Hoy, 13 de Febrero de 2013, fui
objeto de un abuso, de un atropello a mis derechos, de un desalojo partidario y
laboral. Hoy fui expulsado de la radio San Cristóbal sin ningún aviso y con
todo lujo de poder.
Tenía siete años de estar
transmitiendo mi programa, TRIBUNA INDEPENDEINTE, los cuales terminaron
abruptamente sin razón alguna. Por lo menos eso es lo que se proyecta, pero si
escarbamos en la acción cometida, podemos llegar a muchas conclusiones.
Por lo pronto empiezo por enumerar
las razones por las que no fui censurado: No fue por ladrón, no fue por moroso,
no fue por mala paga, no fue por calumniador, no fue por vulgar, no fue por
patán. ¿Entonces por que fue? Fue por política, fue porque desde ese programa se
fustigaba diariamente a la dictadura y a sus males, como el fascismo, el
totalitarismo y el absolutismo. Fue porque la política de temor que la
dictadura orteguista ha sembrado en los corazones de los nicaragüenses, dio su
fruto en los propietarios de la radio.
Si este despojo hubiera sucedido en
Managua, las primeras planas de los principales diarios del país hubieran destacado
el atropello, pero sucedió en Chinandega, tierra del más allá para los
managuas, que se olvidan que donde quiera que se atropelle la libertad de
expresión, ya sea en la ciudad capital o en el caserío más pobre de la
República, se está atropellando los derechos constitucionales de los
nicaragüenses.
Yo, respetuoso de la propiedad
privada, respetuoso de la voluntad del propietario del negocio, acepté la
prohibición de tocar el micrófono, pero le exigí a la administración de la
radio que aclararan el motivo, razón o circunstancia de mi intempestiva salida.
Por supuesto que no lo dijeron porque les da vergüenza que un medio de comunicación
se convierta en represor de la libertad de prensa.
A mí me han amenazado, me han
insultado, me han deseado la muerte, pero tengo que ser honesto al decir que
esas amenazas e insultos no se las puedo atribuir al partido de gobierno,
porque desafortunadamente quienes lo han hecho son los miembros del PLI porque
no soportan que les eche en cara su zancudismo.
Igualmente tengo que decir en este
caso, que no fue el gobierno del Presidente (inconstitucional) Ortega, a través
del órgano regulador el que me clausuró el programa, sino los propietarios del
medio de comunicación en un acto de auto censura motivado por el miedo que le
tienen a las represalias de la dictadura. Existe también algo de mal manejo del
medio de comunicación en cuestión, porque los medios deben ser manejados por
gente que ha estudiado el manejo del periodismo y no por mecánicos
electrónicos, como es el caso.
Yo pongo mi más enérgica protesta por
este hecho bochornoso que viene a enlutar la actuación de los medios de
comunicación. Lo condeno con la energía que requiere el hecho y lo pongo como
un ejemplo de hasta dónde está calando la amenaza latente del gobierno
orteguista de recurrir a la fuerza para convertirnos en zombis.
¡¡DESPERTEMOS Y ACTUEMOS!! Mañana será muy tarde.
Jorge J Cuadra V
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