María Á. Holguín se declaró optimista ante decisión que tomará la CIJ sobre límites con Nicaragua.
El próximo 19 de noviembre la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictará sentencia de fondo sobre dónde va a quedar el límite marítimo entre Colombia y Nicaragua. También se pronunciará respecto a la soberanía sobre los cayos que se encuentran en el área en disputa, los cuales siempre han pertenecido a Colombia.
En diálogo con EL TIEMPO, la canciller María Ángela Holguín se declaró optimista ante el fallo y confiada en que ese tribunal fijará la línea limítrofe al occidente del archipiélago colombiano y no al oriente, como quiere Nicaragua.
¿Qué es lo que va a pasar en La Haya el 19 de noviembre?
En una sesión pública de la CIJ, su presidente, magistrado Peter Tomka, dará lectura a la sentencia en el caso de la demanda elevada por Nicaragua contra Colombia en 2001. Luego del fallo de 2007 en que la Corte asumió competencia para pronunciarse sobre la soberanía de los cayos y la delimitación marítima, ahora se dispone a dictar su sentencia sobre el fondo del asunto.
¿Sobre qué va a decidir la CIJ?
En su sentencia de 2007 la Corte decidió la validez y vigencia del Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928 y la soberanía de Colombia sobre el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. También encontró que tiene competencia para decidir cuáles son las demás islas, islotes y cayos -diferentes a San Andrés, Providencia y Santa Catalina- que hacen parte del archipiélago, y para trazar la frontera marítima entre Nicaragua y Colombia, por cuanto consideró que el Meridiano 82° no es un límite marítimo.
¿Eso quiere decir que no está en riesgo la soberanía de Colombia sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina?
No, en absoluto, desde el fallo de 2007 la Corte dijo que San Andrés, Providencia y Santa Catalina son colombianos. Es cosa juzgada.
¿Y la Corte por qué consideró que había que decidir sobre los límites marítimos?
Porque, según la Corte, los dos países, al mencionar el Meridiano 82° en el Acta de Canje del Tratado Esguerra-Bárcenas, no tuvieron la intención de establecer una frontera marítima, sino la de señalar una línea de referencia territorial para aclarar que las islas al oriente son colombianas y las islas al occidente, nicaragüenses.
¿Cuál es la postura de Colombia respecto a dónde se debe fijar el límite marítimo?
Dado que la Corte decidió en 2007 que el Meridiano 82° no era la frontera marítima y que asumía competencia para trazarla, Colombia, en su contramemoria, presentada en 2008, sostuvo que la frontera marítima debía ser una línea media trazada en las costas de las islas del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y las costas nicaragüenses: una línea al occidente del archipiélago colombiano.
¿Y Nicaragua qué dice?
Planteó primero una línea media entre las costas continentales de Nicaragua y Colombia, y más adelante amplió sus pretensiones alegando derechos a una plataforma continental extendida, línea que se encuentra a menos de 100 millas de Cartagena. Al mismo tiempo pretende que a las islas colombianas se les asigne un mar territorial de 12 millas y a los cayos, un mar territorial de tres millas, pretendiendo enclavar las islas y los cayos.
Esa pretensión supone casi 90 mil kilómetros, ¿qué pasa si la Corte le quita a Colombia parte de su territorio marítimo?
Supone un área mucho mayor. La única parte que sustentó de manera amplia y contundente sus títulos jurídicos e históricos sobre los cayos fue Colombia. No nos cabe duda de que la Corte reconocerá la soberanía de Colombia. En cuanto a la delimitación marítima, la Corte no puede hacer nada distinto a aplicar el derecho a la geografía. Confiamos, por tanto, en que se trazará la línea de delimitación al occidente del archipiélago, entre las islas colombianas y las islas nicaragüenses.
Parte de la opinión pública teme que se pierda territorio, ¿cómo actuaría Colombia ahí?
No cabe el miedo. La soberanía sobre los cayos fue defendida de manera contundente por Colombia a lo largo de los once años que lleva el pleito, y todos los gobiernos han estado comprometidos con la defensa. La Corte confirmará la soberanía de Colombia sobre los cayos.
¿El Gobierno consideraría desacatar la decisión de la CIJ si el fallo es adverso?
El fallo debe ser favorable a Colombia. Las sentencias de la Corte son inapelables. Colombia ha sido un país comprometido con el respeto a los principios y normas del derecho internacional. Este compromiso está plasmado en nuestra propia Carta Política.
Hay quien cree que con hechos como la incursión de una embarcación en aguas colombianas, Nicaragua quiere demostrar que es soberano en los cayos que reclama. ¿Usted comparte esa opinión?
Colombia actuó conforme al statu quo. Los actos que realizan los Estados con el propósito de fortalecer sus posiciones una vez iniciado un proceso no tienen valor jurídico para la Corte. Así lo ha reconocido en su jurisprudencia.
¿Cómo ha ejercido Colombia soberanía sobre los cayos?
Colombia documentó abundantemente ante la Corte el ejercicio público, pacífico e ininterrumpido de soberanía sobre los cayos desde el inicio mismo de nuestra vida independiente. Varios miles de documentos así lo soportan.
Sectores aislados le reclaman haber dicho que la Corte emite fallos salomónicos. Creen que se claudicó frente a la tesis nicaragüense. ¿Qué opina?
Mis pronunciamientos sobre la materia no tienen otra intención que recordar que la Corte decide en derecho y se guía por las fuentes del derecho internacional, que incluye su propia jurisprudencia.
¿Es optimista frente a lo que va a pasar en La Haya?
Naturalmente. Colombia realizó una sólida defensa de nuestra soberanía ante la Corte a lo largo del pleito, que completa más de una década.
¿Quiénes asistirán a la sesión de lectura del fallo en la CIJ?
Asisten el agente designado por Colombia ante la Corte para este asunto, embajador Julio Londoño Paredes; los asesores internacionales de Colombia, James Crawford, Rodman Bundy y Marcelo Kohen, y los miembros del equipo de la Cancillería que atiende el caso.
LUIS GUILLERMO FORERO C.
Redactor de EL TIEMPO
LUIS GUILLERMO FORERO C.
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