El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

sábado, 24 de noviembre de 2012

“PRIMERO DIOS, LA PATRIA Y EL PARTIDO.”


Ante la actitud oficial de Colombia.

Cuando en las elecciones del año 2000 Estados Unidos pasó sin presidente electo un número inusual de días para su sistema democrático, Albert Gore, el candidato del partido Demócrata, pronunció las palabras situadas en el encabezado de este escrito y añadió: “George W Bush, es el presidente electo de los Estados Unidos de América.”
Parodiando al ex vicepresidente Gore, ahora nos toca a nosotros pronunciar esas palabras independientemente de quien sea el Presidente de Nicaragua.
Lo que los partidos políticos de oposición no pudieron hacer posible por sus actitudes egoístas, Colombia lo está logrando con su obstinada e irracional actitud de país de salvajes.
En contra de todo lo que se pudo pensar, el país del mejor escritor contemporáneo de habla hispana, Gabriel García Márquez, le está poniendo los triunfos en la mano al Presidente Daniel Ortega Saavedra, incapaz hasta hace dos días de lograr el respeto y el reconocimiento del pueblo nicaragüense, para lograr la unidad nacional alrededor de la bandera azul y blanco que representa a la patria de Darío, de Sandino y de los tiburones de agua dulce del Gran lago Cocibolca.
Álvaro Uribe Vélez, que antecedió a Juan Manuel Santos en la presidencia de Colombia y que se retiró, después de dos exitosos mandatos, con el 80% de aceptación popular, considerado el padrino del Presidente Santos, llamó a la nación colombiana al desacato del fallo de la Corte Internacional de Justicia, viene a convertir lo que pudo haber sido una pataleta del Presidente Santos, en una real querella internacional en la que el denominador principal no es la razón sino la fuerza militar de los contendientes. Uribe Vélez y su espaldarazo al Presidente Santos pone a Colombia al borde de la delincuencia diplomática y a Nicaragua como la cenicienta del caso a la que el mundo tiene que apoyar.
Uribe Vélez, que nunca aprobó la política del Presidente Santos con las FARC y menos las pláticas de paz en la Habana, introduce el conflicto del mar Caribe en las pláticas de la Habana, porque tanto las FARC, como el Gobierno del Presidente Ortega, son protegidos y compinches de Fidel Castro y por ese lado Colombia le puede ceder derechos a las FARC a cambio de modificaciones del fallo de La Haya de parte de Nicaragua a favor de los caprichos de Colombia. Por eso los nicaragüenses no debemos permitir que el Presidente Ortega se siente a negociar nuestra victoria con Colombia, aunque el precio de esa obediencia pueda ser algo que tanto ha deseado el Presidente Ortega: La legitimación de su presidencia de parte del pueblo opositor de Nicaragua.
Por apoyar la dignidad nacional, ponemos en peligro de extinción la lucha por la dignidad ciudadana, porque como dice Gore, primero Dios, después la Patria y por último el Partido, lo que es igual al partidarismo, lo que es igual al cese de la lucha por la democracia, porque primero la Patria y después todo lo demás.
El Presidente Ortega encabeza una dictadura, es un presidente inconstitucional, no respeta la Constitución de la República, ni la voluntad popular expresada a través del voto, pero para efectos del caso, es el Presidente de Nicaragua.

Jorge J Cuadra V

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