 19, los 33 Años que llevamos conmemorando esa Gran Marcha de la Victoria, el Repliegue Táctico a Masaya, que aproximó, que facilitó la Victoria! ¡Cuánta Bendición! ¡Cuánto Prodigio! ¡Cuánto Milagro! (…) Señor, ¡cómo nos has bendecido! ¡Cómo te pedimos que nos sigás bendiciendo, en Prosperidad, en Alegría, en Dicha, en Tranquilidad!”
La conmemoración del hecho político que marcó la caída de la dictadura de Anastasio Somoza a punta de balas, ha sido convertida 33 años después en una liturgia: una reunión de fieles para celebrar un acontecimiento de la fe  y un culto divino.   Un análisis comparativo de las declaraciones de Murillo en la edición de mediodía de Multinoticias Canal 4, del 9 al 17 de julio, reflejan el carácter  mesiánico de su contenido y la pobreza intelectual y política del pensamiento oficial.
Oficios divinos
Para empezar,  las declaraciones cotidianas de  la Coordinadora representan una suerte de oficios divinos, una expresión que designa la plegaria eclesial distribuida según las horas del día, de acuerdo a  la terminología católica. En este caso, la “liturgia de las horas” se realiza al mediodía coincidiendo con los noticieros de su emporio televisivo,  pretendiendo recordar la historia de salvación y todo el esfuerzo que ellos, el Pueblo-Pareja-Presidente está haciendo para salvar a los pobres y al país.
Nos preparamos para ese Magnífico 19 de Julio... ¡33 veces 19! Llegaremos de todo Nicaragua a la Plaza de la Fé, para estar con Daniel, celebrándonos en Armonía. Celebrándonos en Alegría. Celebrándonos en Realizaciones. Celebrándonos en Avances. Dándole gracias a Dios por todas esas Bendiciones, y pidiéndole nos permita profundizar este Camino de Prosperidad, de Victorias. Que nos permita el Señor continuar creando la Nicaragua, Cristiana, Socialista, y cada vez más Solidaria.”
Según lo dicho por Murillo el 10 de julio, la semana celebratoria era para dar respuesta a las demandas que se recogen en “este Modelo de Diálogo de Alianza, de Consenso, que estamos empeñados en fortalecer cada día, cada semana, cada mes, cada año en nuestro País y particularmente este Año 2012, un Año de Trabajo en Conjunto, de Trabajo Unido, para avanzar por la consolidación del Modelo de Poder de la Ciudadanía”. La devoción se muestra en la enumeración de las asambleas de fieles, militantes y beneficiarios que se congregan para consolidar “el modelo”: gabinetes interinstitucionales, asambleas de trabajo en los municipios, comités de atención, inscripción o repartición de cosas, en las que la caridad y el paternalismo suplantan los derechos de los ciudadanos.
 Omnipresente
La inconfundible voz de “la compañera” reitera con monótono entusiasmo desde la pantalla la letanía de las “buenas noticias” del solícito y ocupado régimen: Plan Techo, cocinas de gas, patios saludables, paquetes alimentarios, bono productivo, sillas de ruedas, calles para el pueblo, centros escolares, puntos de alfabetización, plantas de agua potable, generación eléctrica, colchonetas, andariveles, prótesis auditivas, camas especiales, vacunas, atención odontológica, cirugías oftalmológicas, ultrasonidos para hombres, ultrasonidos para mujeres, colososcopías, control del dengue, canchas deportivas, huertos familiares, drenaje pluvial.  Si uno oye distraídamente las cifras, que andan por los miles y decenas de miles, y los nombres de los lugares donde ocurren o llegan todas esas atenciones, es probable que lo impresione. Pero cuando al constatar que son cifras acumulativas de un período y reiterativas de los lugares, uno cae en cuenta que se trata de un ardid para incrementar las expectativas sobre la repartidera, para dar la impresión de que esta llegará a todas partes y que “la compañera” además de omnipresente, tiene control de todo, como la Divina Providencia.
El propósito de tanto ajetreo gubernamental, asegura Murillo es de “llenar la Vida de las familias nicaragüenses, de Buenas Noticias, de Realizaciones. Es la Vida Buena, la Vida Plena, a través de la cual crecemos, a través de la cual nos sentimos acuerpados, respaldados, acompañados, desde nuestra Plenitud de Personas, y nuestra Plenitud de Comunidades, y de Patria.”
En esta puesta en escena, lógicamente habrá que procurar que la acción celebrativa sea sinfónicamente participada y manifestadas, para que resulte estimulante y creadora de compromisos reales, tanto de individuos como de comunidades para “que no sólo nos unan, nos reúnan, sino que nos hagan percibir con más fuerza, esta otra Dimensión de la Realidad (…) que nos reconoce como Herman@s, con Amor, con complimiento del Mandato de Nuestro Señor Jesucristo: Amar al Prójimo  como a cada uno de nosotros, como a nosotros mismos (…) ¡Y celebramos la Paz! Y nos comprometemos a fortalecerla, con Unidad, con Armonía, con Democracia, ¡con más Poder Ciudadano! Con Procesos Democráticos Electorales, como los que hemos venido desarrollando.”(sic)
Santoral y fiesta
Entre los oficios divinos, según se registra en las alocuciones de Murillo, está la de reinstaurar el calendario litúrgico que indica la fecha en que se celebran las festividades en honor de un santo, sustituyendo así los aniversarios de los caídos en la lucha. Aduce para ello la religiosidad popular puesto que “ahí encontramos en el Santoral, cantidad de Fiestas Tradicionales y Religiosas, donde nuestro Pueblo pone tanto corazón, porque ahí tiene puesta su Fé, su Devoción; y ahí tiene puesta también, su Esperanza de que esta Patria Libre siga por esas Rutas de Bendición, de Prosperidad y de Victorias.” Por eso, al parecer,  invoca siempre a la Santísima Virgen para que nos cubra con su manto, así como “la Mano de tantos Santos que celebramos en nuestra Nicaragua”, tales como Sor María Romero,  la Virgen del Carmen y hasta el amuleto del Escapulario.
Para levantar los sombríos ánimos comunitarios y populares, el régimen no ha escatimado dinero para la ocasión, dándole la tarea a los jóvenes orteguistas de hacer caminatas, ferias, competencias, piñatas, y a quienes se convoca a estar “con ese Vigor, con esa Vitalidad, con esa Energía… que es hoy del Proyecto Evolucionario; de este proyecto Cristiano, Socialista, Solidario… ¡Gran Saludo a la Juventud nicaragüense de todos los Tiempos! 19 de julio ¡Joven siempre! …Juventud que quiere lo mejor para la Patria Libre, la Patria Linda, la Patria Bendita. Gracias a Dios que vivimos en esta Nicaragua!”
La utopía mesiánica
La utopía social de los nicaragüenses, la idea de una forma de vida alternativa a la existente bajo Somoza, con cuya caída desaparecerían los límites, defectos y males de la sociedad y que fue el motor de la revolución sandinista de 1979, terminó en desastre diez años después y hoy ha sido reconvertida en una dictadura mesiánica. Ese sería el “Proyecto Evolucionario” del que habla Murillo y que no deja de darle la razón al filósofo John Gray que en su libro Misa Negra (2007) sostiene que las ideologías laicas más influyentes del período contemporáneo se forjaron con el molde de la religión, del que surgieron convertidas en versiones apocalípticas de la revolución (terror de la revolución francesa, comunismo, nazismo) y que los intentos de reprimir la religión sólo consiguieron que ésta reapareciera en formas grotescas y degradadas, como muestra el avance del fundamentalismo cristiano e islámico y en nuestro caso,  el proyecto Orteguista.
La caída de la revolución sandinista y del socialismo en el mundo, el impacto de la guerra y la crisis política, económica y social dejó a una significativa parte de la sociedad en un estado de desencanto, resentimiento e indefensión y al FSLN en crisis por la orfandad ideológica y política y el asalto de lo que  en su momento se convertiría en Orteguismo puro y duro. Erigido en líder único por la vía del aplastamiento de sus críticos y competidores, Ortega se presentó como un reconvertido al cristianismo y como mesías que prometía el “retorno a los orígenes” de la revolución en una “nueva fase”. Esta vez, Ortega era un enviado de Dios, no de Fidel Castro. Un redentor, no un profeta, que iba a poner fin al estado negativo de cosas e instauraría un orden nuevo. Así, el mesianismo es la utopía de un mundo justo y feliz que Dios le ha prometido a un Ortega renovado por el Espíritu y que él va a convertir en realidad. Como no es lo mismo ser jefe de secta, que mesías, debe mostrar constantemente su vínculo con el Altísimo: el falso mesías asigna a su consorte-profeta los “officium divinum”, la puesta en escena, el decorado, el teatro y la prédica, porque el ungido de Dios no trabaja.
Confluencia de mitos
Puesta en el trance de ser ideóloga, ministra de propaganda y tele-evangelista del Proyecto (R)Evolucionario, Murillo ha terminado haciendo un overkill: hay en todo un exceso de fantasía épica, mítica y mística. En su discurso y representaciones confluyen vestigios utopistas del viejo izquierdismo, sentimentalismo expansivo e idealismo emocional, milagrerías y virtudes teologales y magia simpatética. Todo ello envuelto en un lenguaje retórico, repleto de oraciones exclamativas que pretenden emoción  y de mayúsculas que cargan de absoluto los absurdos.
Un ejemplo es el uso de un conjunto de tres elementos vinculados entre sí, llamados triadas, con el que embona y concatena de tres en tres los conceptos, para efectos de memorización: “ ¡Bendecidos, Prosperados, y en Victorias!”, “¡Fiesta Nacional, Fiesta de Liberación, Fiesta de Redención de Nicaragua!”, “¡Cuánta energía de Amor, de Cariño, de Reunión!”; “¡Nicaragua Cristiana, Socialista, Solidaria!”; “¡Como Pueblo, como Patria, como Tierra!” “¡Cuánta Bendición! ¡Cuánto Prodigio! ¡Cuánto Milagro!”, “la Persona, la Familia, la Comunidad”,  ”¡En Humildad, en Sabiduría, en Aprendizaje!” “¡la Patria Libre, la Patria Linda, la Patria Bendita!”.  En estas  triadas resuenan los ecos del grito aquel de los fascistas españoles de “¡Viva España única!, Viva España grande! ¡Viva España libre!”
La magia del 3
La tríada, el primer número impar, es llamado perfecto por algunos, porque es el primero en significar la totalidad -comienzo, medio y fin. Cuando la gente exalta acontecimientos extraordinarios, derivan palabras de la tríada y hablan de "tres veces bendito", "triplemente afortunado" y las oraciones o invocaciones se realizan tres veces. Tal vez por eso es que le entusiasma tanto a Murillo el aniversario 33 de la revolución, puesto que el 3 desde los tiempos más remotos era venerado y consagrado a las cosas divinas, es símbolo de lo eterno, de la armonía y el equilibrio de los contrarios, que rompe con la dualidad y el antagonismo. La tradición popular reconoce en este número el símbolo de la posibilidad, de ahí que se exprese en dichos como “no hay dos, sin tres” o “la tercera es la vencida”, lo que calza perfectamente con el propósito del tercer fraude electoral con vistas a la eternización de Ortega en el poder y las no tan secretas aspiraciones de Murillo de sustituirlo en el mismo.
La Emperatriz
No por casualidad la tercera carta del Tarot es La Emperatriz, que muestra la figura de una mujer con atavíos de reina sentada en un trono, con una corona en la cabeza, tiene alas y porta un cetro como símbolo de la tierra en su mano izquierda, mientras sostiene con la mano derecha un escudo con un águila. Como persona, la carta representa a la mujer ideal, completa en todos los aspectos: la amante, la esposa, la amiga, la madre de sus hijos, la pareja. Es así como se imagina y se presenta a sí misma. “Porque cada paso que damos” –dice- “cada paso debe llevar Amor, Cariño, ¡Alas de Amor! (…) porque triunfantes tenemos el Poder para amar, para ser amados, para servir más y más  unos a otros… triunfo para uno mismo, para su familia, para su hogar(…) Este 19 de julio ¡33 veces 19! Bendecidos, Prosperados y en Victoria!”
El Evangelio de la Prosperidad
El amoroso discurso no debe llamar a engaño, puesto que la figura invertida de La Emperatriz representa también los instintos, un descarnado materialismo terrenal y la agresividad violenta, como han constatado todos los que han denunciado la corrupción, el fraude y el despilfarro y han sido garroteados, perseguidos o asesinados por ello. Para encubrir la codicia y seducir a los incautos, esta Emperatriz no ha titubeado en incorporar en sus estrategias discursivas la apostasía del Evangelio de la Prosperidad: la fe en la fe, no en Dios, sino en el poder de los deseos, por medio del cual las personas pueden crear su propia realidad a través del pensamiento positivo. De acuerdo con esto, las palabras son los recipientes espirituales y la fuerza de la fe es liberada por las palabras, con lo cual repitiendo frases una y otra vez, terminan “creando” algo (dinero, salud, amor)  y ocurren “milagros”. La necesidad, la superstición y la autosugestión son utilizados para manipular a los creyentes con fines de lucro y poder. Es sicomagia, pues.
Murillo aún no ha llegado al extremo del “apóstol” y diputado parlacénico Guillermo Osorno de declarar la unción del Espíritu Santo y anunciar a gritos desde su púlpito “¡Declaro sanidad, declaro bienestar, declaro que viene una Gloria que traerá multitud de milagros!” a cambio de dar una “semilla” económica, pero casi que lo hace y lo que pide es adhesión política. Sin investidura religiosa que la haga representativa de la fe y la capacidad de hacer milagros, ha reclutado a ciertos curas para explicar la fábula: “Como dice el Padre Eslaquit en una carta que me manda: Estar bendecidos ¿qué representa? Decir cosas buenas. Estar bendecidos es tener el Nombre de Dios en nuestros corazones, y mencionarlo, y hacerlo realidad, vivencia, a través de cada acción de Bien Común que realicemos en nuestras vidas. Estar bendecidos es dar gracias a Dios todo el tiempo, porque estamos vivos, por la Vida, la Salud, la Fortaleza (…) ¿Qué quiere decir Prosperados? Tener la Fuerza, la capacidad para salir adelante en todos los Proyectos que emprendemos, en todos los Proyectos que queremos realizar…”
En el Jardín de las Delicias imaginado por la ideóloga del régimen, se reúnen todas las perfecciones de una existencia feliz, donde reina la paz, el amor y la bondad, integrado por las distintas generaciones en una juventud eterna que viven en un no menos permanente Festival de Woodstock. Las ovejas yacen tranquilamente al lado de los leones, en esta “¡Tierra Fértil” y “¡Jardín de Dios” plagado de huertos con “arbolitos de limón, naranja dulce, naranja agria, cacao, hierbabuena, plátanos, mango, guanábana, guayaba, nancite, culantro…que generan alimentación, nutrición, salud”.Una anti-utopía tropical donde no hay política, ni instituciones, ni contradicciones de clase, de género, de etnia, ni violencia sexual y política, ni corrupción, narcotraficantes,  robos, fraudes, inseguridad ciudadana o pobreza. Todo desaparecido por la fuerza del deseo y el poder de nombrarlos.
Del mito y el Grimorio
Para entender la lógica oculta del fenómeno que contemplamos y del que no da cuenta la ciencia política, hace falta recurrir a las pistas que da el mito, que en su origen significaba  ´discurso´, ´palabras con actos´ y por extensión, un acto de habla ritualizado. La magia no sería otra cosa que la idea de establecer un contacto con cualquier entidad espiritual o sobrenatural por medio de la evocación o invocación de deidades o fuerzas con  rituales particulares y que estarían obligados a cumplir las peticiones del mago solicitante. Las películas de Harry Potter son bastante ilustrativas al respecto, pero como vemos el procedimiento para la magia y la religión, es básicamente el mismo. Los símbolos, ademanes y el lenguaje utilizado no necesariamente deben ser comprensibles, puesto que la eficacia del ritual depende de la suspensión de la racionalidad y el juicio.
El Grimorio es el libro de gramática de la magia, que compilaba los encantamientos y rituales y orientaba al mago en la elaboración de los instrumentos del oficio. El mago puede crearse un “ayudante” para sus fines, que en la jerga se denomina “egrégora”( “velar”), a la que da nombre, aspecto y tareas y le da vida por medio de rituales. Por extensión, se utiliza para nombrar la concentración de energía que anima a un grupo determinado que se une con un fin concreto. Sería algo así como la sumatoria de las energías físicas, emocionales, mentales que crean una especie de conciencia grupal y se detecta a menudo en los equipos de fútbol, partidos políticos o religiones.
La egrégora de la Juventud
En su penoso y dilatado ascenso de ideóloga y estratega del FSLN, reconocida consorte y co-propietaria del poder político, Murillo ha hecho uso de cuanto recurso “sancto” y “non sancto” ha tenido a su alcance. A partir del 2007, con el retorno al poder de Ortega, comenzó el desplazamiento sistemático de viejos militantes, amigos, enemigos y competidores, al mismo tiempo que creaba un instrumento político propio: la egrégora de la juventud. Reconocibles por la uniformidad de sus camisetas, su ignorancia, su obediencia, su lealtad personalizada y su violencia, han copado las reuniones convocadas por las ceremonias del poder, las movilizaciones, puestos a la cabeza de la represión y premiado con cargos y prebendas. El momento de la consagración de su egrégora ha llegado este 19 de julio que “de manera especial está dedicado a la Juventud nicaragüense ¡a la Juventud de Todos los Tiempos(…) será reconocida, será homenajeada en la Plaza de la Fé… ahí vamos a estar los Jóvenes de todos los Tiempos, con ese Vigor, con esa Vitalidad y Energía del Proyecto Evolucionario”. En el auspicioso número de las 33 veces 19, tres décadas y tres años después, Murillo
estará insuflando de vida a su Golem en la plaza pública, a la vista y paciencia de todo mundo. Dotado de personalidad y conciencia grupal, recibirá ahí sus tareas para concentrar sus energías al servicio de su creadora.
Opera magna
La Opera Magna de Rosario Murillo, aún está por venir y la celebración de éste 19 es sólo su arranque y en ella va quedando subsumido el propio Daniel Ortega cuya figura, presencia y voz de redentor, es administrada y opacada por su profeta. Cuando se paren en el proscenio para dirigir la parodia tragi-cómica de la revolución, la pareja lo hará bajo la protección del círculo mágico pintado de forma expresa para la ocasión: símbolo del infinito y de la eternidad, puesto que no tiene comienzo ni fin y es principio de lo Divino. Perfecta autoridad mágica a quienes todos los seres y poderes deben absoluta obediencia.  El escudo de Nicaragua presente en toda actividad oficial, ha sido resignificado como triángulo mágico y pintado de colores primarios, como diagrama  de los tres planos (mental, astral y físico) y de lo manifiesto, que tanto evocan las palabras de Murillo. La representación del cabalístico tres.
La obra magna que nos amenaza es el “Proyecto Evolucionario”, una utopía perversa o antiutopía, de una sociedad futura peor que la actual. Una sociedad ficticia surgida de la profunda crisis moral y política de la pareja, de su miedo, estupor y codicia, de su desintegración sicológica y su incapacidad para enfrentar la realidad y asumir la responsabilidad por el desastre, el desencanto y la estafa de los más caros anhelos libertarios del pueblo de Nicaragua. Una distopía a cargo de un Estado autoritario y basada en la manipulación, el adoctrinamiento y el control absoluto de la sociedad, bajo un discurso de paternalismo benevolente que marca la  involución de la sociedad a estadios más primitivos y que abre la puerta a un nuevo ciclo de violencia. Algo así como un Frankenstein, hecho con los pedazos de cadáver de la anterior utopía y de los que cayeron en su nombre.
La moraleja de esta historia es que la búsqueda del cambio y el mejoramiento de la sociedad, no puede hacerse sobre la base de dogmas y sistemas cerrados y la utopía de una sociedad ideal no debe tomarse al pie de la letra. De las utopías sólo deben tomarse sus funciones críticas y orientadoras contra las injusticias y las desigualdades, para promover los cambios en la realidad presente y no en un futuro lejano. Ni la huída hacia el pasado en una distopía como proponen los Ortega-Murillo, ni el retraimiento a lo privado, como proponen las víctimas del desencanto, ni el oportunismo de los cínicos, ni el conformismo de los se asumen impotentes, sirven para cambiar la realidad.
Treinta y tres años después de la caída de Somoza, hay que asumir un saludable escepticismo y una actitud racional y razonable en contra de los actos de fe en la política. La única utopía deseable, posible y realizable y el cambio indispensable tanto ayer como hoy, es la utopía democrática. Poder establecer en Nicaragua una verdadera democracia y un Estado de derecho que funcione, es en sí mismo toda una revolución y eso era lo que nos tocaba hacer desde hace 33 años.

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