El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 28 de julio de 2012

DE NUEVO EL ESCARNIO Y LA BURLA


El nombre Moisés es letal para el patriotismo de Michele Richardson, nuestra mejor nadadora y medallista de plata en los juegos olímpicos de 1984 en la ciudad de Los Ángeles.
En esa ocasión, Michele quiso competir como nicaragüense, pero el presidente del Comité Olímpico de Nicaragua, Moisés Hassan, no se lo permitió, sin lugar a dudas por razones políticas, puesto que era el tiempo de los fanatismos ciegos en contra del gran enemigo de la Nicaragua de los ochentas, Estados Unidos de América. Prefirió negarles el honor a los nicaragüenses de contar con una medalla de plata olímpica en los anales históricos del deporte nacional, que permitir que nuestra compatriota se llenara de gloria en el país de los “enemigos de la humanidad.” La pureza del espíritu de Michele, que se considera pura nica y que está muy por encima de las politiquerías mentirosas, debe haber recibido un duro golpe emocional y una decepción muy grande por la insensatez de las autoridades deportivas de Nicaragua, que solo respondían a la paranoia de la dirección nacional.
Pero el amor por Nicaragua de Michele Richardson es mucho más poderoso que esas acciones mediocres dignas de los talibanes. La inmensa alegría que proyectaba su persona al ser designada por el Comité Olímpico de Nicaragua para ser la portadora del pabellón nacional en la inauguración de los juegos olímpicos de Londres de 2012, así lo demuestra. Sus palabras llenas de amor patrio y el orgullo que sentía por semejante honor y que la tenía al borde de las lágrimas, hablaban por si solas del auténtico patriotismo que esta extraordinaria mujer posee en lo más íntimo de su ser.
En ceremonia especial recibió el Pabellón Nacional de manos del Presidente Ortega y este aprovechó la ocasión para disculparse por el exabrupto cometido en los años locos de la euforia revolucionaria.
Michele partió a Londres feliz con la bandera nacional en sus manos, destilando patriotismo por todos los poros de su cuerpo de barracuda humana, pero en los corredores del poder, se empezaba a fraguar otra burla, otro engaño, otra irresponsabilidad de este gobierno dañino y mentiroso en contra de nuestra estrella de la natación.
Moisés Avalos, presidente del Comité Olímpico de Nicaragua, burló lo que se había oficializado y Michele se quedó de nuevo relegada y burlada, sin poder materializar su persistente deseo de representar a Nicaragua con orgullo y gloria.
Este nuevo Moisés aduce que la exclusión de Michele se debió a las exigencias del Comité Olímpico Internacional, el cual no permite que ningún entrenador, ninguna estrella deportiva del pasado y ningún representante del gobierno del  país que compite, sea el abanderado oficial de ninguna de las delegaciones que están compitiendo.
Nosotros los nicaragüenses no tenemos más remedio que darle el beneficio de la duda a este Moisés, que también responde a los mismos intereses políticos de los ochentas, aunque nos hayan engañado mil veces y nos volverá a engañar mil veces más. Pero el nombre Moisés, quedará para la historia como el verdugo de Michele Richardson, a quien “decapitaron” por partida doble: Primero en la euforia de la insensatez sandinista y ahora en el pináculo de la dictadura absolutista de los Ortega-Murillo.
La hermosura espiritual de Michele no tiene comparación. Pese a la doble traición del gobierno de Daniel Ortega, ella asumió su papel de ser una más en la pequeña delegación que nos representa en la ciudad del BIG BEN y agitó su banderita  con el mismo entusiasmo y fervor con que lo hubiera hecho con la bandera grande a la cabeza de la delegación nacional.
¡MOISES, MOISES, CUANTA INIQUIDAD EN NOMBRE DEL FANATISMO CIEGO!

Jorge J Cuadra V

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