El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

lunes, 25 de febrero de 2013

¿El 'mea culpa' del Frente?

Cinthia Membreño


Las campañas de comunicación del gobierno de Daniel Ortega, cuyos mensajes presentan a una Nicaragua “cristiana, socialista y solidaria” y a ciudadanos “bendecidos, prosperados y en victorias”, forman parte de una manipulación de creencias religiosas que buscan exorcizar las culpas que la cúpula del FSLN carga desde la década de los ‘80.
María Teresa Blandón, directora del Programa Feminista La Corriente, una organización que promueve los derechos humanos, compartió la anterior afirmación mientras presentaba las conclusiones de un estudio que analiza el impacto de las estrategias gubernamentales en la construcción de nociones de derechos. El análisis, indicó, se enfoca en los ciudadanos nicaragüenses, pero sobre todo en las mujeres que profesan una religión.
“El uso y abuso de Dios y la virgen: su impacto en la vida de las mujeres nicaragüenses”, es una investigación que Blandón condujo junto a la antropóloga mexicana Rosario Castañeda y que ambas presentaron en la Universidad Centroamericana (UCA) el pasado viernes. Este involucró a 42 mujeres, entre católicas, evangélicas y agnósticas, quienes explicaron cómo viven la fe e interpretan el uso de figuras religiosas por el gobierno actual.  
Según Blandón, el estudio revela que las participantes no creen en el discurso fervoroso del gobierno y alegan que éste insiste en presentarse como cristiano por el interés de hacer que los nicaragüenses, en especial los jóvenes, olviden la relación conflictiva que el partido mantuvo con la iglesia católica durante los ’80, momento en que simpatizaba con los postulados del marxismo – leninismo, ideología que defiende la construcción de un Estado laico.
La estrategia de adoptar una ideología religiosa también pretende desvanecer las acusaciones de abuso sexual hechas en 1998 por Zoila América Narváez en contra de Daniel Ortega, su padrastro, indican. “Quiérase o no, ese historial ha dejado una herida. Cualquiera puede pensar que esta es una familia disfuncional porque no lograron tener el equilibrio apropiado para establecer relaciones armoniosas. Entonces, el discurso religioso también es una manera de expiar públicamente estas huellas”, manifestó Blandón.    
De igual manera, se explica en el estudio que el restablecimiento de las relaciones amistosas entre la iglesia católica y el Frente Sandinista ayuda a que el partido no tenga que afrontar las críticas que se hacían en contra de sus líderes. Gracias a ello, los ciudadanos ahora pueden ver tanto a Ortega como a Rosario Murillo, primera dama del país, arropados por una idea de amor y bondad, en lugar de mostrar a su gobierno tal cual, plagado de casos de corrupción y atropellos a los derechos humanos.
La unión entre el conservadurismo religioso y el fundamentalismo político también es un riesgo para la sociedad nicaragüense y que beneficia a los máximos líderes del partido. El discurso que se promueve desde la Presidencia, apuntan, muestra una asociación entre la voluntad de Dios y las acciones del mandatario, y en consecuencia, las decisiones que toma Murillo en lo que respecta a la ejecución de programas que favorecen a los pobres.
Sin embargo, los mismos gobernantes contradicen el discurso cuando aprueban reformas fiscales a puertas cerradas y plantean transformaciones al sistema de seguridad social, decisiones que afectan drásticamente a la ciudadanía, en especial a los grupos menos favorecidos. “Esto suele llevarse a cabo obviando cualquier asociación con la voluntad divina”, detallan en la investigación.
Un fundamentalismo desfasado
Aunque en Nicaragua todavía no existen pesquisas que revelen la cantidad exacta de personas que no se declaran miembros de ninguna religión o que pertenezcan a otras ideologías, una característica imperante en la estrategia del gobierno de Ortega es asumir que la población es sólo católica o evangélica.
“Ellos dan por hecho que todo el mundo es de una corriente o de otra, no tienen ninguna consideración por el resto de la gente, que puede ser agnóstica o budista, porque los hay en el país. Tampoco piensan en los que son adeptos a filosofías distintas, personas que hacen sus propias búsquedas a través del Yoga o el Reiki, por ejemplo”, asegura María Teresa Blandón.
En consecuencia, el mayor Talón de Aquiles que los jerarcas eclesiásticos y políticos enfrentan es una población que poco a poco se hace más diversa y que se aleja de prácticas fundamentalistas excluyentes.  De acuerdo a la presidenta de La Corriente, la manera en que los líderes manejan los asuntos de fe ya no responden a las necesidades diarias del mundo moderno y a temas de derechos sexuales.
“El uso y abuso de Dios y la virgen: su impacto en la vida de las mujeres nicaragüenses” también apunta a que en Nicaragua ya se ven algunos avances con respecto a la influencia que tiene la religión en la toma de decisiones de los feligreses, pues para muchos ésta no es fundamental a la hora de formular demandas. No obstante, Blandón aclara que estos avances son todavía incipientes porque compiten con el fundamentalismo religioso y la manipulación que hace el gobierno del mismo.

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