El diario granadino EL CORREO (1913-1934), fué fundado por quien fuera su Director, Carlos Rocha Avellán y es sobre todo recordado por haber dado acogida a las publicaciones literarias del Movimiento de Vanguardia, "Rincón de Vanguardia" y "Página de Vanguardia", a cargo de Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Octavio Rocha Bustamante, hijo éste último de don Carlos y padre de Luis Rocha Urtecho, quien, junto con su nieto Luis Javier Espinoza Rocha, retoman hoy "El Correo Nicaragüense"; un blog pluralista, que agradece la reproducción de su contenido.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LAS ARMAS QUE HA USADO NICARAGUA EN SUS DIFERENDOS


(19/11/2012)
 
El Presidente de Colombia, seõor Santos, perdió la compostura y la sensatez con esas declaraciones extemporáneas, soberbias, autosuficientes, patrioteras, amargadas, que hizo a raíz del fallo de la Haya que concedió a Nicaragua una buena parte de la razón que nuestro país pretendía tener. Por creer que teníamos la razón acudimos a la Corte Internacional. y la Corte acaba de reconocer, después de un largo y cuidadoso anålisis de la historia, de las leyes internacionales, sobre todo las del mar y ante la posición pacífica que Nicaragua siempre ha mantenido durante todo este conflicto, que no estábamos equivocados. Pero la Corte ha de haber notado que el Gobierno de Colombia y su ejército trataron en diversas ocasiones de amedrentar a Nicaragua e influencias irrespetuosamente a la Corte Internacional.
 
En su vida independiente, Nicaragua ha acudido en diversas ocasiones a la Corte Internacional de Justicia creyendo que era el foro donde para todo el mundo civilizado, reside la última instancia para dirimir conflictos entre países.
 
Acudimos a La Haya a fines de los años 50 porque creíamos que el territorio en litigio con Honduras nos pertenecía, y perdimos. Pero como  nos habíamos comprometido a respetar el fallo de esa Corte, lo aceptamos sin rebelarnos, sin decir las sandeces que acaba de decir el Presidente Santos contra la Corte. Pueblo, ejército y gobierno hemos acatado el fallo a pesar de que no nos fue favorable. Fue bueno que el mundo conociera que en Nicaragua respetamos los derechos de todas las naciones y defendemos la solución democråatica de los conflictos aun cuando se nos diga que no teniamos la razón que creíamos tener. Que somos un país civilizado y que respetamos la civilización.
 
Acudimos a la misma Corte en los años ochenta para ampararnos de la Guerra cruel, de desgaste, que el maníaco de Ronald Reagan, despóticamente, declaró contra Nicaragua con el apoyo de más de un gobierno hermano de Centroamérica, y entonces, inesperadamente, por ser contra los intereses del imperio que controlaba una gran parte de la vida del mundo en el siglo XX, la Corte nos dio la razón. Pero el Imperio prepotente actuó aún peor que lo que está actuando ahora el gobierno de Colombia –tal vez porque Santos sabe que ellos no controlan con su ejército las voluntades de muchos países del mundo, aunque parece que esta vez el adversario de Nicaragua ha tenido como aliados, inexplicablemente, a nuestro hermanos vecinos del Norte y del Sur, en una mueca de miniimperialismo. El Imperio se negó entonces a reconoceer, después del fallo, que esa sagrada Corte Internacional en la que nosotros sí creíamos y seguimos creyendo, tuviera jurisdicción sobre ellos, que se consideraban el soberano injuzgable del universo. Y sólo nos quedamos con el honor inalienable de que se nos reconociera, valiente y honradamente, que teníamos la misma razón que tuvo el pequeño David contra el gigante Goliat. Pero Goliat no nos reconoció ninguna debida indemnización.
 
Acudimos a la misma Corte Internacional en el conflicto sobre nuestra frontera maritima con el hermano pueblo de Honduras en los años noventa. Y la Corte nos dio la razón en que la línea divisoria en el mar no debía tomar la dirección al Este, como Honduras pretendía, sino la diagonal que reproducía la orientación diagonal Suroeste-Noreste de la frontera terrestre desde el Golfo de Fonseca hasta Cabo de Gracias a Dios, como era nuestra pretension. Y ambos pueblos acatamos la decision de la Corte.

Acudimos de nuevo a la Corte en 2001 y ahora la Corte ha vuelto a darnos la razón contra las pretensiones de Colombia. Nuestras armas fueron sólo la argumentación juridica. No hemos usado, porque tampoco los teníamos, los poderes de lobbying que Colombia si poseía y quiso usar. simplemente confiamos en la argumentación de nuestros propios juristas y nuestros amigos juristas que ya nos habían ayudado en otros conflictos internacionales. Y la Corte así nos aceptó y así nos dio la razón. Pero, como dije, parece que todavía el gobierno colombiano no sabe si va a acpetar la decision de La Haya. Pobres de ellos, digo yo.
 
Hemos acudido también a la Corte para solucionar el diferendo con nuestra hermana Costa Rica. Y este país, mejor posesionado que nosotros en las relaciones internacionaloes con países poderosos, ha intentado influenciar a la Corte en la misma forma en que lo ha hecho Colombia. Pero tenemos razones históricas para creer que la Corte no aceptará esos inttentos de ser manipulada por nuestros adversaries, y solo fallará de acuerdo al Derecho y la Verdad. Y aceptaremos lo que la Corte decida. Aunque esperamos que también a Costa Rica, aunque a nosotros se nos diera la razón, no le quedaría mås remedio que aceptar la decisión de la Corte. Y que Harbor Heas se quedará para Nicaragua y que se nos confirmarå el derecho de dragar el Río y recuperar el caudal que nos han quitado.
 
Iván García Marenco

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