El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

martes, 13 de noviembre de 2012

REPORTE ECONÓMICO INTERNACIONAL


Edición No. 567  Del 4 al 10 de noviembre de 2012
Por Néstor Avendaño, economista

No hagamos tratos
Por Paul Krugman, premio Nobel de 2008 y profesor de Economía de Princeton.

Sobra decir que los demócratas se han anotado una victoria increíble. No solo conservan la Casa Blanca a pesar de los problemas que sigue teniendo la economía, en un año en el que su mayoría en el Senado estaba supuestamente sentenciada, sino que de hecho añadieron escaños.

Pero eso no fue todo: se apuntaron triunfos importantes en los Estados. En particular, California —que desde hace tiempo es el ejemplo más patético de la disfunción política que se produce cuando es imposible hacer algo sin una súper mayoría legislativa— no solo votó a favor de unas subidas de impuestos muy necesarias, sino que además eligió —sí, lo han adivinado— una súper mayoría demócrata.

Pero a los vencedores se les escapó un objetivo. Aunque los cálculos preliminares dan a entender que los demócratas recibieron algunos votos más que los republicanos en las elecciones al Congreso, el partido republicano conserva un control férreo en la Cámara de Representantes gracias a los intensos tejemanejes de los tribunales y de los Gobiernos estatales controlados por los republicanos. Y John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, se apresuró a declarar que su partido sigue siendo tan intransigente como siempre y se opone radicalmente a cualquier aumento de la tasa impositiva a pesar de sus quejas sobre el tamaño del déficit.

Por eso el presidente Obama tiene que tomar una decisión, casi en el acto, respecto a la manera de enfrentarse a la constante obstrucción republicana. ¿Hasta dónde debe llegar para complacer las exigencias del partido republicano?

Manténgase en sus trece, señor presidente. Ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo

Mi respuesta es que no muy lejos. Obama tiene que mostrarse firme y, si fuera necesario, declararse dispuesto a salirse con la suya aun a costa de permitir que sus adversarios inflijan daño a una economía todavía débil. Y desde luego este no es el momento para negociar un “gran acuerdo” sobre el presupuesto que arrebate la derrota de las fauces de la victoria.

Cuando digo esto, no me refiero a que haya que restar importancia a los peligros económicos muy reales que plantea el denominado abismo fiscal que amenaza con producirse a finales de este año si los dos partidos no consiguen llegar a un acuerdo. Tanto las rebajas fiscales de la era de Bush como el impuesto sobre la nómina de la Administración de Obama están a punto de expirar, a pesar de que los recortes automáticos del gasto en defensa y en otras partidas entrarán en vigor gracias al acuerdo alcanzado después del enfrentamiento en 2011 por el límite de la deuda. Y la amenazante combinación de subidas de impuestos y recortes del gasto parece lo suficientemente atroz como para hacer que Estados Unidos caiga de nuevo en la recesión.

Nadie quiere que pase eso. Pero puede que pase de todas formas, y Obama tiene que estar dispuesto a permitir que pase si fuera necesario.

¿Por qué? Porque los republicanos están intentando, por tercera vez desde que llegó a la presidencia, usar el chantaje económico para conseguir el objetivo que no pueden conseguir a través de los cauces legislativos normales por falta de votos. En concreto, quieren extender las bajadas de impuestos para los ricos, a pesar de que el país no puede permitirse que esas rebajas de impuestos sean permanentes y la opinión pública cree que los impuestos de los ricos deberían subir, y amenazan con bloquear cualquier acuerdo respecto a todo lo demás a menos que se salgan con la suya. De modo que, a efectos prácticos, están amenazando con hundir la economía a menos que se cumplan sus exigencias.



A la economía no le pasará nada demasiado malo si no hay acuerdo fiscal hasta dentro de unos meses

Obama básicamente capituló cuando se enfrentó a tácticas similares a finales de 2010, y prolongó los impuestos bajos para los ricos durante dos años más. Volvió a hacer concesiones importantes en 2011, cuando los republicanos amenazaron con provocar el caos financiero al negarse a elevar el límite de la deuda. Y la actual crisis en potencia es el legado de esas concesiones pasadas.

Pues bien, esto tiene que parar, a menos que queramos que la toma de rehenes, la amenaza de hacer que la nación sea ingobernable, se convierta en una parte habitual de nuestro proceso político. Entonces, ¿qué debemos hacer? Sencillamente decir que no, y saltar al abismo si fuera necesario. Vale la pena señalar que el abismo fiscal no es realmente un abismo. No es como el enfrentamiento por el límite de la deuda, en el que muy posiblemente habrían sucedido cosas terribles ya mismo si no se hubiera cumplido el plazo. Esta vez, a la economía no le pasará nada demasiado malo si no se llega a un acuerdo hasta que hayan transcurrido unas semanas o incluso algunos meses de 2013. Así que hay tiempo para negociar.

Sin embargo, es más importante el argumento de que un punto muerto perjudicaría a los mecenas de los republicanos, y en particular a los donantes empresariales, tanto como perjudicaría al resto del país. A medida que aumentara el riesgo de un grave perjuicio económico, los republicanos se enfrentarían a una presión intensa para alcanzar finalmente un acuerdo.

Por otro lado, el presidente está en una posición mucho más fuerte que la que tenía en enfrentamientos previos. No doy demasiada importancia a palabras como “mandatos”, pero Obama ha ganado la reelección con una campaña populista, de modo que puede afirmar convincentemente que los republicanos están desafiando la voluntad de los ciudadanos estadounidenses. Y acaba de ganar las elecciones a lo grande y, por consiguiente, su situación es mucho mejor que antes para capear cualquier revés político derivado de los problemas económicos, especialmente porque sería muy evidente que esos problemas los está causando el partido republicano en una última intentona de defender los privilegios del 1%.

Por encima de todo, oponerse a la toma de rehenes es lo que hay que hacer por el bien de la salud del sistema político estadounidense. Así que, manténgase en sus trece, señor presidente, y no ceda ante las amenazas. Ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo.



TRIUNFÓ BARACK OBAMA

LO QUE DEJARON LOS COMICIOS

Un tuit para la historia, la consolidación del papel clave de las minorías y el avance del progresismo
"CUATRO AÑOS MÁS": El breve mensaje que escribió Obama acompañado de una foto con Michelle tras conocer su triunfo se convirtió en el tuit más reenviado de la historia de la red social: 759.414 personas.

VOTANTES DE OBAMA ENTRE LOS GRUPOS CLAVE

71% 
HISPANOS
 
La primera minoría del país lo respaldó ampliamente
93% 
NEGROS
 
Al igual que en 2008, volvieron a darle un apoyo unánime
55% 
MUJERES
 
Conformaron un grupo decisivo en la victoria de Obama
60% 
JÓVENES
 
Fue otro grupo que cobró protagonismo en las urnas a favor del presidente

TRIUNFOS PROGRESISTAS

En el marco de las 170 consultas populares que se celebraron junto a las presidenciales, los estados de Colorado y Washington aprobaron el uso recreativo de la marihuana. Maine, Washington y Maryland aprobaron el matrimonio entre personas del mismo sexo.

GANADORES Y PERDEDORES

GANADORES
1. Chris Christie:  el gobernador republicano de Nueva Jersey, que elogió la gestión de Obama tras la tormenta Sandy, logró despegarse de la derrota y fue uno de los pocos republicanos que quedaron bien parados.
2. Encuestadoras:  se acercaron mucho a los resultados finales y ganaron credibilidad.
PERDEDORES
1. Richard Mourdock:   el senador republicano de Indiana fue el símbolo del rechazo al Tea Party. Había argumentado a fines de octubre que un embarazo provocado por una violación obedecía a la "voluntad de Dios".
2. FOX:  Quedó en evidencia por su desmesurado entusiasmo por Romney

CUATRO CLAVES DE LA REELECCIÓN

La economía: Aunque crece a media máquina y con una alta tasa de desempleo, la economía no está en una situación tan mala como en 2008 para hacer perder a Obama
El pasado de Romney: El equipo de Obama apostó por las campañas agresivas contra el republicano, que lo describían como un inescrupuloso empresario. Dañaron su imagen
La muerte de Ben Laden: El asesinato del líder de Al-Qaeda, en mayo de 2011, logró reforzar la imagen de comandante en jefe inflexible de Obama
El equipo de campaña: Por segunda vez, su equipo reinventó la manera de ganar una elección. La estrategia fue posicionar a Obama como un defensor de la clase media e innovar con el data mining, la minería de datos

RÉCORD DE HISPANOS EN EL SENADO

Los comicios concedieron por primera vez tres bancas para hispanos en el Senado (Gloria Negrete McLeod; Ted Cruz; Raúl Ruiz). Otros 27 lograron escaños en la Cámara baja, ocho de ellos por primera vez.

MUJERES QUE PISAN FUERTE

Elizabeth Warren:  ícono dela izquierda demócrata, logró una banca de senadora por Massachusetts.        Tammy Baldwin: de Wisconsin, se convirtió en la primera senadora abiertamente homosexual.

EL DESAFÍO MÁS URGENTE

El déficit fiscal: es el problema más inmediato que debe enfrentar el gobierno. Si Obama y el Congreso no adoptan las medidas necesarias antes del 31 de diciembre, entrarán en vigor en enero nuevos aumentos fiscales y recortes que endurecerían la vida de millones de familias.


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